Después de lo que había visto en las bodegas, regrese a casa, en el camino le avise a papá y a Lu. Al llegar a casa me encerré en mi habitación intentaba procesar todo, pero muchas preguntas daban vueltas en mi cabeza.
¿A caso solo jugo conmigo? ¿Realmente le gustaba o todo lo que dijo era mentira? ¿Su intención era que yo fuera su tapadera? ¿En el beso con Omar se molesto porque él me besara o por que yo lo bese a él? ¿Cuál de los dos era él que realmente le importaba? Estas y mil preguntas más me estaban volviendo loca.
El timbre comenzó a sonar y poco después escuché como Ander gritaba afuera de mi casa, la verdad no tenia cabeza ni ganas de verlo ahora. Simplemente lo ignore hasta que ya no escuche nada.
— Hermana... ¿qué hacia Ander dormido afuera?- dijo Lu entrando a mi habitación.
— ¿Seguía afuera?- pregunté con mis ojos llorosos.
— Elisa ¿Qué paso? ¿Estas bien? ¿Tiene algo que ver Ander?
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— Lu —Sollocé — él me gusta, me gusta mucho y me hizo creer que yo le gustaba a él pero hoy lo vi o bueno parecía que se estaba enrollado con un chico— lloré y Lu me abrazaba.
— Ay Eli, lo siento mucho... Ander es pendejo, el lunes que lo vea lo mataré.
— No Lu, yo fui la tonta que se enrollo demasiado rápido, después de todo lo que me ha pasado no aprendo, soy una idiota.
— No digas eso hermana, las Montesinos podemos ser cualquier cosa menos idiotas, bueno y a ver si de ahora en adelante si tienes más precaución a la hora de enamorarte.
— ¡Ojala!
— Bueno vamos a dormir que ya es muy tarde, recuerda que cada día es un nuevo comienzo, así que no te abrumes, mañana todo estará bien Cari.
Dijo y se fue, no sin antes darme un abrazo.
Por la mañana, que suerte que era domingo, dormí hasta tarde y cuando desperté me di cuenta que mi celular no tenia batería así que lo puse a cargar, baje a desayunar, ya era la última por lo que lo hice en la cocina.
Tocaron el timbre y Margarita fue a abrir la puerta, no tardo mucho en regresar.
— Señorita, la busca un joven llamado Samuel, la espera en la sala.
— Gracias Maggy, ahora voy.
Al salir de la cocina e ir a la sala me di cuenta que no era Samuel si no Ander.
— Wow, ahora también mientes en tu nombre — dije llamando su atención.
— Elisa, por favor dejadme explicarte...
— No quiero una explicación, a parte no sé si a estas alturas pueda creer algo de lo que dices.
— Elisa, yo te quiero y mucho... por favor créeme.
