STEEL GIRL - Bravery and Love

CAPÍTULO 55 - "Azul profundo"

El autor te recomienda leer en un lugar relajado sin gente al rededor, no se hace cargo de vergüenzas ajenas que puedan pasar.

Fin del comunicado.

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En México a mitad de la mañana y bastante concentrado en revisar que todo estuviera en orden con el envío de documentos y correos, Chris bebía una taza de café negra y ocupaba la mesa del desayuno en el exterior de la estancia, disfrutando de sonido de las olas y la brisa tropical.

Melissa había salido desde temprano sin develar mucho, y estando en cualquier otro lugar del mundo, él se abría preocupado, pero mientras más pasaban tiempo juntos, más se daba cuenta que esos silencios y tiempos a solas, era su forma de dedicarse tiempo a ella misma y a sus pensamientos y reponer energías, ya que siempre que lo hacía, su humor mejoraba considerablemente en todos los aspectos.

Cuando termino de redactar el último correo y estaba a punto de darle enter, la visión de una hermosa rubia con el cabello húmedo, caderas y piernas tonificadas, con delicadas y suaves líneas que definían puntos específicos de su silueta, como el cuello, los hombros y el abdomen, desfilando hacia él en un vestido de baño que se ceñía a los lugares apropiados, le dejo sin aliento.

Apenas Melissa estuvo más cerca y vio la expresión ensoñadora de Chris, no tuvo de otra que sonrojarse al sentirse tan expuesta ante su mirada, aunque pensándolo mejor, le dio la sonrisa más tranquila y segura que podía y se acercó a él para rodearlo por la espalda y deslizar una de sus manos bajo el cuello de la camisa, para dejar besos por su mejilla y mandíbula, mientras este sonreía complacidamente por la caricia y los besos.

-¿Cómo estuvo el océano? –preguntó Chris.

-Te perdiste un excelente oleaje –dijo ella con una sonrisa -. Y espero que por fin te hayas desocupado porque ni muerta dejare que pases otra noche en vela frente a ese aparato, mi paciencia también tiene un límite –sentencio ella con una sonrisa juguetona.

Chris sonrío tímido, sintiéndose un poco culpable de que sus conocimientos en tecnología fueran tan neandertales que había olvidado de que necesitaba un vpn para activar su computadora desde otro país y tuvo que pasar la noche completa averiguando como hacerlo.

-Te compensaré, lo prometo, he terminado aquí y hoy haremos todo lo que tú quieras –dijo Chris.

-¿Seguro? ¿Lo que yo quiera? –preguntó Melissa deteniendo sus caricias para observarlo como si no diera crédito, tratando de pensar en la cosa más extravagante que pudiera proponerle.

Chris le tomo de las manos y le dio la vuelta para atraerla a que se sentara sobre su regazo.

-Lo que quieras, tu solo dilo y lo haremos –dijo Chris dejando un beso en uno de sus hombros.

-Hay un museo con una exposición de paleontología mexicana, podríamos ir –comento Melissa.

Chris no pudo disimular la risa que le sobrecogió, ante la extraña petición que al final de cuentas no podía ser más nerd y encantadora como la propia Melissa.

-¿Qué no tuviste suficiente de la exposición de fósiles de anoche, conmigo sentado frente a la estúpida computadora pensando que hacer? –preguntó Chris y eso la hizo reír.

-Tu eres mi fósil favorito, pero quiero ver si tal vez hubo dinosaurios, aunque lo dudo, porque en realidad es un templo maya –dijo Melissa.

-De acuerdo, eso parece un reto, iremos y encontraremos tus dinosaurios –dijo Chris determinado y ella sonrío como una niña -. ¿A dónde queda esa magnífica exhibición? –pregunto él.