Venganza

Lo Que Merecen

Narra Harry//

No te vamos a esconder aquí por siempre -declaro la chica rubia que me miraba con cierta desconfianza- Sasha vendrá por ti y no quiero que arruines mi trabajo...

Vamos, Charly... sabes que el ayudo a Victoria a escapar -dijo la chica morena de nombre Alana-

No voy a arriesgar mi vida por el, lo haría por Vicky y Adeline, pero jamás por el -dijo sería-

Tómalo como si fuera un riesgo que debes tomar por ellas dos -afirmo la chica castaña que supongo es Julia- Harry se sacrificó por salvarlas y lo menos que podemos hacer por el es ocultarlo hasta que Sasha este trás las rejas, además te recuerdo que la dueña de este lugar es Victoria... y ella haría lo que fuera por protegerlo -me miro con una sonrisa dulce-

Julia tiene razón -declaro la chica gótica a quien ya conozco, su nombre es Lauren-

Les agradezco que traten de protegerme, pero Charlotte tiene razón... no puedo quedarme aquí mucho tiempo, las estaría exponiendo a todas ustedes a qué Sasha me encuentre aquí y esa no es una opción -suspire- solo les pidió que me dejen quedarme dos días...

Esta bien -dijo Alana- te dejaremos solo un momento... tenemos que hablar de algunas cosas

No respondí, las cuatro chicas salieron de la oficina y yo me quedé ahí esperando. La verdad mentiría si digo que no me siento horriblemente asustado por qué todos estamos conscientes de que Sasha es una persona peligrosa, el no descansará hasta que yo esté muerto, Adeline esté sufriendo y Victoria este a su lado; es difícil pensar que me enamore de una persona como el... pero lo cierto es que algunas veces el corazón es muy idiota, mi corazón fue tan idiota que pensó que Sasha olvidaría está loca obsesión por Victoria y se quedaría conmigo, pero obviamente eso jamás ocurrió ni va a ocurrir y mi única alternativa para reivindicar mi camino y alejarme de Sasha era ayudar a Victoria que solo es una mujer con la mala suerte de hacer cautivado a la peor basura de la cuidad.

Mi mente se vio interrumpida por unos golpes en la puerta, me levanté y abrí la puerta revelando que es Alana quien estaba tocando la puerta, ambos entramos de nuevo a la oficina, ella se sentó en el sofá y yo a su lado.

¿Estás bien? -pregunto con una ligera sonrisa-

Si, solo estoy un poco nervioso por todo esto -me sincere-

Fuiste muy valiente al hacer esto por las chicas -afirmo mirandome con dulzura- de verdad, todas te lo agradecemos mucho

Ellas no merecían el destino que Sasha les tenia preparado -admití- Adeline merece tener a su esposa con ella, los niños necesitan a su madre y Victoria ya ha tenido una vida bastante complicada... merece ser feliz junto a su familia ¿No crees?

Claro -sonrió- ¿Y tú? -la mire confundido- ¿Que es lo que mereces?

No lo sé... por ahora creo que merezco no morir -sonreí débilmente-

¡Oh, claro que no lo mereces! -dijo divertida- eres un héroe y ellos no merecen morir...

Algunos héroes se sacrifican... -susurre-

Victoria es prueba de que los sacrificios no siempre mejoran las cosas -respondió-

Eso es cierto... -sonreí-

Pero tal vez debería entregarme a Sasha, soy el único que sabe el paradero exacto de Victoria... Si yo muero, ese secreto se irá conmigo y de esa forma tal vez nunca puedan encontrarlas, tal vez si yo termino muerto ellas podrían tener una vida tranquila con su familia... la vida que merecen.

De pronto todo se puso de cabeza, mis pensamientos se detuvieron abruptamente cuándo se escucharon una serie de disparos provenientes de la parte de afuera, escuché varios gritos, Alana me miró y yo lo hice con ella.

Vete de aquí, al final del pasillo hay una puerta por donde entran las bailarinas... -dijo con el terror en la mirada-

No las voy a dejar -replique-

Nosotras somos lo de menos, tu prioridad deben ser Adeline, Victoria y los niños ¿Comprendes? -asentí lentamente- vete... estaremos bien -dijo antes de salir de la oficina rápidamente-

Me debati unos segundos sobre lo que debía hacer, finalmente llegué a la conclusión de que Alana tiene razón... Mi prioridad deben ser esas cuatro personas que están en Toronto. Salí de la oficina, todo está sumido en un silenció aterrador así que trate de que mis pasos no se escucharán.

¡Jamás te la entregaría! -se escucho que alguien grito pero no pude distinguir quién lo hizo-

Después de eso escuché un par de disparos, antes de que pudiera escuchar algo más encontré la puerta, la abrí y mi sopresa fue enorme al ver a Sasha recargado en la pared de enfrente con una mano detrás de la espalda lo que delata que está armado.

Vaya... eres tan idiota que viniste a esconderte al lugar más predecible -sonrió cínico- pero te daré la oportunidad de ganarte mi perdón... Solo debes decirme dónde estan mi mujer y mi hijo

Jodeté -dije ocultando el miedo que me causa su presencia aquí-

Respuesta incorrecta -saco la mano de atrás de él y me apunto con el arma- última oportunidad, Harry... Dime dónde esta Victoria y perdonaré tu asquerosa vida

Jamás te la entregaría... -respondí lo que escuche decir a una de las chicas ahí adentro- mátame... házlo de una vez, jamás sabrás dónde se esconden...

Puedo encontrarlas por mis propios medios -sonrió-

Y yo sé cuáles son tus medios -la sonrisa se le borro- jamás vas a encontrarlas...

¡Dime dónde están! -grito furioso- 

Jamás -sonreí cínico- no te la mereces... es mucha mujer para una porquería como tú

Escuché el sonido de las sirenas de las patrullas a lo lejos, el semblante de Sasha cambio drásticamente.

Mátame antes de que llegue la policía -dije serío-

Apunto de nuevo el arma hacia mi y en un segundo ya había disparado, lo ví alejarse corriendo mientras el dolor se hacía presente en mi cuerpo, instantáneamente me sentí débil y entonces me deje ir sabiendo que ellas estarán bien... Ellas obtendrán lo que merecen.