08: Topo

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Halo~ 💙💜 Bye~ 💜💙

"He pecado incontables veces siendo una de ellas cuando la manipulé, no obstante, ¿quién no ha pecado? ¿Quién no ha manipulado? La necesitaba a mi lado sin importar qué... ella era la razón por la que respiraba. La única razón."

Pov Stuart:

Nadia se fue con rapidez a su apartamento, dejándome en el coche; temía que le preguntara la validez de mi coartada a Laura.
Laura Cracker. Jamás pensé volver a encontrarme con un familiar de los Cracker después de la pérdida de Paula, y algo me decía que esa enana pelinegra me iba a causar muchos problemas.

Suspiré pesadamente, apagué el motor del coche, tomé las llaves junto con mi cartera y salí de mi Cadillac; le puse seguro y activé la alarma para dirigirme al ascensor. Saqué mi teléfono y marqué a mi quisquilloso compañero.

¿Dime, Face-ache?

― Ven a mi apartamento ―pulsé el botón del ascensor que daba a la cuarta planta― Tenemos que hablar.

Resopló por la otra línea― Sabes que odio que seas tan pesado, insistente y persistente.

― Y yo que no atiendas a nuestras pequeñas reuniones. O vienes ―continué― O vienes ―murmuré con lentitud, entonando con cierta gravedad.

¡En menos que canta un gallo, señor! ―exclamó antes de colgar con prisas.

Guardé mi teléfono y las puertas del ascensor se abrieron en la planta baja, dejando pasar a una chica que pulsó la tercera planta. Miré al frente durante todo el trayecto, sintiendo la fija mirada de la chica, e hice una mueca de asco al verla partir. Era obvio que quería que la mirara, que la hablara, pero la única en mis ojos es Nadia.
Llegué a mi planta correspondiente y me dirigí a mi piso sin prisa alguna. Mientras abría la puerta con las llaves, escuché el característico pitido del ascensor en esta planta; confuso por ello, opté por descubrir quién había llegado. Tal fue mi sorpresa al ver a la mejor amiga de Nadia... ¿Jannina era?

Ésta se dio cuenta de mi presencia y sonrió algo incómoda.

― ¿Stuart? ―preguntó― ¿Cómo es que...?

Abrí la puerta de mi casa― Vivo aquí... desde hace varios años ya ―hice una mueca.

Se puso a jugar con las puntas de su rubio cabello― Oh... siento mucho mi rudeza.

― No te preocupes... supongo que vas a visitar a Nadia, ¿verdad?

Jannina sacó unas llaves― Somos compañeras de piso... solo que estuve con mi novio ―sonrió.

― Pues ―metí mis manos en los bolsillos de mi pantalón― Me la saludas, por favor... Adiós.

Se despidió con la mano derecha y me adentré en mi hogar para, acto seguido, cerrar la puerta. Eso sí fue bastante inesperado pero, con su presencia al lado de mi amada, no podré acercarme tanto como tenía previsto.

― Maldita sea ―mascullé, quitándome la chaqueta americana.

Me acomodé lo suficiente dejando mi chaqueta, mi corbata, mi sombrero y gafas sobre la cama, desabrochando mi camisa blanca y despojándome de mis zapatos. Doblé las mangas de mi camisa y escuché el timbre de mi apartamento.
Caminé con calma hacia la puerta y la abrí, viendo a Murdoc del otro lado.

Le eché un vistazo a mi reloj― No has batido tu récord de rapidez... pero al menos no has tardado tanto como la última vez ―sonreí― Adelante ―comenté, haciéndome a un lado.

"You're mine" •2D×Noodle•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora