02: Starbucks

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Halo~ 💙💜 Recomiendo escuchar la música en multimedia uwu me ayudó a escribir este cap~ Bye~ 💜💙

"No podía evitarlo. El solo pensar en esa persona me causaba mariposas en el estómago. La necesitaba a mi lado, no importara qué."

Pov Stuart:

Me deshice de la bolsa de basura, tirándola por un barranco bastante empinado. Aproveché que era de noche para evitar sorpresas desagradables.
Borré mis pisadas con ayuda de un cepillo, el cual escondí en mi maletero, y me metí en mi coche; me quité los guantes de látex ensangrentados, los tiré en una bolsa para desecharlos más adelante y continué mi camino para descansar en mi dulce pero solitario hogar. En lo que conducía por la larga carretera, encendí la radio, a ver qué decían las noticias.

"Pasamos contigo, Bob."

"Gracias, Genevieve. Ha pasado una semana desde la desaparición de Rachel Stevens y Manuel Carter. Los oficiales siguen buscando sin descanso, pero tal parece como si la tierra se los hubiera tragado. La familia Stevens..."

Cambié la sintonía y apagué la radio; solo necesitaba saber esa información.
Conduciendo por la larga vía, mis luces alumbraron algo bastante inesperado. ¿Qué hacía una joven en mitad de la nada? Paré con cuidado y bajé la ventanilla contigua con mi mano derecha mientras sujetaba mi navaja con la izquierda.

― No me robarás, ¿verdad? ―pregunté, preparándome para cualquier cosa.

Soltó la risa más dulce que jamás escuché― ¡No! ¿Cree poder conducirme a Harlow? El coche de mi abuelo murió y...

Me perdí en la oscuridad de sus ojos y en la suavidad de su voz. Respondía a lo que me preguntaba, pero no podía apartar mi mirada de ella. Era simplemente hermosa.
En lo que cargaba sus cajas, noté qué tan hermoso era su cuerpo. Tenía unas curvas que harían felices a cualquier persona. Al terminar, le dije mi nombre y ella, por cortesía, me dijo el suyo. ¿Nadia? Un nombre perfecto para alguien tan perfecto como ella. Ahora, le pedía a los cielos que estuviera libre. La quería para mí y solo para mí.

.

.

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Tras darle dos besos en las mejillas, me fui a mi piso dejándola en la puerta. Insistía mucho en agradecerme lo que hice, pero no es para tanto y no lo necesitaba; tras ducharme, lo único que deseaba ahora era dormir. Dormir como nunca lo había hecho.

No pude.

Abrí mis ojos, mirando al techo, pensando en mi nueva vecina.

― Nadia Kyuzo... universitaria... extranjera... ―sonreí inconscientemente― ¿Qué nos deparará el futuro, mi querida Nadia?

Me giré en mi enorme cama matrimonial, dándole la espalda a la ventana cerrada y suspiré. Mi cerebro no hacía más que pensar en sus hermosos ojos, en su oscuro cabello, en el resonar de su risa, de su angelical voz. Escuché un incesante timbrado en la lejanía; me levanté perezoso de mi cama y abrí un poco la puerta para echar un vistazo. Fuera de la puerta de Nadia se hallaba una joven rubia de cabellos ondulados. ¿Quién será?

― ¡Jan! ―exclamó Nadia con entusiasmo.

― ¡Nad! ―respondió "Jan" de la misma forma. Por su acento, pude deducir que era de aquí o, por lo menos, llevaba un tiempo largo en Inglaterra.

Ambas se dieron un fuerte abrazo, como si nunca se hubieran visto.

― ¡Al fin te veo en persona! ―sonrió Nadia― Darius me contó que me querías para ti nada más ―rió.

"You're mine" •2D×Noodle•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora