[ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 9] ²

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PARTE ²

En lo oscuro los ojos
púrpura brillaran sin cesar.

-A despertar, código rojo -gritaba Jimin desde la puerta, no sabía que ocurría, sentía que me hablaban y me estrujaban la mano.

-Hanee, despierta, no sé que está pasando -dijo Taehyung tasca dose los ojos con sueño y aún con su pijama. Nos levantamos y fuimos bajando las escaleiras hacia la cocina en dónde se encontraban Jimin, su padre y la abuela.

Estaban mirando un mapa que por intuición podía decir que era la ciénaga, hablaban de por dónde poder salir.

- Tenemos un problema, con este temporal no podemos irnos, no hasta que salgan ratos de sol y eso podería ser en unos dos o tres días por lo que será mejor que nos quedemos aquí -dijo Oh Sol mirándonos y mirando hacia Yeonghon y este nos sonrió ansintiendo y recogiendose las gafas.

Por lo que había escuchado la tormenta no era nada tan grave pero Oh Sol estaba preocupada ya que Yeon Seo sabía que aún no se habían ido de la ciénaga y no sabía como iba a reaccionar.

Nos tendríamo que quedar en el roble por un tiempo.

Al cabo de una hora Jimin y su padre se fueron a la sala de la noche anterior, me carcomía la curiosidad de saber que estaban haciendo ahí dentro tan temprano, de vez en cuando un humo violeta salía de entre las rendijas de la puerta vieja y aún me entraba más curiosidad.

- No te vas a quedar quita ¿verdad? -dijo Taehyung cuando ella se paró delante de la puerta.

- Claro que no, quiero saber que pasa ahí dentro, ¿no tienes curiosidad? -nos habíamos quedado estáticos delante de la mohosa puerta, nos miramos y Taehyung supo lo que iba a hacer.

-No, la verdad es que no -dijo mirando hacia la puerta.

Cogí el pomo y abrí delicadamente, con cuidado de no hacer mucho ruído, se escuchaban ruídos fuerte, como si alguien es tuviera siendo tu bado repetidas veces sobre el suelo o la pared, sentía las vibraciones.

Me sobresalté cuando vi a Jimin voltar por los aires en medio de la sala y casi me caigo si no fuera por que Taehyung, quien se encontraba detrás de mi con la misma curiosidad.

- Pasad, solo estamos entrenando, ¿Quienes intentarlo? -dijo Yeonghon agarrando su gran bastón y recogiendose las gafas que le caían por su nariz.

- Creo que mejor miro, gracias - dije só riendo con miedo.

Jimin se levantó del suelo con torpeza, su pelo estaba completamente violeta al igual que sus ojos y unas alas del mismo púrpura intenso salieron de su espalda. Tenía una mirada desafiante, oscura, estaba intentando contraatacar a su padre, mostraba sus ojos con intensidad y sus alas se movían con agilidad hacía su padre.

El padre levantó el bastón con firmeza y batió el suelo con fuerza haciendo que de este salieron unas especie de ondas de fuerza hacia el púrpura. Jimin agitó sus ágiles alas y se elevó unos milímetros del suelo con los puños apresados haciendo que las ondas que había hecho aparecer el señor Park desaparecieran.

(...)


La guardiana Lee Yeon Seo caminaba con agileza entre la maleza del bosque buscando a su hija sin casi esperanza, había hecho cosas mal pero una de ellas no era amarla, era igual a su padre y eso le recordaba cuando lo quería de vuelta, no pudo ni despedirse de su cuerpo sin vida, los malditos lobos del Norte se lo había llevado, llevando consigo también la libertad de los miles de seres de la ciénaga.

Aquella guerra solo había empezado y si conseguí encontrar a Hanee podrían detener a los muchos de seres que querían guerra para los residentes de la ciénaga.

No sabía en dónde estaba su hija, llevaba buscando horas y si aún tuviera sus estúpida alas no habría pasado nada de esto.

Recordó por un instante, como si fuera un flashback, su madre, Oh sol, la llevaba siempre al bosque que cerraba la salida a la ciénaga, aquel bosque de árboles infinitos en dónde solo se encontraban elfos y hadas, tendría que buscar allí.

Sus pies sintieron dolor al estar tantas horas andando y le pedían a gritos parar pero ella sigió con la lluvia en sus hombros, sus botas no resistirían mucho y si no llegaba a tiempo todo se acabaría, si salían de la ciénaga el mal hacecharía por completo a los seres que reinaban aquí, se acabaría todo, sería el fin y no lo permitiría.

La lluvia cubrió su cuerpo por completo y sus ojos se volvierón verde intenso, su aura se cubrió de un color verde intenso y sus orejas se agudizaron, pegó un golpe con el bastón haciendo que las ramas y árboles se apartaran de su camino.

Pararía esto, antes de que un problema mayor azechara a la ciénaga.

(...)

Otro mal aún peor de lo que se esperaba Oh Sol o Yeon Seo estaba esperando su llegada desde afuera, con calma.

Esperaba que pudiera derrotar de una vez por todas a la guardiana después de estar a punto de conseguirlo años atrás cortandole las alas.

Tendría su merecido y con sus guardias consegiria derrocar a Hanee, le sería imposible vencer a los oni.

Entre Árboles Y Ramas [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora