El rey Mycroft y la reina Lestrade

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(con Greg y Mycroft, antes de encontrarse con los demás)

Los dos hombres caminaban relativamente tranquilos por las calles de Londres, tenían gran material para bromas en sus manos.

Tenían un bote de pintura roja, azul y amarilla, globos y confetis.

No habían ideado nada hasta el momento, Mycroft se rascaba la cabeza, aún con la corona de rey puesta, observando atentamente el panorama.

- Muy bien... Yo hacía bromas cuando era pequeño,-recuerdos de la secundaria llegaron a la mente de Greg- un día le hicimos una broma al nerd del salón. Recuerdo que lo bañamos en pintura azul y luego le hicimos caer confeti- se rió bastante fuerte-

-¡Maldita sea Gregory fuiste tú!-grito Mycroft, con las mejillas rojas por el recuerdo.

- Oh, ¿Tu eras el nerd?- el Detective Inspector volvió a reír.-Nada más deja te digo otra cosa... Desde entonces ya me gustabas- una sonrisa de chica enamorada cruzó por su rostro.

- Aww... Tu también me gustabas-

Un silencio incómodo se apoderó de la conversación, hasta que el inspector habló:

- No mames, estuvimos separados para nada-

-Si, si ya, vamos a hacer la broma- El gobierno Británico tomo la mano de Greg y se dirigieron a una casa, admirando el lugar, ya tenían planeado lo que iban a hacer.

Abrieron los botes de pintura para luego comenzar a lanzar grandes cantidades de esta en la pared de la casa, para después lanzarle confeti, con la pintura que sobró, llenaron los globos, y, por medio de una ventana abierta, los arrojaron, mientras se reían fuertemente.

Una mujer con grandes cantidades de pintura en la cara asomó su cabeza, buscando al responsable.

-¡Malditos estúpidos!-la mujer bajó rápidamente las escaleras,...con un arma en mano.

-¡Corre perra, corre!- gritó Mycroft, para después salir corriendo, aún sujetando la mano de Gregory.

-¡Vuelvan aquí bandidos!-la mujer comenzó a dispararles, dando a todos lados menos a los dos hombres, debido a su avanzada edad.

- ¡Aaahhhhhh!- gritó el Detective Inspector, al darse cuenta de que la mujer los seguía aún con el arma, para después rebasar a su pareja.

Corrieron hasta encontrarse con que Sherlock, Annie, James y John estaban siendo perseguidos por un policía.

- ¡Oiga, oficial!- la mujer se detuvo y alzó la voz, el oficial se acercó a ella.

- ¿Necesita algo, señora?

- Esos dos destrozaron mi casa- se quejo la mujer, apuntando con su dedo a un Mycroft que se detuvo a hablar con "sus súbditos", mientras acomodaba su corona y Greg hacia lo mismo.

- Tranquila, yo me encargo- el hombre de uniforme se dió la vuelta para después salir corriendo tras ellos.

- ¡Puta, corran más rápido!- gritó James, acelerando el paso.

- ¡Rueda Mycroft, rueda!- gritó Annie, mirando hacia atrás.

- Cállense y corran- les recriminó el hombre del gobierno.

Annie se adelantó y, Greg, al fijarse dónde había ido la de cabellos negros, se dió cuenta de que había tropezado con dos chicos, quienes hablaban sentados en frente de un muy sucio Big Ben, por la gran cantidad de huevos que le lanzaron.

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