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—seamus finnigan 【cold and t.n.t.】
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Ella era fría como el hielo. Jamás han visto una sonrisa, nadie se le acerca a hablarle, ella ni miradas dirige a la gente. Llego desde Durmstrang, nadie vio su selección, pero simplemente un día apareció en sala común de Gryffindor junto con Minerva McGonagall.
A Seamus le gustaba es chica llamada Lara Di Angelo, italiana, transferida de la escuela Durmstrang, ubicada en un lugar desconocido para muchos.
¿Por que le gustaba la chica de gestos fríos como el hielo, miradas que te hacen perder el aliento y que su presencia silenciaba a tantos? Porque el vio el otro lado, el lado cálido de su corazón y aunque no iba dirigido ese calor hacia el, igualmente lo alcanzo a rozar.
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Seamus iba caminando ya finalizada la estúpida clase de adivinación, salió de los últimos ya que se quedó para recibir una reprimenda de la profesora Trelawney.
Ella. Lara, estaba caminando unos metros frente a él. A la derecha de esta, aunque no con ella, habia una chica sentada en un banco, la chica castaña, de Slytherin lloraba. Cualquiera pensaría que Nicole no le prestaría atención, pero cualquiera se equivoca ¿no?
La pelinegra rodó los ojos y se acerco a a la serpiente.
-¿Que te sucede?- dijo con un tono frío pero que a la vez quería sonar amable.
-Nada- respondió llorando la chica castaña.
-¿Tanto afecta la nada?
-Todos tienen pareja o pretendientes, menos yo y, y...- la chica volvió a llorar a cantaros.
-Eso es fácil, Cupido no quiere que te enamores de ninguno de los idiotas de esta escuela, seguramente quiere algo mejor para ti- dijo mirando fijamente la ventana frente al banco. La castaña soltó una pequeña risa.
-Tal vez tengas razón- mascullo tratando de quitar ese nudo que se forma al llorar.
-Siempre tengo la razón, pero oye, hagamos un trato, yo no le diré a nadie que te vi llorando por estupideces y tú no le dirás a nadie ¿trato?- volvió a optar su tono sin sentimientos.
-Trató- respondió la chica sin detenerse a pensarlo.
Seamus se había escondido para no interrumpir la conversación, además no sabe cómo, ni por qué en ese momento se enamoró del hielo.
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Estaba dispuesto a declarase, pero no quería nada publico, Hermione habia investigado sobre una poción llamada Felix felicis. La preparo para Harry y este se la regalo a Dean, para que se la diera a Seamus, para que se confesara a Lara.
