The Most Dangerous - Justin Bieber y tú -

Capítulo 2 - Amigas nuevas, que alivio.

"Nena, no estás siendo del todo discreta."

Quedé congelada, sin saber que decir.

Me había pillado observándolo como una estúpida psicópata, y ahora no sabía que responderle. 

Lo miré y ya no tenía la vista en mí, me relajé y seguí con la clase.

Al toque del primer timbre, salí pensando en que tendría que ir a la cafetería o algo, limitándome a estar con el teléfono por todos los lapsos de descanso, ya que no tenía amigos hasta el momento.

Fuí a la cafetería, así como lo mencioné y pedí algo para comer. Me senté en una mesa, absolutamente sola y saqué mi teléfono para publicar un par de tweets referentes a como estaba yendo mi día, hasta que llegaron dos chicas, por lo que noté, bastante extrovertidas.

Eres la chica nueva, ¿verdad? — dijo una con el cabello tomado exageradamente en alto.

Me limité a asentir y bloquear el iPhone, para luego guardarlo en mi bolsillo. Supuse que esta conversación sería divertida.

Mi nombre es Ariella—dijo la otra chica, que era pelirroja.— dime  Ari, todos me conocen así. Y ella es Channel, dile.. Channel. —rieron las dos a unísono, como si se tratara de gemelas.

Me llamo Cathleen, díganme Cat. — reí bajo y las miré.

Bien, Cat.. ¿No has hecho amigos? — dijo la chica del moño alborotado.

Hum.. No, aún no. — Bajé un poco la mirada y jugué con mis dedos.

¡Estaremos dispuestas a ser tus amigas! —gritó Channel, dejándome exhausta por su repentina alegría.

Me parece bien — sonreí ampliamente y ellas se me acercaron, para susurrar algo que creí que de seguro nadie debía escuchar.

¿Qué te dijo Justin en la clase? — Susurró la morena, Ariella.

¡Oh, así que si tiene nombre!

Bueno.. Yo lo estaba mirando y él al parecer se dio cuenta de eso, aunque de todos modos, no me importa. —Dije desinteresadamente, moviendo una mano al compás de mis palabras.

¿Lo estabas mirando? ¿Y él no se enfadó? ¿Te amenazó? ¿Que hizo? — dijeron entre preguntas.

Las conocí hace un minuto, y ya me llenan de preguntas, genial.

Hey, relájense. —moví mis palmas relajadamente.— Él solo me dejó un papel en la mesa diciéndome que no había sido del todo discreta al mirarlo, y la verdad aún me cuestiono como es que nadie lo miró. Entró con aires de grandeza y con un cigarro en la mano, ¿Es que ese chico no tiene modales?

Cathleen, no tiene modales, ni siquiera trates de buscarlos, perderás el tiempo en ello. — Susurró Ariella en cuestión de segundos.

De pronto las miradas se centraron en la entrada de la cafetería, dejándome ver a el supuesto Justin, entrando con un grupo de chicos con no muy buena pinta. No solía juzgar por la vestimenta, de hecho, lo encontraba ridículo, pero en este momento se me hizo inevitable no pensar lo peor de ellos. Un chico al lado derecho de Justin, tenía un gran corte en el pómulo izquierdo, estaba vestido con ropa que a simple vista se notaba que no era de su talla y tenía una gran cadena colgando del cuello, al igual que Justin. Ese, debo reconocer que me dio algo de miedo con tan solo echarle un vistazo. Los demás eran casi iguales, y había un chico que se veía más tranquilo, al lado izquierdo de Bieber, era blanco igual, tenía unos ojos azules que de seguro serían capaces de iluminar el lugar entero, y estaba vestido más.. ¿Cómo lo digo? Más normal. Y los otros dos chicos más, que venían atrás, estaban vestidos más parecido a él.

Tomé de mi café y miré a las chicas, quienes estaban mirando la llegada del grupo ese, que ya estaba comenzando a irritarme un poquito.

❇❇

Las clases habían perdurado bastante aburridas, todo hasta que sonó la campana para salir. Tomé mi bolso, dispuesta a salir de el lugar, pero un brazo me tomó con firmeza justo antes de salir por la puerta del salón.

Creo que no te has presentado. —dijo arqueando una ceja y mirandome creído.

¿Tendría que hacerlo? — Di un respingo y tiré de mi brazo para que me soltara. Algo que no hizo.

Supongo que deberías hacerlo, después de todo, seremos novios. — Soltó una risa, creída, por supuesto.

Conmigo no te salen los encantos, me pareces patético. — Escupí mis palabras sin miedo y salí del lugar, logrando escaparme de su agarre.

No te hagas la difícil, perra. — Rió divertido, y yo solo me resigné a seguir caminando para salir luego del lugar y de su asquerosa vista.

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Y bieeen, me gustaría ver sensuales comentarios y votos en este capítulo:(
Ojalá conseguir lectoras fieles algún día.

much love, xx.