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Las cosas seguían igual con el rubio, ninguno tenía ánimos de nada y tampoco habían hablado esos días. Emocionalmente estaban mal, ambas partes habían hecho un buen daño, pero al menos físicamente se sentían estables.

Bueno, Vegetta no podía decir que estaba taaan bien, los dolores de su vientre se volvieron un poco más punzantes, pero no era nada de lo que preocuparse, sólo el simple despecho. Y Rubius... Él se había cerrado bastante. Los primeros en notarlo fueron sus hermanos oscuros, que pese a sus insistencias para hablar con el rubio, éste se negó rotundamente.

Su lengua traicionera le hizo exponer dudas que no iban al momento, y su cerebro necio negaba creer en alguna de las palabras que salieron del azabache. Aunque tal vez... Sólo tal vez, una parte de él buscaba hallar sentido a lo discutido con respecto a... Un bebé.

•••

Por supuesto, habían buenas noticias. Y es que Vegetta por fin dió su anuncio, dió a conocer a su cachorro a las personas importantes para él, obviamente se trataban de sus amigos, aunque Auron y Mangel no habían podido presentarse a aquella pequeña reunión en su mansión.

Y si bien las cosas fueron bastante complejas de explicar, ya comenzaban a asimilarlo, eso sí, habían pasado sus buenas horas antes de eso. Mas si le preguntaban a él, las cosas más rescatables y divertidas de la junta fueron las caras de sorpresa de todos, especialmente de su amigo Willy y la emoción con la que se acercaron a palpar su vientre. Parecían viejas chismosas felicitando a la comadre que sólo pensaban que estaba gorda pero era lo de menos.

– ¡Me alegro mucho por ti, Vegetta! –
Exclamó Lolito abrazando al azabache, era el último en irse de ahí. Vegetta por supuesto le devolvió el abrazo, era un poco difícil por el bombo que se cargaba a la altura de la panza pero sólo pudo enternecer al pelinaranja.
– Cuando visité al doctor y me dijo que había otro como yo, me asusté. ¡No pensaba que fueses tú! –

Dijo sin más, como si no hubiese dejado empanadísimo al hombre frente a él. «¿Otro como yo?» Pensó Vegetta de inmediato, mirando atónito a los ojos esmeralda, su boca abierta fue cerrada por la palma de Lolito, que sólo pronunció un "Shhh" a la par que guiñaba un ojo.

– Secreto de embarazados. –
Susurró haciéndolo reír y asentir.

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A los que apostaban en
capítulos pasados, me deben 50 varos.

Vlad.

Nine Months - RubeGetta. [Corrigiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora