Capítulo 19

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POV Ruggero.

No me aguantaba la curiosidad y ansias por saber quien era esa persona que al parecer era muy especial pero era secreto de su vida.

~¿Y?, ¿Karol?-volví a insistirle.

Sé que estaba mal seguir haciéndolo pero no me podía aguantar, quería saber y tener explicaciones.

Ella tenía los ojos mirando hacía abajo y entendí que se sentía incómoda y apenada. La abracé y por alguna razón, lloró y sollozó en mi hombro.

~Hey, tranquila.-susurré tratando de animarla mientras la apretaba más a mi.

Se aferró más a mí, no tuve otra opción y la senté en mis piernas para tener más comodidad. Ella seguía llorando mientras yo la abrazaba y la acariciaba.

~Mirame.-le volví a susurrar.

Se separó de mí sólo unos centímetros pero sin sacar sus manos de mis hombros. Le limpié las lágrimas suavemente mientras la miraba y arreglé un mechón de cabello que tenía en la cara y se lo puse detrás de la oreja, le sonreí.

~¿Crees que puedas?-pregunté, esperaba un si pero si era un no, lo entendería.

~Si pero, ¿me dejas un rato en tu abrazo?-dijo con unas vueltas ganas de llorar.

No me pude evitar, ella se veía tan frágil. La tome de las mejillas, la acerqué a mí y la besé suave y dulcemente, ella se sorprendió pero me terminó siguiendo hasta que me separé y junte mi frente con la suya.

~Claro que sí, hermosa.-sonreí y la abracé, volvió  a llorar mientras las consolaba.

POV Karol.

Me sentía en protegida entre los brazos de Ruggero. Recordé todo lo que tuve que pasar por esa persona que trajo alegrías, tristezas y cansancios, quería calmar ya mi llanto, no quería mostrarme tan vulnerable. Tomé aire, me separé de Ruggero, me levanté de él, me limpié la cara, me eché aire en ella y me senté a su lado.

~Está bien, yo si puedo.-dije tratando de creermelo a mí misma.

Él me prestó mucha atención y no me quitaba la mirada de encima pero tampoco sus leve sonrisa.

~Claro, dime, Karol, te escucho y no te juzgo.-me dijo Ruggero creo que para sentirme más en confianza y decirle todo.

Tomé aire y tomé fuerzas y decidí decirlo.

~Esa segunda persona es mi pequeña hija.-dije lento pero seguro.

Ruggero abrió los ojos como platos y se le cayó la mandíbula. Estaba sorprendido y lo esperaba, sólo tengo 19 y aunque ya mayor de edad, perdí dos años por mi pequeña pero ya faltaba poco porque se terminé todo esto de estudiar y comenzar a trabajar.

~¿Qué?, ¿tienes una hija?, ¿cómo?-exclamó Ruggero aún sorprendido y se notaba con muchas interrogatorias.

~Sí, como lo oíste, no estoy orgullosa por haberla tenido a esta edad pero cada que la veo siento más fuerza para intentar todo porque ella y mi abuelita estén bien.-dije algo bajo pero firme mientras lo miraba.

~¿Cuántos años tiene?-me preguntó Ruggero ya más calmado.

~1 año y en unos meses 2, se llama Molly.-respondí con una sonrisa porque recordé lo linda que es y lo lindo que fue tenerla.

~Que hermoso nombre, ¿la podré conocer?

Abrí los ojos y luego suspiré terminando en una sonrisa, es tan lindo. Espero que lo nuestro si funcione.

~Claro, no creo que haya problema.-lo miraba con un brillo especial en los ojos.

Ahora le estoy confiando un gran secreto y espero que lo nuestro si funcione...

Dos vidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora