Escaleras al cielo. {Robert Lewandowski}

Tercer escalón: Amor y paz.

El amor no es algo que se ve constantemente. Muchas veces es confundido por la miseria y la soledad, lo que conlleva a un estado de locura creyendo que todo lo que se mueve a su al rededor es más de Amor y paz.

Tercer escalón: Amor y paz.

Robert podía ver como le aplicaban suero y le quitaban algo de sangre a su chica... perdón, a la chica. Se veía aterrador aquella cosa. Melina hace unos minutos atrás estaba hablando con el doctor sobre si le aplicaría, por hoy, las cosas que tenía que hacerse, en la misma habitación de Robert Lewandowski. No duró un segundo para convencerle, tal vez será por aquella ternura que poseía la chica al hablarle al doctor como si fuese una niña pequeña. Robert adoró eso.

La chica volteó su cabeza casi por detrás de su hombro para picarle el ojo a Robert, quien no podía moverse un centímetro de su camilla.

Una vez todo hecho, las enfermeras se fueron para poder analizar la sangre de la chica,pues algo que Robert y nadie sabía, a excepción de la paciente y el doctor, es que su Anemía estaba más intensa y la Leucemia fue encontrada.

La habitación de Robert era la más lujosa de todas, en una pared había un gran ventanal donde se podía ver la portería y más allá de ella. La noche se mantiene iluminada gracias a la luna llena y las sencillas decoraciones del exterior del hospital hacía que se viese más lindo el panorama. Hay aclarar que las luces de la habitación de Robert solo fueron encendidas una vez, cuando las enfermeras llegaron para atender a Melina, y cuando se fueron las luces volvieron a apagarse.

Lo que no sabía Melina es que Robert sentía pánico al estar encerrado en una habitación con las luces apagadas. Sin embargo, el pánico no se activó porque a Robert no le importó. Tenía más cosas que hacer, estaba ocupado admirando a la chica que estaba a su lado acompañandolo.

Había silencio, pero sentía paz.

y eso es más que importante para Robert pues la paz, para él, no se puede comprar. La paz se adquiere o se regala. Melina le estaba regalando algo que Robert siempre apreciará por parte de ella: Paz.

Sin embargo, el viajero no se percataba que la paz no era el único regalo, sino el amor. Un amor que estaba creciendo rápido, sin temores, sin rencores. Crecía y se asomaba como un amanecer en verano: Grande y cálido.

Los viajeros lastimosamente no se percataban de esto. Los dos viajeros anteponían cosas que para su mente resultaban más importantes, pero no se daban cuenta que el corazón es más grande que ello, y podía entrometerse en todos sus planes.

Darle fé, rezar a la luna, al sol y al ángel, que estas escaleras al cielo no se vean afectadas. Rezar a la luna, para que Menguare a los dos viajantes y su camino se aproxime a buenos y nuevos desafíos. Rezar al sol, para que en cada tormenta, sus rayos sonsaquen aquél diluvio, y que aún en él, los viajantes se procuren de ver la hermosa escalera, el camino y el paisaje que reflajan; Rezar al ángel, para que sea su guardián en todo su nuevo trayecto y, por ultimo y más importante, Dar fé: Dar fé en los dos viajantes, dar fé en que sus escalones sean cada vez más amplios y pueda caber, algún día, los dos en el mismo escalón.

Recuerde, el primer viajante es el menos cobarde, pero el que más golpes lleva. Recuerde, el primer viajante no podrá aguantar, y la mano que estaba entrelazada con el segundo viajante se soltará, partiéndose desgarradormente a la mitad aquellos recuerdos que compartían los dos juntos.

Tercer escalón: Amor y paz. La lucha apenas está comenzando.