Capítulo 24

104 10 2
                                    

POV Karol.

Desperté puesto a que quedé dormida con Molly cargada e igual mi abuelita quedó completamente dormida. Froté mis ojos por la luz que entraba por la ventana hasta que se acostumbraran a ella.

Pensé en quedarme aquí a cuidar a mi abuelita, tendré que llamar a Carolina para que pueda avisarle a mis jefes que no podré asistir tanto donde trabajo como secretaria como también en donde trabajo por las noches, también debía llamar a Sofía para que me ayudara a cuidar a Molly.

Tomé mi celular, llamé a Caro y contestó.

Llamada:

"Hola, Caro".

C: "Dime, Karol"

"Le ocurrió algo a mi abuelita"

C:"Ay, ¿que le pasó?, ¿esta bien?"

"Sí, está bien sólo que necesito atenderla, ya te explico luego"

C: "Espero que mejore"

"Lo mismo espero pero te quería pedir un favor"

C: "Sí, yo les aviso a los jefes, tranquila"

"Gracias, avisales, eh"

C: "Si, yo lo hago, amiga"

"De nuevo gracias, cuidate."

Corté algo tranquila hasta que sentí que despertó Molly, suspiré y la tomé, traté de tranquilizarla, menos mal, lo logré. Por alguna razón me sentía tan irritada pero bueno, debía llamar ahora a Sofía. Así que tomé mi celular y la llamé.

Llamada:

S: "Hola, Karol, dime"

"Perdona que te moleste, Sofi, pero necesito que vengas a cuidar por un rato a Molly en lo que descanso, ¿puedes?"

S: Claro, en un rato llego, tengo turno tarde en la universidad"

"Mil gracias, Sofi, te espero aquí"

Corté y sonreí un poco más aliviada. Me di cuenta que mi abuelita despertó así que le deseé buen día, senté a Molly en el sofá y luego, me senté yo. Comenzamos hablar en lo que transcurría los minutos.

[...]

Pasaron esos minutos en los que mi abuelita y yo hablábamos mientras Molly jugaba con sus manos o pies, hasta que llegó Sofía y se dedicó a cuidar a Molly pero no sin antes saludar y hablar con nosotras, también hablábamos de la noticia de la chica que salió.

~Wow, no puedo creer que alguien se atreva a hacerle todo eso a una persona, es un maldito cerdo quien lo hizo.-dijo Sofía compartiendo mi indignación.

~¡Hola! -sonó una voz masculina conocida desde la puerta causando sorpresa cada una de nosotras.

Me di cuenta que era Ruggero, vino aquí.

~Ruggero, no te esperaba.-dije levantándome del sofá dirigiéndome hacía él con una gran sonrisa.

~Pues, aquí me tienes.-me respondió Ruggero con una sonrisa coqueta acercándose a mi rostro.

Lo empujé fuera de la habitación y dije un "ya vuelvo" para luego reír y terminar de sacarlo de la habitación.

No pude evitar oír las risas y lo molestas que se pusieron mo abuelita y Sofía hablando de nosotros.

~¿Qué haces aquí?-pregunté sin perder mi sonrisa.

~Vine a verte, también a tu abuelita y a Molly pero más a verte a ti.-dijo Ruggero sonriendo mientras ladeaba la cabeza mirándome y caminábamos.

~Ay.-dije sintiendo un pequeño calor en mis mejillas y era seguro que me sonrojé.

~¿Cómo estás?-me preguntó aún con esa sonrisa que tanto me enamoraba.

Pues, enamorada, Ruggero, de ti, simplemente enamorada pero también indignada por ese caso de la tv pero enamorada, pensé...

Dos vidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora