La noche ha sido ajetreada, después de todo lo que ha pasado en estos últimos días lo ultimo que me faltaba era que esa alimaña de Jared siga empeñada en volver a meterse en mi vida, es de esos hombres que no entienden la palabra NO como respuesta.
He dormido bastante bien, me he levantado a las siete de la mañana y he tomado un copioso desayuno para después darme una buena ducha. Una mañana perfecta. Miro mi teléfono y no tengo ninguna respuesta de Asher, el muy listillo debe estar buscando una buena excusa que decirme para que no le corte la cabeza.
Es lunes por la mañana y tengo muchas cosas que preparar sobre la gala de ayer, debería tener varios informes sobre la mesa cuando llegue.
Una blusa blanca, unos pantalones de pinza negros y mi americana negra son el outfit perfecto pero cuando estoy a punto de salir alguien llama a la puerta sobresaltándome, abro al instante.
— Yo... te lo puedo explicar y no, no es lo que parece. –Levanto una ceja.
— Mira Asher, he visto imágenes, tuyas con esas chicas encadenadas así que... ya puedes tener una buena excusa, no, tienes que tener LA excusa. No me puedo creer que alguién como tú esté metido en ese pedazo de lio –Me cruzo de brazos y le dejo pasar a la casa.
Asher no hace ningún amago de darme un beso, de acercarse, nada. Se le nota nervioso, no deja de mover sus dedos de las manos y respira rápidamente pero es algo que no me importa, debo ser sincera conmigo misma y ver esas fotos han roto mi corazón de una forma que jamás ha sido esperada para mi.
— Venga, suéltalo. No tengo todo el día.
— Verás... esas chicas vienen a trabajar a la isla pero no es lo que parece. Solo vienen atadas para que no se desvíen, no es la primera vez que matan a una de esas chicas al escaparse. Las enseñamos el idioma, las costumbres y después simplemente se les busca un trabajo, de lo que mejor se les dé.
— Ya... dime la parte mala.
— Pues verás... trabajo para un cartel de la droga, para los japoneses y bueno, ellas trabajan limpiando, contando dinero... pero no son prostitutas. Eso jamás.
Sonrío levemente y no puedo evitar aplaudirle. Empiezo a reír y cojo mi bolso.
— Me encanta tu papel, muy bueno. En fin... esto parece ser que se ha terminado.
¿Le creo? Nada de nada, como puede ser que traigan atadas a chicas solo por eso que me dice. Lo siento pero no, si esas mujeres vinieran bien podrían trabajar de esa forma que indica sin tener que ir atadas.
¿Las matan? Claro, porque intentan escapar de este rídiculo mundo al cual las obligan a quedarse.
— No, no... –Se acerca a mi y me coge de la cintura.
Siento su olor a pachuli cerca de mis fosas nasales y cierro los ojos, no puedo entender que es lo que quiere de mi, trabaja para un capo de la droga y eso solo significa una cosa, al final, morirá.
— Te quiero Skyler... no te conté nada porque no quiero que te hagan daño. Intento protegerte. –Acaricia mi mejilla y hace que le mire a los ojos.
— No me hagas esto Asher, ¿Dónde estabas para protegerme cuando me paso todo lo que paso en el pasado? ¿Dónde estabas tú? Nadie me ha protegido jamás. No necesito que nadie me proteja, no os necesito. ¿Tan difícil es de entender?
— Claro que no mi niña, tú eres fuerte. Siempre lo has sido, has sobrevivido a un infierno pero ahora estoy aquí, para ti. Déjame compensarte por todo esto. –Acerca sus labios a los míos haciendo que mi cuerpo se tense levemente.
¿De verdad le voy a dar el beneficio de la duda?
No, no voy a ser de ese tipo de mujeres. Me niego totalmente.
Empujo su cuerpo lejos del mio cuando sus labios están a solo centímetros de los mios. Lo siento pero no voy a ser parte de ese mundo, de ese mundo que viví tan cerca, que sentí tanto en mi cuerpo que me hizo ser la hija de puta que soy ahora mismo.
