C A T O R C E

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Sí, llévame hasta donde quieras. Haz conmigo lo que quieras por que al fin y al cabo, entregarte a una persona puede llegar a ser liberador. Sentir que no tienes que decidir, que no tienes que pensar qué es lo que será mejor. Nada, él tiene todo el poder ahora. 

 El ascensor hasta la subida al despacho se me está haciendo eterno y más cuando puedo escuchar la respiración agitada de mi hombre sobre mi nuca. Sus manos recorren mi cuerpo acariciando delicadamente la piel de mi muslo mientras sube hasta mi entrepierna. 

Una vez se abre la puerta me empuja levemente para hacerme salir. Me persigue y me acecha cuando estoy a punto de abrir la puerta para entrar a ese lugar al que nunca debió haber entrado. 

-- No, no voy a hacerte nada ahí dentro. -Y me detengo para mirarlo a los ojos. 

¿Qué? Le doy vía libre, algo que cualquier hombre desearía y me acaba de negar que quiera usar los miles de juguetes que tengo ahí dentro. 

Se quita la corbata y me mira lujurioso, sonrío. No sé qué narices le está pasado por la cabeza pero me pone lo pelos de punta cuando coge mis muñecas para subirlas sobre mi cabeza. Me acorrala contra la pared para atar mis manos a la lampara que cuelga sobre mi cabeza. Le miro a los ojos con la respiración agitada. 

Besa mis labios, mete su lengua en mi boca provocándome un gemido que hace que pegue su cuerpo completamente contra el mío, haciéndome sentir su erección latente. Muerde mi labio inferior tirando de la piel de mí labio hacia él provocándome un pequeño delicioso dolor. 

Noto como sus manos acarician mi piel sobre la fina tela del vestido hasta llegar a la raja que deja la piel de mi pierna al descubierto. Lleva ahí sus dos manos y de un solo tirón lleva ese roto del vestido hasta mi pecho y de nuevo tira hasta que me cuelga a los dos lados. Como si fuera un  chaleco. Se muerde los labios al admirar mi cuerpo. Que solo lleva un pequeño tango negro puesto. 

-- Eres preciosa. -Dice con una voz sexy y ronca. 

Y se abalanza sobre mi cuello cuál vampiro ansía saciar su sed de sangre. Pasa su lengua desde mi clavícula hasta mi oreja, haciendo que se me erice la piel de todo el cuerpo. Lleva una de sus manos a mi pecho izquierdo para acariciarlo lentamente, pellizca mi pezón haciéndome soltar un pequeño jadeo.

Y es justo ese momento cuando de un giro me pone mirando contra la pared. Siento como sus manos se colocan sobre mis caderas y tira levemente de ellas para hacer que mi culo quede hacia él.  Me da un pequeño azote para hacerme gritar levemente de sorpresa, me giro levemente para verle pero no me deja. 

-- Solo, siéntelo... -Dice justo antes de morder levemente mi culo. 

Wow. 

Siento como aparta levemente el hilo de mi tanga y se adentra en mi lentamente, pone una de sus manos en mi hombro para atraerme hacia él y penetrarme hasta el interior. Una vez y otra más. 

He perdido la cuenta de las embestidas celestiales en mi segundo orgasmo y él, joder, él ha sido como un dios que no he conocido nunca y si, quiero repetir una y mil veces. 

Tras acabar se ha subido al cremallera y me ha desatado. 

-- ¿Tienes algo para ponerte aquí? -Sonrío ante su mirada lasciva y asiento. 

-- Dame tu americana. -Levanta una ceja y se la desabrocha para dármela. 

Me la pongo sobre los hombros y la abrocho, me queda algo grande, perfecto para que me tape mis partes más intimas. Acaricia mi rostro y pone el pelo tras mi oreja para después darme un leve beso sobre los labios.

Hemos vuelto al apartamento, Asher me ha acompañado hasta la puerta de mi casa para despedirse con un beso dulce y rápido, demasiado rápido. 

Al entrar en casa voy directa a la cocina y saco un poco de zumo de la nevera para servírmelo cuando tocan a la puerta. Niego con la cabeza, no pienso abrirle porque sí, se que es Jared. 

Otro golpe que hace que me sobresalte levemente, me acerco a la puerta con el vaso en la mano y le doy un pequeño sorbo. 

-- ¿Me vas a dejar en paz en algún momento? -Digo algo alto para que me escuche. 

-- Skyler, abre la puerta joder. Tengo algo que te interesará saber. -Rio para que me escuche. -- Joder, Asher, te está engañando. Te está usando. 

Abro la puerta para encontrármelo, con un chandal y un ordenador en sus manos. Levanto una ceja sonriente. 

-- ¿No me digas que es tu amiguito y que también trabaja para papá? -Niega. 

Cierra la puerta y se adentra para sentarse en mi amplio sofá del salón. 

-- Sé que quizá no me creas pero esto es muy gordo Skyler, después de que me diera semejante paliza, a mi, quise saber más de ese tío. De ese que te ha follado esta noche en mi lugar. -Le sonrío y le guiño un ojo. 

-- Y como lo hace... -Muerdo mi labio. 

Da un golpe en la mesa, haciendo que mi sonrisa crezca y que me sienta más poderosa, ese poder de saber que puedo ponerle todo lo celoso que yo quiera con solo algunas palabras, él me pertenece, desde el momento en el que se enamoró de mí. 

-- Joder, concentrate. -Escucho que se dice a él mismo. 

Me doy la vuelta y le doy su pequeño espacio para que respire mientras le sirvo otro zumo de naranja. Le llevo el vaso a la mesa y se lo dejo junto a su ordenador para después sentarme a su lado. Respira hondo y me mira, pero no es una mirada como las que conozco, esta... ¿asustado?

-- Me estás poniendo nerviosa Jared, habla de una maldita vez. -Coge mi mano. 

-- Skyler, tu novio... trafica con mujeres. Te está usando para que esos hombres que pagan tus facturas, se las paguen a él. -¿Qué? 

Miro el ordenador y lo cojo dejándole levemente de lado, no veo a Asher haciendo algo así. No le veo mintiendo de tal manera, siendo tan buen actor pero es ahí cuando me doy cuenta de la verdad. 

Soy un blanco fácil. 


^^.^^.^^.^^

Y aquí tenemos un nuevo capítulo, ya empezamos a desvelar la verdad de algunos de nuestros personajes. 

¿Tendrá Jared suficientes pruebas para que Sky le crea? 

Lo veremos en el siguiente capítulo. 

Os amo, 

Christina Hortet. 


Perfectos Infieles | Saga Perfectos || Hot  PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora