¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
🌐 DESIERTO DE CALIFORNIA
La luna se encontraba en todo su esplendor a las cuatro de la mañana, sentía que iluminaba más que nunca esta noche o quizás solo era imaginación mía al no quitar mis ojos de ella desde que salí de la reunión, era la única compañía que tenía en estos momentos y la apreciaba tanto como la tranquilidad que me rodeaba, y es que luego de que se acabara de explicar el plan de Moscú, me quede con un mal sabor de boca. Han sido pocas las veces donde he tenido un mal presentimiento y en la mayoría había acertado, ya sea con perder un compañero o recibir un par de balas.
No descubría qué era lo que me estaba molestado tanto, solo es un trabajo más, nada nuevo, pero por otro lado tenía rondando en mi cerebro que siempre debes hacerle caso a tu instinto, aunque no tengo ninguna opción para librarme de esto por el simple hecho de que esto es a lo que me dedico.
—¿Enserio sabes lo que estas haciendo? —escucho decir al británico posándose a un lado mío.
—Nunca he tenido idea de lo que hago —le respondo quitando mi mirada del cielo.
—Te seré sincero, nuestra vida en si ya es un riesgo incluso contando las misiones planificadas en meses por Uno —dice él con un tono neutro—. Pero un plan que creó en menos de cinco horas no me parece algo muy seguro y menos con una probabilidad de éxito.
No sabia que responderle ya que era exactamente lo que pensaba yo, él tenía razón y ahora la preocupación era aún más grande, porque me confirmaba que no era la única que estaba pensando que todo esto era una locura, bueno, más de lo que ya era. Estoy segura que todo el equipo pensaba lo mismo que nosotros, pero no había vuelta atrás, esto estaba muy lejos del alcance de nuestras manos, nos había pillado desprevenidos y esto era lo peor que nos podría haber pasado. De tener todo un plan de principio a fin, con casi todas nuestras acciones, pasos o hasta balas planificadas perfectamente por Uno durante mucho tiempo, hasta que llega esta inesperada golpiza que nos puso contra el tiempo. Si todo esto salía mal, perdíamos el resto del camino y todo lo hecho anteriormente no habría valido la pena.
Suelto un pequeño suspiro cansado. Aunque pensemos igual no podía demostrar inseguridad, me hacia sentir débil y esa no era la idea. Su rostro demostraba preocupación y me hacia querer lanzarme a sus brazos para sentirme segura otra vez. Pero eso lo podría hacer después con tiempo, ahora solo necesitaba enfocarme.— No puedo hacer nada Cuatro, esto es peligroso para todos —digo y el gruñe—. Nadie se lo esperaba y menos del éxito que tuvimos hace solo dos días ahora tener que actuar de improvisto.
—Lo se y también se que eres capaz de muchas cosas Cero, pero —su voz se cortó y corrió su cara hacia el lado contrario, evitando mirarme.
—¿Pero que Cuatro? —intente que me mirase, pero nada, el no quería hacerlo.
—No puedo.
—¿Qué cosa no puedes? —temía de su respuesta. Sentía mi corazón latir con fuerza contra mi pecho.
