STEEL GIRL - Bravery and Love

CAPÍTULO 23 -"Algo se está quemando"

-¡Corte! ¡Eso fue perfecto! ¡Se imprime!-dijo el director felicitando a Chris al igual que el resto de los chicos del elenco, a excepción de Chyler quien le observaba mortificada.

Él le dio una sonrisa triste y se marchó lo más pronto que pudo, no tenía ánimos para enfrentar a Melissa, no después de esa escena, necesitaba tiempo, necesitaba pensar y no había nada mejor que regresar a casa para reconfortar la mente con la familia.

Melissa tampoco se sintió con muchos ánimos y se fue directo a su tráiler sin siquiera pasar a despedirse de sus compañeros o desear un feliz día de acción de gracias.

-¿Qué pasa con Mi-Mi? -preguntó Jeremy desconcertado.

-Estos dos andan bastante extraños últimamente -dijo Mechad.

Katie negaba con la cabeza, estaba claro que Chris acaba de decirle a Melissa lo que sentía en frente de una cámara y ninguno de los dos sabia como manejarlo, pero no quiso decir nada.

-Iré a hablar con ella -dijo Chyler apurada.

-Nunca pensé que diría esto, pero odio acción de gracias, la gente comienza a actuar extraño -dijo David tratando de disipar el ambiente.

-David, si tanto detestas ir a casa, puedes quedarte conmigo y Ash -dijo Jeremy.

-¿Y perderme el pie de calabaza de mi madre? No gracias -dijo David con una sonrisa.

En eso la mirada de Katie se cruzó con la de Floriana, quien rápidamente le huyo, pero lo siguiente que enfoco fue la escena que se vivía unos metros más allá.

Chyler había sido interceptada de camino al tráiler de Melissa, por Nathan.

Quien había decidido llevar a sus hijos Noah, Taelyn y Anna de sorpresa a recoger a mamá, para darle inicio a la celebración de acción de gracias familiar.

Chyler sostenía a la más pequeña en sus brazos, mientras Taelyn la abrazaba y Chyler le daba un beso a Noah y a Nathan en la mejilla.

-Vamos, apuesto a que necesitas un trago y una amiga ahora mismo -dijo Katie a Floriana.

Chris había llegado a casa de su madre, su hermana era quien había abierto la puerta.

-¡¡Tío Chris!! -grito Peter su sobrino quien salió detrás de su mamá para correr a recibir su tío favorito, clavándosele casi como un torpedo en el estómago.

-¡Woop! ¿¡Que le dan de comer a los niños de hoy en día, que estas tan fuerte!? -dijo Chris arrojando a su sobrino al suelo y haciéndole cosquillas, mientras Peter reía revoltosamente, su cuñado y su hermana se habían acercado a su encuentro.

-Hermanito, que gusto verte -dijo Lizz apretándolo fuertemente en un abrazo -. Te extrañado mucho, además a tu piel parece que le falta algo de color.

-También yo, y creo que extrañaba el sol de los ángeles -dijo Chris observándola -. Es bueno estar en casa. ¿Mamá está adentro? -preguntó.

-Tardara unas horas, salió con Drift y después hacer unas compras.

-Espero que no Drift no hiciera muchos daños, aunque casi no se ha quejado de él esta vez.

-No se quejaría ni aunque los hiciera, lo juro, a veces parece que ama más a ese perro que a nosotros; pero la verdad es que tendrás que contarnos que has estado haciendo con él, porque se ha comportado como un dócil ángel de cachorro y no como el demonio de Tasmania en patines -dijo Lizz.

A Chris se le fue el alma a los pies, preguntándose si sería correcto contarles a su hermana y su madre, la razón de porque Drift e incluso el mismo habían cambiado tanto durante los últimos meses; pero sin darse cuenta Chris había soltado un suspiro que había llamado la atención de su hermana, pero no ella no quiso mencionar nada tan pronto.