Extra 4.

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marry me, minion.

En el campo, una Dayana de 25, un Nate de 29, un Santiago de 5 y una Charlotte de 4 estaban teniendo un hermoso picnic.

Celebraban que Dayana había llegó a los 25 millones de seguidores en todas las redes sociales y que el nuevo disco de Nate había sido todo un éxito, también el echo de que a Santi se le había caído su primer diente.

—¡No corras, Charlotte!—grita Dayana, viendo como su hija corría colina abajo—. ¡Te vas a partir la madre, ombre!

Soltó un suspiro y negó con la cabeza. Su hija era igual de terca que ella.

—Es idéntica a ti...—dice Nate, riendo—. Es tu karma

—Espero que Santi no sea idéntico a ti—dice burlona, Nate la miro ofendido—. ¡Charlotte, te vas a pegar!

Se oyeron unos golpes y después risas. Dayana rodó los ojos.

—¿Que tiene de malo que Santiago sea como yo?—pregunta, Dayana lo miro incrédula—. Es verdad, era un hijo de perra

—Fuckboy, drogadicto, mujeriego...

—Okay, okay, entiendo—dice entre risas—. Esperemos que Santi sea como Shawn

—Ya está Shawn Alejandro—dice divertida, Nate soltó un «chispas»—. No puedo creer que Sof le haya puesto Shawn, es decir, en ese caso le hubiera puesto a Charlotte Dayana, es idéntica a mí la hija de su puto padre

Nate soltó una carcajada, la cuál fue parada por qué se oyó un golpe y puro silencio.

Oh, puta madre. Pensó Nathan.

—¡Ya te partiste la madre, ¿Verdad?!—grita Dayana parándose. Tenía razón—. Charlotte que te dije.

La tomo entre sus brazos, mientras Nate cargaba al placebo, quien se venía riendo de su hermana menor. 

—Me caí...—dice Charlotte, con lágrimas en sus ojos

—No, ¿En serio?—dice Dayana sarcástica, limpiando sus heridas—. Te dije que te ibas a partir la madre

—Se cayó muy gracioso—dice Santiago, sus padres lo miraron mal—. ¿Que? Es verdad

—Fue por tu culpa—lo señaló la rubia—. No me dijiste que esa rama estaba ahí...

—Si te lo dije—dice el niño, Nate alzó una ceja—. Cuando te caíste.

La garganta de Nate hizo un ruido, dando a entender que estaba apunto de soltar la carcajada, si no hubiera sido por la rubia que la vio mal y su hija que comenzó a llorar.

—Ya está—dice Dayana—. No corras, por favor.

Dayana se sentó, recargada en un árbol, Nate a un lado de ella, con Santiago y Charlotte jugando a «Zombies atacando a la princesa» a medio metro de ellos.

—Dayana, con estos pequeños monstruos, me ha quedado claro algo, eras, eres y serás la persona con la que quiero estar para toda la vida. Eres la chica más increíble que he conocido, con tan solo dos meses de conocerte, tenías mi corazón, no me sabía tu segundo apellido cuando ya haría cualquier cosa por ti. Me encantó ser la primera vez en casi todo, y quiero que sea así siempre.

»Con tus películas, con tus series, con tu música, tus premios, todas y cada una de tus cosas, quiero ser el primero. Quiero que estés ahí conmigo en todo lo que haga, en todos mis proyectos, en todas mis dudas, me hiciste cambiar para bien, y te lo agradezco infinitamente, no puedo cambiar el pasado, pero puedo imaginar el futuro y quiero que estés en el.

Nate se levantó, pasa después, hincarse frente a su novia, quien no podía detener las lágrimas.

Sus hijos los miraban atentos, abrazados, viéndolos con una sonrisa.

—Dayana Monroe...—comienza Nate, Dayana soltó un «¿Si, Maloley?»—. ¿Te casarías conmigo?

Dayana sonrió, miro a sus hijos, después a su novio y asintió.

—Claro que me quiero casar contigo, mi amor.

Tomo la cara de su ahora, prometido y beso sus labios, mientras sus niños gritaban de la emoción.

—¡Mami y papi se casan!—grita Charlotte, aplaudiendo

—¿Me puedo casar con Stormi?—pregunta Santiago, en tono angelical.

Nate se separó de Dayana, los dos soltando una carcajada.

—Pequeño placebo, ni siquiera has cumplido los 10 años—dice Dayana divertida.

—Pero yo quiero estar con ella siempre—dice, queriendo parecer triste.

—Es ese caso...—habla Charlotte—. ¿Puedo casarme con Ocean?

Dayana soltó una carcajada.

—Me temo que no, bolita rubia—le dice a su hija—. Ocean es tu tío, es familia de sangre.

—Ademas, ¿Quién te dio permiso de casarte?—pregunta Nate, alzando la ceja

—Cierto—dice Santiago, poniéndose a lado de su papá, queriendo hacer lo mismo que él.

Esa era la nueva familia de Dayana, y estaba tan feliz por eso.

𝐀𝐇𝐎𝐑𝐀 𝐒𝐎𝐘 𝐃𝐄 𝐌𝐀𝐆𝐂𝐎𝐍 ━ Old Magcon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora