Capítulo 21

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No podía creerlo. La niñera que cuidaba de mi pequeña Molly me llamó alarmada.

~¿Qué pasó? -escuché que preguntó Ruggero.

~Mi abuelita se ha caído mientras bajaba de las escaleras.-dije muy preocupada y ya empezaban las lágrimas a abundarme en los ojos.

~Dios, ven, vamos, te llevo.-me dijo  preocupado también y levantándose del sofá dirigiéndose a la puerta.

A pesar de lo que estaba pasando, se me hizo linda su reacción. Fui detrás de él, sacó su Bug rápidamente, entré en el, le dije en que hospital estaba mi abuelita y fuimos.

Tenía el Jesús en la boca por saber si algo malo o no le podía haber sucedido por la caída.

Luego de un rato, por fin llegábamos, estaba al teléfono la niñera de Molly, Sofía, me indicaba donde podía encontrarla mientras esperaba que le dijeran algo de mi abuelita, hice todo lo que pude lo más rápido y la encontré sentada con mi pequeña entre sus brazos mientras esperaba.

~¡Sofía!, ¿qué pasó?, ¿cómo calló mi abuelita?-pregunté rápidamente mientras estaba alterada y acercándome a ella.

Me miró y miró de reojo a Ruggero.~Estaba con Molly, dándole su comida y oí a tu abuelita dar un grito y pronto algo impactó en el suelo, fui rápidamente hacía las escaleras y tu abuelita estaba tirada ahí, traté de animarla mientras llamaba a una ambulancia, vino la ambulancia y la trajo, le pedí a una amiga que me trajera y estoy aquí, esperando a ver que dicen de tu abuelita.-explicaba Sofía también preocupada.

~Ay, dios mío.-dije más preocupada y no aguanté llorar así que volteé a Ruggero con la cabeza gacha.

~Ven aquí.-susurró y me abrazó fuerte mientras trataba de consolarme.

Trataba de aguantarme pero tenía mucho miedo porque le pasara algo malo a mi abuelita, ella me ha apoyado desde que perdí a mis padres. Volteé mi cabeza hacía Sofía sin dejar de abrazar a Ruggero y la miré.

~Sofía, mil gracias por traer a mi abuelita y avisarme.-dije entre sollozos y luego me alejé de Ruggero.-Puedes ir a casa, yo cuido a Molly, no han dejado para estos días tarea en la universidad.

~¿Segura, Karol?, puedo quedarme a acompañarte.-me respondió Sofía con una leve sonrisa.

~No, dale, ya haz echo suficiente.-dije limpiándome las lágrimas y extendiendo mis brazos a ella para que me diera a Molly.

Dejó entre mis brazos a mi pequeña, agradeció, me dio fuerzas con la situación, se despidió de mí, Molly y de Ruggero y se fue.

De pronto, Ruggero se acercó por detrás de mí.

~¿Así que ella es la pequeña Molly?-dijo sonriendo mientras pasaba suavemente su dedo índice por la nariz de mi hija.

~Sí.-dije con una leve sonrisa mientras miraba a Molly.

~Ven, sientate, hay que esperar y calmarnos, ¿vale?, todo estará bien, mi amor.-dijo tomando mis hombros y jalándome suavemente a los asientos de espera.

Hice caso y me senté pero no pude evitar no sorprenderme por el "mi amor".

~¿Y el "mi amor"?-pregunté con una pequeña risa mientras lo miraba.

Él pasó su dedo pulgar por mis mejillas para secarme las lágrimas y sonrió.

~Se me salió.-dijo y rió un poco alzando sus hombros.

Él podía sacarme una sonrisa en estos momentos, ya estoy enamorada de él completamente...

Dos vidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora