Goku en Boku no hero academia (Izuocha)

Capítulo VIII

Concluyendo con los últimos días de entrenamiento para el examen de ingreso a U.A, Midoriya y Goku se encontraban repasando las últimas lecciones aprendidas en los últimos diez meses, sin embargo en medio de la explicación de Goku Izuku se puso a llorar.

Goku sorprendiéndose por el que su discípulo se haya puesto a llorar, le dijo un poco preocupado... - Oye, ¿qué pasa? ¿Qué tienes?

—Lo siento, no es nada. - Se disculpó Midoriya con sus lágrimas escurriendo de sus ojos. - Es q-que... estoy tan feliz, maestro, siento que he hecho trampa. Usted hizo todo esto por mí, y yo ni siquiera he hecho nada. Sin usted no hubiera agarrado el valor para ir a la U.A, usted fue una de las pocas personas que depositó su confianza en mí, y eso, fue muy especial. - Recuperó Izuku un moco que salía de su nariz.

Goku carcajeó un poco por la actitud de su discípulo, y le dijo... - Jeje, tranquilo, Izuku, no tienes por qué llorar. No no tengo el mérito de nada, es más, tú lograste todo esto con tu propio esfuerzo. - Tranquilizó Goku a su discípulo. - ¿Qué esperas? Arriba esos ánimos, de todas formas ya terminamos, ve a convertirte en aquel héroe que tanto deseas ser. - Hizo Goku un gesto con su mano.

—¡Sí! - Asintió Izuku con muchos ánimos.

Izuku agarró su mochila, y se fue caminando a su casa que no quedaba muy lejos de ahí. Una vez que llegó, su madre le sirvió el desayuno como era costumbre. Algo que notó la señora Midoriya, era que su hijo en los últimos diez meses ganó un gran apetito, pero decidió no tomarle importancia al asunto. Tenía otras cosas por las que preocuparse. Y luego Izuku se bañó para ir a la U.A. Midoriya después de tomar el metro y un autobús, por fin llegó con algo de prisa a la U.A.

—Es grande. - Miró Midoriya el enorme edificio con detenimiento.

Midoriya suspiró para calmar sus nervios, y procedió a caminar por aquel establecimiento. Y se puso a pensar sobre su situación actual, sobre su entrenamiento con Goku y que ya no era el mismo de hace diez meses. 

—¡Fuera de mi camino, maldito Deku! - Escuchó Midoriya detrás de él.

Midoriya deteniéndose, vio a Bakugo caminar muy malhumorado y dándose cuenta de que estaba en su camino, dio un paso y se movió para no obstaculizar su camino, y no crear un escándalo. Bakugo una vez que sobrepasó a Midoriya, se sorprendió por el que no haya sido intimidado y lo miró, dándose cuenta que estaba un poco serio. Bakugo solo rechistó un poco molesto, y se fue dejando atrás a Izuku.

—Bien, no me intimidé por él, creo que es cierto que ya no soy el mismo desde hace diez meses. - Pensó Midoriya un poco serio. - Ahora, solo debo dar mi primer paso. - Midoriya dio un paso, pero no se dio cuenta que se tropezó con su mismo pie, haciendo que empiece a caer en picada al suelo. - Mi maestro me va a matar. - Pensó Izuku viendo el suelo a centímetros de su rostro con una sonrisa dibujada en él.

Sin embargo, su caída se detuvo en brusco.

—¿Estás bien, Deku? - Escuchó el mencionado alado de él.

Sin embargo, Midoriya vio su rostro a centímetros del suelo pero aún así no se estampaba contra este, estaba flotando. Midoriya al principio se asustó, pero guardando la calma miró a un lado suyo, dándose cuenta que ahí estaba Uraraka y que su quirk en él

—¡U-Uraraka! - Empezó Midoriya a agitar sus piernas.

—Espérate, ya te bajo. - Uraraka usando sus manos para poner a Midoriya en una buena posición, desactivó su quirk diciéndole... - Perdón por usar mi quirk de esa forma, pero sería de mala suerte que te cayeras al suelo en este día tan especial, ¿no es así, Deku?