El Último Adiós

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Después de enterarnos de la muerte de Alana decidimos que era mejor regresar a nuestra cuidad para poder hacernos cargo de todo lo que está ocurriendo ahí incluidos los pequeños hermanos de la morena que quedaron sin nadie que pueda cuidar de ellos.

Me asusta un poco la idea de regresar... -admitió Adi mientras hacíamos las maletas-

A mí también, pero no puedo dejar solos a los gemelos -susurre- Liam y Thiago me necesitan...

¿Quien los está cuidando? -pregunto curiosa-

Por el momento los cuidan Julia y Lauren -respondí sería- cariño... Sé que ellos no son nuestros hijos, pero quisiera que se quedarán con nosotras... Se lo debo a Lana

Por supuesto que pueden quedarse con nosotras -me abrazo-

Me abrace al delgado cuerpo de mi esposa sintiendo como mi corazón se rompía un poco más al pensar en los jóvenes hermanos de Lana y en lo mucho que nos hará falta tenerla a nuestro lado.

Ella era una hermana para mí... -solloce- no merecía tener este final, Adi...

Lo sé, amor mío -susurro mientras me acariciaba el cabello- pero ahora tenemos un incentivo más para terminar con Sasha y te prometo que la muerte de Alana no va a quedar así...

Te amo -susurre mientras lloraba en su hombro-

Más tarde abordamos el avión de regreso a casa, Sebastián de por sí estaba triste por qué las vacaciones habían terminado y su tristeza aumento al darse cuenta de que vamos a ir a despedirnos de su tía Alana. La mayor parte del viaje estuve dormida y sin querer saber nada del mundo, desperté una vez ya estábamos en nuestro destino; bajamos del avión, tomamos nuestras maletas y nos encaminamos a la casa de Julia dónde tienen a Liam y Thiago.

Estoy nerviosa... -admití en un susurro-

¿Por qué? -pregunto la rubia mientras tomaba mi mano-

Por todo -ella me miró con dulzura haciéndome saber que todo estará bien-

Tardamos poco en llegar a la casa de Julia, pagamos el taxi que nos trajo y luego bajamos del auto, tome de la mano a mi hijo y empecé a caminar hacia la puerta con Adeline detrás de mí, minutos después toque el timbre y paso poco tiempo antes de que la puerta de abriera revelando a Julia con grandes ojeras y una tristeza más que evidente.

Oh, Vicky... -la castaña se abrazo a mi como si la vida se le fuera en ello- le dije que no enfrentará a esa mujer, se lo dije y no quiso escucharme -sollozo- trate de salvarla, los médicos hicieron todo lo que pudieron y nada fue suficiente... lo lamento... lo siento tanto -dijo de forma que apenas si le podía entender-

Oye... No fue tu culpa, Juls -dije tratando que tranquilizarla- todos sabemos que ella era muy terca y ahora lo único que importa es no dejar que su muerte sea en vano...

Si -se alejó de mi mientras se limpiaba las lágrimas-

¿Y los gemelos? -pregunte impaciente por verlos-

Están con Lauren -suspiro- han estado muy tristes... -dijo mientras nos dejaba entrar-

Iré a buscarlos -le dije a mi esposa-

Claro, cariño -me sonrió con dulzura-

¿Puedo ir contigo, mami? -pregunto Sebastián-

Pues... -lo pensé un momento- esta bien, Thiago y Liam necesitan un amigo, pero debes entender que es normal si ellos no quieren estar contigo...

Por qué están tristes ¿Verdad, mami? -asentí ligeramente-

Están en el salón -dijo Julia mientras iba hacia Adeline-

Tome la mano de mi hijo y juntos nos dirigimos a el salón, llegamos rápidamente y pude ver qué lo que dijo Julia se quedó corto... Los gemelos están sentados sobre el sofá uno al lado del otro con la mirada en el suelo y eso simplemente me rompió el corazón.

Liam... Thiago... -los llamé y ellos de inmediato me miraron-

Sus ojos se llenaron de lágrimas y los míos también; se levantaron de su asiento y corrieron hacia mi, me arrodille a abrazarlos mientras ellos lloraban en mis brazos y me sentí un poco mejor al tenerlos cerca, fue como si mi Alana hubiera dejado parte de ella y eso de alguna forma me reconfortó... En ese instante me propuse proteger con mi vida a estos dos pequeños, no dejar que nada les falte y de esa forma hacer feliz a mi hermanita.

Ella se fue, Vicky -dijo Liam- nos dejó solos...

No, ustedes no están solos ¿Verdad, Sebastián? -mi bebé asintió emocionado- ustedes nos tienen a nosotros... Somos su familia

Los gemelos se abrazaron a mi de nuevo y Sebastián se unió al abrazo de una forma bastante dulce; yo me quedé ahí consolando a  esos dos pequeños que perdieron una hermana al igual que yo y me pregunte cómo los haré felices sin que Alana esté aquí.

Después de eso los gemelos accedieron a ir con Sebastián a jugar, me sentí agradecida de tener un hijo tan lindo que supo cómo convencerlos de dejar un poco su dolor y divertirse. Yo por mi parte le pedí a Julia que me llevará a el lugar donde yace el cuerpo de mi mejor amiga y en poco tiempo nos encontramos camino a ese lugar en compañía de mi esposa.

¿Estás segura de que es tiempo? -pregunto Adi luciendo angustiada-

Nunca será tiempo... -apenas sonreí- jamás esperé que tendría que despedirme de ella...

Nadie lo esperaba -susurro Julia- más tarde las llevaré con Harry... Estoy segura que el querrá verlas

Gracias, Juls -dijo mi esposa-

El auto se detuvo frente a una enorme reja de color negro, bajamos de el e ingresamos a el lúgubre lugar, caminamos entre las tumbas algunas con hermosas flores y otras cubiertas de suciedad; al final, llegamos al final de un largo pasillo donde se encontraba sepultada mi linda amiga, su nombre se encontraba nítido escrito sobre la piedra y había muchas flores ahí.

Te dejaremos sola... -susurro Adeline a lo que yo solo pude asentir-

Me arrodillé frente a la tumba de Alana y dejé que las lágrimas fluyeran con libertad, de alguna forma sentí que ella estaba ahí conmigo haciéndome saber que todo estará bien.

Te quiero, Lana... -susurre esperando que pudiera escucharme- y te prometo que no me voy a dar por vencida, voy a luchar contra Sasha... Voy a vengar tu muerte, hermanita -solloce- también quiero que sepas que no tienes que preocuparte por Thiago y Liam... Nosotras cuidaremos de ellos ¿Si? -acaricie una de las muchas rosas que habia ahí- adiós, preciosa... te voy a extrañar...




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