Capítulo 5

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POV Luna.

Miré hacía el reloj ya algo relajada, ya faltaban unos minutos para nuestra hora.

~Ven.-dijo Carolina y me tomó de las manos para levantarme de mi asiento y empezó a moverse sensualmente.- Practiquemos.-dijo riendo.

A veces si me transmite tranquilidad la risa de Carolina, así que para quitarme todo de encima, baile con ella y luego nos empezamos a mover gracioso. Y sin querer, perdimos los minutos y ya nos dimos cuenta de que era la hora, nos arreglamos el vestuario, nuestro cabello, un retoquito de nuestro maquillaje, le añadimos un antifaz y salimos.

POV Ruggero.

~Mike, bro, ¿a que hora salen las nenas?-le pregunté a Michael tocándole el hombro.

Revisó su reloj y luego me miro y señaló hacía las escaleras.

~Ahí vienen.-me respondió sonriendo de lado.

Noté que entre la oscuridad, salieron las chicas, ambas morochas, como me encantan, con unas curva que uff, siento que si las toco, me corro. Los chicos que nos encontrábamos ahí, empezamos a silbar, aplaudir y a gritar "piropos" que no eran del todo sanos pero bueno. Empezaron a bailar en el centro de todos nosotros, una de ellas comenzó a sobarse contra uno de los chicos, la otra no se quedó atrás y se acercó a mi, se viene la mejor parte, se empezó a mover su lindo y gran trasero en donde estaba miembro.

~Disfruta, precioso.-dijo ella en un tono sensual mientras se seguía moviendo.

Nos empezaban a grabar y yo la tomé de las caderas para moverla más, la rodee con un brazo y acerqué su oído a mi boca.

~Vamos a la habitación.-le susurre con voz ronca y sentí que dejó de moverse, la sentí tensa.

POV Luna - Karol.

Mierda, es Ruggero, me tensé pero carajo, tenía que seguir con él, tenía que aceptar, es mi trabajo.

-aclaré mi garganta y seguí moviéndome leve- Claro que sí, guíame.-traté de decirlo con voz seductora ya que estaba nerviosa.

Él tomó mi mano, y antes de que comenzara a caminar, vi como Carolina disfrutaba y la grababan, y al ver su sonrisa me tranquilicé un poco más pero empecé a caminar detrás de Ruggero. Vi que cogió un condón y subió por las escaleras, lo seguí y entramos a una habitación, me movió hacía la cama y me senté en ella para luego echarme, carajo, tengo miedo de que me descubra.

~Te voy a hacer mía, morochita.-dijo Ruggero, y lo dijo tan sexy que quería follármelo pero no, él es un popular y si me descubre.

Se echó encima de mi, sin dejar caer su peso, sentí su respiración en mi boca, puso su mano en mi antifaz, iba a levantarlo, no, no, carajo, no quiero que me descubran...

Dos vidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora