CAPÍTULO 35 - "Más que mil palabras"

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Caminaron abatidos de regreso y todo empeoro cuando el clima comenzó a cambiar y la lluvia no se hizo esperar minutos antes de que llegaran a la calidez de su cabaña.

Ambos llegaron enjuagados de pies a cabeza, pero apenas entraron a la cabaña, Melissa ni siquiera se molestó sacarse la ropa húmeda; busco el camino directo a la habitación y comenzó a revolver su ropa.

Chris temiendo lo peor, la siguió hasta allí.

-Mel, amor por favor, perdóname, tienes razón he sido un idiota, pero por favor no lo hagas.

Melissa ni siquiera le observo y siguió en lo que estaba.

-¿Qué no haga que Chris? ¿Buscar mis cosas para darme un baño? -preguntó Melissa de forma despectiva.

-¡Oh! -dijo Chris confundido, la verdad no la hubiera culpado si Melissa le pidiera que la llevara a alguna terminal o le pidiera un auto para marcharse.

-Pensaste que iba a marcharme ¿Verdad? -preguntó Melissa despectivamente leyéndole el pensamiento.

-Yo...

-Ni siquiera te preocupes en responder -dijo Melissa tomando su maletín y llevándolo al baño para cerrarle la puerta en las narices.

Chris se maldijo a sí mismo y se sentó en el suelo de la habitación, colocando la cabeza entre las piernas, tratando de respirar y pensar mejor; porque de repente estaba sintiendo que todo lo estaba rebasando y que todo lo que había luchado por Melissa, había sido en vano, cuando él mismo lo había arruinado por sus miedos estúpidos.

Melissa respiro frustrada, al darse cuenta que había dejado las cosas de aseo en la habitación y cuando abrió la puerta del baño con cuidado para que Chris no le escuchara; la imagen que encontró al abrir la puerta de Chris sentando en el suelo en silencio con los ojos cerrados, tratando de respirar no lo esperaba en lo absoluto.

Se en cerro de nuevo en el baño y se metió en la tina, esperando que el agua caliente enjuagara todas sus dudas para cuando saliera poder sentarse con calma a discutir las cosas con Chris al darse cuenta que en verdad no estaba tan molesta con Grant, por el hecho de que hablara con Chris; como si lo estaba con Chris por el hecho de que la rechazara.

La hizo sentirse tonta, vulnerable y completamente en riesgo de sufrir de nuevo, porque estar enamorada le daba ese poder a Chris, fue entonces que la sobrecogió una oleada de tristeza al darse cuenta que Chris tal vez había actuado de esa manera, porque también albergaba muchos de sus mismos temores.

Chris por su parte había tomado una ducha rápida en el baño de invitados y se había cambiado la ropa mojada por un jean y una camiseta gris, había encontrado la madera que recolectaban para las cabañas, encendió la chimenea y coloco a hervir el té en la cocina.

Cuando Melissa salió de su baño reparador envuelta en una bata y secándose el cabello con la toalla, encontró una taza humeante de té de limón y durazno esperándola en la mesa de noche, que tenía la firma de Chris, lo que le hizo inevitable ocultar una sonrisa.

Busco el maletín con los medicamentos y cremas que había comprado en la farmacia más temprano ese día hasta encontrar lo que buscaba y se dirigió junto con su té a la sala de estar donde se encontraba Chris, con sus lentes de lectura y un libro, sentado en el sofá junto al fuego de la chimenea.

Cuando este se dio cuenta de la presencia de Melissa, dejo el libro al lado, esperando a que ella hablara.

Melissa guardo silencio y tomo asiento a un lado de Chris en el sofá mientras observaba el fuego y le daba un sorbo a su té.

-Muchas gracias, esta delicioso -dijo y él solo asintió con una sonrisa tímida, a este punto tenía miedo de decir algo que arruinara el aparente buen humor de Melissa, se reacomodo en el sofá para observarla mejor, pero el dolor punzante en la espalda le hizo maldecir en voz baja.

STEEL GIRL - Bravery and Love Donde viven las historias. Descúbrelo ahora