Los hombres no dejan de soprenderme y precisamente no para nada bueno.
No puedo entender el porque de esa trata de blancas que parece no importarle a ninguna persona, de hacer que esas mujeres puedan ser totalmente libres.
-- No quiero volver a verte Asher... Y creeme cuando lo digo porque va totalmente en serio. Desaparece de mi vista ahora mismo o seré yo, la que haga que tu sangre sirva como pintura para un lienzo.
Se queda quieto, mirandome con los ojos muy abiertos. No se esperaba esa respuesta y yo lo sé, después de todo lo que hemos vivido juntos no va a lograr que le perdone solo por creer que me estaba protegiendo. No he necesitado nunca un protector y no pienso empezar ahora.
Me muevo rápidamente hacia la puerta de mi apartamento para abrirla y dejarle salir. Una vez tiene un pie fuera de él intenta decir algo pero le cierro la puerta en las narices justo en ese momento y de un buen portazo.
Se acabó, una relación toxica menos.
Al cabo de varios minutos cuando he conseguido calmar mis ganas de sangre decido volver a mi rutina. Cuando voy bajando por el ascensor le dejo un mensaje a Jared:
"Te veo en una hora en mi despacho, S"
Necesito hablar con él, quiere estar en mi vida, perfecto pero tendrá que hacer algo para demostrarme que puedo confiar en él, al menos, no en el plan sentimental pero creo que podría ser una muy buena baza para mí en el tema profesional.
Decido coger mi deportivo blanco para ir hasta el edificio de mi compañía, hoy me esperan un par de reuniones con dos empresas japonesas para un lanzamiento de una nueva bebida que quieren introducir al país. Por norma general, no suelo ocuparme de este tipo de cosas pero han pedido expresamente verme y al final, es mi empresa.
Al llegar a la oficina saludo a mi recepcionista y subo directamente a mi despacho. Espero tener varios informes sobre la gala que tuvo lugar anoche, espero haber convencido a varios accionistas para que apoyen mi nueva andanza y lo sabré en unos minutos.
Al llegar a mi despacho veo que las persianas de los ventanales están cerradas, es extraño, supongo que las habrán limpiado. Entro y al cerrar la puerta huelo a perfume masculino. A un perfume que conozco.
Siento como unas grandes manos me tapan los ojos y pone unos auriculares en mis oídos, con una canción especial. Su canción. Pone una de sus manos sobre mi vientre y me pega a su cuerpo haciéndome sentir la enorme erección que me pone nerviosa, nerviosa y caliente. No tiene camiseta, solo unos vaqueros por lo que puedo notar.
Me quita la mano de los ojos y me deja verlo, semidesnudo y con una mirada oscura.
Jared tiene la puerta del "despacho" abierta, lo miro a los ojos y sonríe. Escucho un tintineo y veo que lleva unas esposas en las manos y eso me excita.
— Confio en ti, Skyler. Soy completamente tuyo y puedes hacer conmigo lo que desees. -¿Qué?
— Jared... Yo, joder. -Se acerca a mi cuerpo y me estrecha contra el suyo.
No puedo mentirme, lo deseo, lo deseo con todo mi cuerpo, con todo mi corazón. Con mi jodido y roto corazón.
— No digas nada, solo disfruta de tu momento. -Y ya, no necesito nada más.
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Buenas noches amorcitos, aquí os dejo otro trozo de esta historia. Espero que os haya gustado.
Un beso amores
Chris ^^
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Perfectos Infieles | Saga Perfectos || Hot PAUSADA
RomanceTodos piensan que me han destrozado, piensan que estoy llorando por las esquinas pero no. Llevo unos meses preparándome mentalmente para todo lo que puede ocurrir de aquí en adelante, no voy a esconderme, no lo haré más. Y ahora, todos sabrán quien...