Octavo escalón: ¡Me matas!

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Mente sin remedio,

buscando una cura para su mal,

A merced del infierno,

en una batalla sin final.

No se pudo sentir más feliz, Robert la había visitado y por consiguiente sus amigos, los jugadores del Bayern Münich. A diferencia de Robert, ella podía levantarse, sin embargo Robert se preocupaba por cada movimiento de la chica que estaba en la camilla, olvidando discapacidad, centrando el cuidado en la chica y no en su tobillo.

 Sus compañeros podían notar el cambio que la chica le hacía a Robert. Ellos le conocen por ser una persona seria, muchas veces por su agresividad. Hoy Robert se demostraba carismático, cuidadoso, tierno, todo lo contrario a lo que sus compañeros conocían. Pero ellos se complotaron mentalmente y decidieron quedarse cállados, pues si lo hacían tal vez aquél Polaco podría cambiar de nuevo a lo que era antes. Era cómico y sorpresivo ver a Robert de esta manera.

- ¿Eres de aquí, Mel? - pregunta el capitán. a Robert se le heló la mente. Mel. Él solo podía decirle así porque el la conoció primero y la conoce más que ellos. Su nombre completo es Melina... Melina.

- He vivido toda mi vida acá, pero tengo raíces Italianas por parte de mi madre - responde. - Nunca he conocido Italia, pero ella me hablaba maravillas del país. Supongo que sería lindo ir allá algún día. - luego mira sus conecciónes.- Claro,cuando salga de esta cosa. - Los dos ríen.

Una que otra mirada se dedicaban el delantero y la chica. El amor está saliendo a flote.

El amor es mi arma letal y el dolor es la continuación de mi muerte.

- ¿dentro de un mes no tendrá Polonia un amistoso con Italia? - habla de repente Neuer.

- Sí, es allá mismo en Italia, en Roma. - afirma Müller. Robert no tendría nungún problema en llevar a Melina, tal vez se quedarían más tiempo en aquél país conociéndolo, sería maravilloso. Robert mira a Melina, quien oculta su cara de curiosidad y vergüenza. Supuso que quería ir, es obvio, pero nunca aceptaría la oferta que se le ofreció tan indirectamente directa. 

- Sí sí, ven conmigo. - le habla en tono de súplica. Sus ojos comenzaron a brillar. - solo piénsalo, tú, yo, la lesión, mirando un partido en el que yo debería estar.

- Hey, no te precipites. No voy a hacer que hagas eso. Lindo de tu parte, pero no. - Responde nerviosa. Qué pensarán, ella no es una aprovechada. Ella no iba a aceptar esa propuesta tan lanzada, puesto que apenas y se conocen, ni siquiera él sabe su apellido.

Él tenía que ingeniárselas. Dios, quería esa mujer a su lado  y no sabía por qué, solo sabía que la quería a su lado. A Robert no se le ingenió más que otra cosa para convencerla que sobornarla.

- Si vienes conmigo, te regalo la próxima temporada de bundesliga en VIP.

Ella ríe, sus amigos se sorprenden.

- Intenta de nuevo. - dice ella.

- Un perro. - señala a Müller. - Que tenga cara de él. 

-Intenta de nuevo.

-Una tortuga. - luego señala a Holger. - Que tenga cara de él.

- Intenta de nuevo.

- Un pez. - Ella estaba esperando a que señalase  alguien, esta vez señala a Ribery - Que tenga cara de él. Pues, se que sería una piraña, pero son miles de especies las de los peces. 

- ¿qué? -ríe ante su comentario. Ribéry no se pudo sentir peor, todos estaban conteniendo sus risas, Robert ya los había detallado y relacionado con animales a todos. - Intenta de nuevo.

- Un libro tan grueso como los cachetes de Götze, podrías divertirte mucho. pareces ser intelectual.

.- Lindo cumplido. -Dice ella. -intenta de nuevo.

- ¿una bolsa? - pregunta ya cansado, no tenía nada más que decir y su creatividad para sobornar era pésima .

- ¡Qué tentativo! - los ojos de Robert brillan, pero a la vez estaban confundidos. ¿una bolsa? ¿en serio? 

- ¿entonces? 

- Intenta de nuevo. -dice de nuevo. No puede creerlo, Robert tenía sus ganas al ciento por ciento de llevarla. Si le dice que no de nuevo entonces dentro de un mes localizaría su casa y la secuestraría para llevarsela junto con él. No, es mentira. no haría eso pero sí la convencería.

- ¿Qué? es lo mejor que puedo ofrecerte. - dice él cruzando sus brazos.

- Me quedo con la bolsa.

- ¿Estoy delirando?

- Intenta en un mes.

- ¡Me matas!

Escaleras al cielo. {Robert Lewandowski}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora