Bu Wang

Cercanía

Detrás de él había dos personas, una a la izquierda y la otra a la derecha. A la izquierda había una chica glamorosa, de estatura delgada. Con cejas largas, ojos grandes y labios de color rojo fuego, la única mancha era el lunar negro sobre su labio superior, aquella mujer había marcado el pecho de Wei WuXian en el pasado, la hija de la secta Yingchuan Wang [1], Wang Lingjiao. A la derecha había un hombre alto, de hombros anchos, que parecía tener unos veinte años. Su rostro solo mostraba indiferencia, rodeado de un aire de frialdad, el perro fiel de Wen Chao y quien destruyó el núcleo dorado de Jiang WanYin, Wen ZhuLui, la mano de fusión del núcleo.

—¡De ahora en adelante, uno por uno, entreguen sus espadas!

—¿De qué hablas? Las espadas siempre deben acompañar a los cultivadores, es decir, a sus dueños. ¿Por qué quieres que entreguemos nuestras espadas?

—¿Quién fue el que habló? ¿De qué secta? ¡Avanza por tu cuenta!

El silencio se hizo presente, la persona que había hablado tuvo miedo y guardo silencio, esto hizo que Wen Chao se regocijara y continuará hablando.

—¿Ven? Es exactamente porque todavía hay discípulos como el que hablo, que no saben nada de conducta, de cumplimiento, de humildad, que estoy aquí para adoctrinarles, es para que sus núcleos dorados no te pudran ¡Ya son tan ignorantemente audaces! ¡Si sus costumbres no se enderezan ahora, en el futuro, naturalmente habrá quienes intenten desafiar a la autoridad y trepar por encima de la cabeza de la Secta Wen!

Todo mundo ardía de rabia en silencios, si bien Wen Chao solo había pedido sus espadas, eso era una invitación a la guerra ¡El hijo de puta los estaba teniendo como rehenes! Sin sus espadas los cultivadores no eran mucho aún cuando tuviesen talismanes y energía espiritual. Todos los nuevos rehenes mantuvieron el silencio, algunos por precaución otros por temor a ser apuntados, no por ellos sino por el daño que le harían a sus sectas. La mano de Jiang WanYin paro en el hombro de Wei WuXian, quién ya estaba listo para hablar.

—¿Por qué me detienes?

—no hagas cosas innecesarias.

—estás pensando demasiado Jiang Cheng. No importa cuánto quiera golpearlo, no elegiré este momento y causaré problemas a nuestra secta, así que no te
preocupes.

La secta Lan que estaba a lado de la secta Yunmeng Jiang había guardado silencio en todo momento, teniendo a sus dos jades ahí sabían que ambos idearian algo para evitar dejarlos sin sus espadas.

Lan WangJi que originalmente no debía meterse a la conversación no pudo evitar escuchar, y antes de que Wei Ying o Jiang Cheng continuarán hablando, él habló.

—el hombre a lado de Wen Chao es peligroso para Wei Ying.

Los héroes de Yunmeng Jiang estaban sorprendidos por el jade menor, pero aún así decidieron o al menos Wei WuXian decidió seguir hablando.

—sé que su cultivo es alto, pero su juventud no se mantiene lo suficientemente bien.

—Hanguang'Jun tiene razón, ese sujeto es muy peligroso incluso para ti.

—mn. —asintiendo levemente.

—su nombre es Wen ZhuLiu, también conocido como la mano derrite núcleo. Es el sirviente mantenido a lado de Wen Chao, especialmente para protegerlo. No lo provoques Wei WuXian.

—¿La mano que funde el núcleo?

—mn. Su par de palmas son dignas de su nombre, Wen ZhuLiu puede derretir un núcleo dorado con sólo un golpe de su mano. —mirando a Wei WuXian y Jiang WanYin. —Wei Ying no debe ser arriesgado y Jiang WanYin debe cuidarse igual de Wen ZhuLiu.