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Nayeon POV

El viento corrió por mi cabello y golpeó mis fosas nasales con los olores de la primavera. El cálido sol irradió de mi piel y envió un hormigueo de relajación a través de mi cuerpo. El sonido de la música sonando y los autos que pasaban corriendo parecían todo tan tranquilo ... tan normal.

Miré por la ventana observando a la gente y los edificios correr en un borrón. Todo parecía tan perfecto en este momento.

Entonces un olor tentador golpeó mis fosas nasales como un camión. Olía celestial. Y conocía este olor demasiado bien ... ¡Myeongdong Kyoja!

Olvidé por completo que íbamos a venir aquí. ¡Este lugar tiene el mejor Tteokbokki del mundo!

Cuando Jihyo se detiene en un lugar de estacionamiento, prácticamente salgo del auto antes de que se detenga por completo.

"Dios, me muero de hambre", me quejo mientras nos dirigimos al pequeño restaurante. Sorprendentemente no había una fila muy larga. Normalmente se envuelve alrededor del bloque. Pero, por suerte para nosotras, y para mi estómago, solo había unas pocas familias en el restaurante.

Todas, Jihyo, Jeongyeon, Chaeyoung y yo, nos sentamos en una de las cabinas y esperamos a que llegara la camarera.

"Bienvenidas a Myeongdong Kyoja". Dijo una voz femenina y vivaz. Miré hacia arriba y vi a una mujer, probablemente de unos veinte años, con el cabello castaño recogido en un moño apretado y una falda roja y blanca de los años 50. Ella realmente coincidía con el entorno de este restaurante. Todo estaba pasado de moda. Cuando entras, parece que entraste en una máquina del tiempo y volviste a los años 50. Todo, desde los atuendos hasta la tecnología, era de esa época. Es una de las razones por las que este lugar es tan famoso por aquí.

Todas ya habían ordenado, así que era mi turno. "¿Puedo obtener dos órdenes de Tteokbokki y limonada por favor?" Le doy una sonrisa mientras me mira y escribe mi orden.

"Traeré todo eso en un minuto". Ella dice y prácticamente salta para completar nuestro pedido.

"Caray, no hay nadie aquí". Chaeyoung señaló mientras miraba alrededor del restaurante.

Ella tenía razón sin embargo era un poco extraño que el lugar estuviera tan vacío. Por lo general, era una espera de 45 minutos solo para llegar aquí.

"Probablemente se deba a la gripe", explicó Jeongyeon. "Prácticamente tuve que rogarle a mis padres que me dejaran venir porque están muy preocupados de que yo también me enferme".

Simplemente me encogí de hombros sin pensar demasiado en ello, y la conversación finalmente se volvió hacia otros temas.

Una vez que la camarera regresó con nuestra deliciosa comida, no perdí el tiempo llenando mi rostro como una niña de cinco años. Era tan bueno. Al mirar a mis amigas, noto que están comiendo de la misma manera.

Después de que todas terminamos de comer, dejamos una propina y salimos a caminar por el centro e intentamos encontrar algo que hacer.

"¿Por qué no vamos a la biblioteca?" Sugirió Jihyo. Todas le dimos una mirada inquisitiva. "Hay una cafetería allí". Ella aclaró.

Todas estuvimos de acuerdo y caminamos hacia esa biblioteca.

En el camino nos dimos cuenta de que había una pequeña multitud reunida frente al palacio de justicia.

"¿Qué está pasando allá?" pregunto en voz alta.

"Deberíamos ir a ver". Sugirió Jihyo.

"No lo sé", Jeongyeon declaró nerviosamente "Parece una protesta o algo así. No quiero involucrarme en eso".

I N F I C I - MINAYEONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora