[ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 8]

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¿Cómo no me has dicho que me
encuentro delante de un Kitsune?

— Me presento, soy Yeonghon, venid conmigo, digo... acompañadme. Con que tenemos a un alfa y a una omega muy interesantes — dijo susurrando lo último sin escucharle nadie pero aún así nos miró con una sonrisa que escondía sus pequeños verdes ojos, parecía una persona muy amable.

— Os explicaré, tenemos tiempo suficiente hasta que tu madre salga a proteger la barrera de nuevo, como mucho unas 7 horas o menos, Yeonghon nos ayudará con algunhas cosas que debemos saber antes de irnos y nos dará instruciones de lo que se nos viene encima — dijo Oh Sol seria, con calma.

— ¿Qué pasará con la cienénaga, lleva cerrada sin entrada o salida por más de 100 años y con mi manada?, es muy peligroso, llevais siglos en guerra — dijo Taehyung mirando a la abuela preocupado.

— Tranquilo, ¿vosotros quereis salvar a la ciénaga y ayudar a que la guerra que se avecina se acabe? — Hanee y Taehyung asintieron — Pues ya sabemos que tenemos que hacer, tenemos que llegar a los druídas antes que ellos. — No estaba entendiendo nada y esperaba que Oh Shol lo explicará al alba con calma.

Yeonghon nos llevó a un árbol enorme con una puerta de madera en medio, la casa se extendía por las grandes ramas de aquel árbol milenario.

En cuanto nos abrió la puerta pudimos ver un montón de tubos con líquidos burbujeando, agua corriendo por una especie de tubos hasta un pequeño pozo. Unas escaleras se encontraban a la izquierda y parecía que el árbol era mucho más pequeño por fuera que la casa por dentro, salí a comprobarlo y volví a entrar, estaba en lo cierto.

Yeonghon me vió desconcertada y me explicó con una sonrisa:

— Soy un Moshu shi, con lo que te encuentras es con un simple encantamiento así que no te preocupes y ten cuidado que no se cierre la puerta cuando esteas fuera o no podrás entrar, es madera de serbal, una madera de la que ningún lobo puede sobrepasar. Hay habitaciones arriba para todos menos una, es la de mi hijo, de hecho dejadme llamarlo, el os ayudará.

Yeonghon gritó un nombre y alguien comenzó a bajar las escaleras con prisa y de estás salió un chico de altura media, con el pelo rojo intenso y con ropa de cuero, botas negras, pantalón negro y una chupa de cuero con brillos. Sus ojos brillaban de un violeta intenso y alrededor de sus pies y hombros salía un aura color violeta con brillos. Su pelo se volvió violeta, casi flotaba, parecía muy emocionado ya que, al igual que su padre sus ojos desaparecieron con una sonrisa de dientes blancos.

Me quedé asombrada al ver lo que ocurría, no había visto nada igual.

— Jimin, controla a tu Tenshi o será peor para todos — dijo Yeonghon mientras le daba con el bastón en la cabeza al chico que fue nombrado como Jimin. Él pelirojo lloriqueo con la mirada mientras de tocaba la parte dolida. Sus ojos volvieron a un negro intenso en un abrir y cerrar al igual que su pelo volvió al original y su aura violeta de esfumó. — Perdonen a mi hijo, es un poco complicado, aún no lo controla del todo, su madre le pasó todo su poder al quedar embarazada y de mi tiene muy poco. Nació de los propios pétalos de su madre.  — dijo el padre sonriendo (desviandose del tema) mientras le daba codazos a su hijo para que este hiciera reverencias a cada uno de nosotros.

— No se preocupe, nosotros respetamos a los Moshu Shi desde siempre. — dijo la abuela Oh Sol.

A continuación Jimin nos llevó escaleras arriba a mi y a Taehyung mientras Oh Sol y Yeonghon hablaban.

Tenía un presentimiento de que Jimin era alegre y muy amable como su padre.

— Bueno, antes que nada quería pediros disculpas por mostraros a mi Tenshi en su forma más salvaje sin querer, aún no controlo mi poder y menos con visita. — dijo rascandose la anuca sonrojandose cuando se paró al llegar al final de las escaleras.

— Oh, no te preocupes, nosotros también estamos en ello, ¿cuántos años tienes? Yo tengo 14 y Taehyung tiene 15 — dije mostrádole una sonrisa.

— Yo tengo 15. Os explicaré, mi habitación está al lado de la vuestra y por ahora os enseñar en las habitaciones que dormiréis por hoy. — dijo sonriendo y mostrándonos cada habitación de la planta en la que nos encontrábamos.

No lo soportaba, me picaba la curiosidad de que era lo que había visto antes, le tenía que preguntar.

— Jimin, por pura curiosidad, ¿tu que eres? No tienes esencia a lobo — preguntó Taehyung adelantándose, el cual no había dicho ni una sola palabra desde que habíamos llegado, ni me soltaba la mano y Jimin se había dado cuenta, nos miró con ternura mientras nos observaba las manos entrelazadas, notaba cierta tensión en Taehyung. No lo entendía.

— Soy parte medio elfo por mi madre, nací en sus pétalos como dijo mi padre, por lo que es un ritual muy difícil de realizar, ya casi nadie lo hace ya que de ese modo hay mucho riesgo a morir, mi madre sobrevivió pero poco después falleció luchando en la guerra, antes de que se cerrara la ciénaga. Mi padre es de nacionalidad China, el sigue la tradición familiar desde hace siglos, es un Musho Shi, un brujo — dijo sonriendo orgulloso mientras nos enseñaba el salón de arriba y nos sentabamos.

Dijo que volvería con algo de picar.

— Me cae bien, es muy raro eso que ocurrió antes, ¿lo viste? — dijo Taehyung sentando se en uno de los sillones a mi lado, notaba que se había relajado.

—Si, fue muy bonito, parecía que le rodeaba un aura que lo protegía, hasta pude ver unas alas, no parece que sea mala persona. — dije pensando y cortando la conversación cuando Jimin entraba con una bandeja y con galletas dejándolo encima de la mesa mientras se sentaba en el sillón más pequeño.

Ni me había fijado en la habitación, parecía todo muy rústico, estaba lleno de libros y todo era de madera, aparentaba tener muchos años.

— Yo de vosotros tendría cuidado con tocar madera del árbol, es madera de serbal. — dijo Jimin. — Este árbol tiene más años que la ciénaga en sí, es un resguardo de los antepasados de mi familia y es una reliquia antiquísima — dijo mientras acariciaba unas fotos que se encontraban en una mesita al lado de la ventana.

Oh Sol entró tocando la puerta y nos hizo ir a mi
y a Taehyung una planta más abajo para adentrarnos en una sala que parecía de entrenamiento, Yeonghon estaba delante de una mesa al final del salón encendiendo una máquina mientras decía cosas en susurros y Jimin apareció por detrás corriendo rechistándole a su padre por hacerlo solo.

Me acerque por curiosidad a una de las vigas que transportaban la electricidad a las luces colagadas del techo — estaba todo a oscuras, solo con velas —, se encontraba llena de polvo, acerque mi dedo índice al pequeño tubo y un destellos de electricidad salió de mi dedo transportándolo a la tubería y encendiendo la habitación por completo con intensidad.

— Por los dioses de Berlín, ¿Cómo no me habías dicho que me encuentro con un Kitsune?

Entre Árboles Y Ramas [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora