𝓥𝓸𝓭𝓴𝓪 𝔂 𝓒𝓱𝓸𝓬𝓸𝓵𝓪𝓽𝓮 ᚛𝐑𝐮𝐬𝐀𝐦𝐞᚜

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══•🇺🇸•❀𝑬𝒔𝒕𝒂𝒅𝒐𝒔 𝑼𝒏𝒊𝒅𝒐𝒔❀•🇺🇲•══

Me encontraba tranquilamente caminando por las calles de Rusia, ¿qué hacía aquí? Aún no lo sabía con exactitud, es decir mi padre supuestamente tendría una reunión con La Mafia Asiática y al ser parte de La Mafia Europea, él vendría, yo por otra parte, pertenezco a La Mafia Americana, pero deseaba hablar con él, pedirle algún consejo.
La nieve caía de una manera muy bonita y muy peculiar, me hacía feliz.

«Padre... ¿por qué no soy feliz? Si he cumplido al pie de la letra mis responsabilidades.»

Me senté en una banca que había por la calle.
¿Valía la pena ver a padre en este estado tan decepcionante?

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Aquella pequeña cuchilla oxidada contra su brazo, sentir el frío recorrer su cuerpo por completo, la frialdad en la punta de aquel filoso objeto.
Ojos vacíos y pupilas dilatadas en las que se reflejaba la cuchilla en su delgado brazo.
Apoyó levemente la punta cerca de su muñeca, sintió un poco de miedo; no quería manchar la lujosa alfombra del baño. Estaría en problemas.
Pero aún sentía esa horrible carga emocional en el pecho, con unos cortes en el brazo, el estómago o pecho no se resolverá nada más que manchar un poco sus ropas invernales.
Además, no le agradaba la idea de llamar la atención de nadie, tal vez sea mejor que guarde el objeto... para otro día.

Inhaló y exhaló profundamente dando largo suspiro, por dios; se sentía tan patético el hecho de que no tenga 'los huevos' de ni siquiera lastimarse un poco para liberar el estrés. ¿De qué otra forma? Tenía libretas llenas de tantos trazos que parecían un desorden a su vista y apenas parecían rostros o cuerpos en estados deplorables; no quería desquitarse con nadie, Ucrania no le dirigía la palabra en mucho tiempo y Bielorrusia estaba en otros asuntos. Sólo había '𝑹𝒆𝒖𝒏𝒊𝒐́𝒏 𝑭𝒂𝒎𝒊𝒍𝒊𝒂𝒓' en aquellas juntas mafiosas.
Los miembros de la Mafia eran tan intolerables con todo, unos perfeccionistas para cada trabajo, no les importaba mancharse las manos con la sangre de cualquiera; personas inocentes, mujeres, niños, para llenarse más los bolsillos.
Pero era peor el caso de que todas las miradas del mundo estén puestas en él, maldición, denle un descanso. Ya es suficiente estar a la gran sombra de su padre y ser 'halagado' con que ambos se parecen bastante en sus impulsos violentos.

Su papel era como el de un espía, usualmente le mandaban a investigar a otros grupos; a lo cual debería ganar más por su valentía al infiltrarse en varios lugares, tener que deshacerse de varias vidas a puño limpio (lo cual detestaba profundamente), conseguir información valiosa de todo tipo y de vez en cuando traficar armas para ganar dinero extra.
Sin embargo, todo ese dinero lo guardaba para otras cosas... como mujeres, alcohol, drogas, autos lujosos, y estadías en hoteles de cinco estrellas donde puedan tolerar su mal gusto musical a altas horas de la noche mientras se acostaba con alguna mujer. Bien parece que escuchar a Black Sabbath y gemidos femeninos a las 3:45 am les molesta.

Vale, suficiente para pensar en su vida privada; es mejor pensar en lo mal que le va a otros para motivarse erróneamente de que su vida no es tan mala después de todo.

'Tal vez solo estoy siendo dramático.'

Sus pasos se escuchaban sordamente en la alfombra de aquella enorme sala, decorada con medallas, trofeos, récords (𝒄𝒂𝒔𝒊 𝒕𝒐𝒅𝒐 𝒅𝒆 𝒔𝒖 𝒑𝒂𝒅𝒓𝒆) A sus ojos llegaron el brillo del reflejo de las botellas de vodka que se encontraban dentro de una vitrina con llave. Sonrió burlonamente.

'Papá, llevo más de dies años haciendo esto, ¿es enserio...?'

Logró abrir aquella vieja vitrina con un clip del cabello que llevaba guardado, no por nada ganaba bastante en su trabajo y tuvo ciertos trabajos del extranjero de los que se puede decir... se arrepiente un poco.

Cogió una botella, lucía reluciente.
La destapó en un instante y sus labios besaron la boquilla de la botella, refrescandose la garganta con la bebida.
En el rabillo del ojo notó que nevaba, y aún así habían pobres almas afuera; bebió más de la botella mientras se acercaba a paso lento a las enormes ventanas de aquella sala.

'Huh... ¿USA...?'

Qué demonios hacia uno de sangre capitalista ahí, debería buscarse un mejor lugar donde poder presumir sus logros.
Entrecerró los ojos para intentar ver con detalle al otro, ..., por lenguaje corporal diría que se ve... ¿afligido?, ¿triste?, ¿deprimido...?
La última opción le sorprendía.

Aún así, en su corazón aún había cierta 'bondad', por lo que supuso que el capitalista ha de estar pasando frío afuera.
¿Y si lo dejaba pasar?
No es como si ese lugar no fuera como su casa, su padre se la dejó a cargo hace mucho pero odiaba estar ahí; y la verdad, URSS se la pasaba siempre viajando.

Aún así tenía el temor de que el otro aparezca... un capitalista en su casa, el enemigo de la otra mafia en su casa; mataría a su propio hijo por traición.
Pero bien le importaba un bledo todo eso, no tenía absolutamente nada que perder.

Bebió un poco más de la dulce bebida mientras cerraba los ojos, suspiró finalmente y dio una mirada más al joven de las cincuenta estrellas.

Vale, le dará el honor de pisar su gran 'hogar' y podrá 𝒅𝒊𝒔𝒕𝒓𝒂𝒆𝒓𝒔𝒆 un rato.

Dejó la botella en donde estaba dejando todo en orden como si nunca hubiese estado ahí, volvió a revisar si el capitalista seguía ahí, efectivamente.
Bajó las escaleras, se acomodó su enorme casaca abrigadora y por supuesto sin olvidar su ushanka.

Abrió la puerta, dejando el aire invernal acariciarle el rostro, frunció el ceño levemente y dio otro suspiro.
Buscó con la vista por donde había visto... a su gran '𝒄𝒓𝒖𝒔𝒉' de la estúpida infancia. Verlo retar a su padre era admirable para él, debía admitirlo; pero ya sabía que esos sentimientos habían muerto.

Finalmente lo vió, esta vez estaba dudando de dar algún paso y avisar al otro de su presencia, sin embargo el de gafas oscuras mientras tenía la vista concentrada en el grisáceo cielo, se quedó contemplándolo unos ¿segundos?, ¿minutos?, estaba completamente hipnotizado al verlo después de... años... era un sentimiento muy raro, tal vez... тоска... es tan inexplicable, sus años siendo un niño mimado y disciplinado, las peleas con sus hermanos, el estrés de ser joven, todo eso con solo verlo a él a unos pocos centímetros. Estaba justo detrás suyo.

—Uhm, извините меня/ disculpa... ¿USA..? –mencionó cerca del otro con su fuerte acento, tocó el hombro del americano para intentar llamar su atención, tal vez el día mejore con la presencia del otro...