Venganza

El Inicio De El Juego

Vengo a ver a el señor Evans -dije sería-

Lo siento, señorita Henderson...el señor Evans está en una reunión -dijo la secretaria-

Soy la esposa de el dueño de esta empresa y si no quieres que te despidan irás a traer a Harry ¿Entendiste, querida? -dije con una fingida sonrisa- y deberías llamarme señorita Morgan

Si...si, señorita Morgan -sin más se alejó por un pasillo-

Hace muy poco que estoy aquí, hace muy poco que perdí toda mi vida...y realmente no sé si algún día pueda recuperarla de nuevo, por el momento solo se dos cosas, una es que tengo que dejar atrás a la Victoria que creó Adeline y la otra es que tengo que alejar a Sasha de mi familia. La cruel realidad es que pensé que podía ser una madre amorosa y una buena esposa, pero Sasha regreso a recordarme que eso es imposible...yo no soy eso, no soy buena y es inútil fingir que lo soy.

El señor Evans la recibirá ahora -dijo la secretaria que no me percate de que había regresado-

No le dedique más tiempo y me encamine a la oficina de Harry, abrí la puerta sin pedir permiso y de inmediato me tope con la sorpresa de que Sasha está aquí.

Creí que te escondías de la policía y que no venías aquí -susurre sería-

Vengo algunas veces -se puso de pie y se acercó a mi- ¿Que haces aquí?

Hice lo que tenía que hacer allá y ahora estoy de regreso...-me acerque un poco a el y roce mis labios con los suyos- vine para que Harry me llevará contigo -de pronto mi mirada se posó en el atónito ojiazul- deberíamos ir a otro lugar...¿No?

Como tú órdenes, preciosa -tome su mano y juntos nos encaminamos hacia afuera-

Espera, Victoria -pidió Harry- no tienes que hacer esto...puedes denunciarlo y safarte de todo este lío -solte la mano de Sasha y me acerqué lentamente a el ojiazul-

¿Por qué debería hacerlo? -pregunte seria- Adeline y los niños estarán mejor sin mi en sus vidas...eso es algo que ya me quedo claro -me voltee de nuevo en dirección a Sasha y regresé a su lado- vámonos...

Deja de tratar de hacerle el bueno -le dijo Sasha a Harry-

Caminé por la empresa de la mano de Sasha, los empleados se quedaban viéndonos pasar mientras yo sonreía sutilmente y Sasha parecía presumirme como si fuera su trofeo de victoria. Entramos a el auto en dónde llegue, le entregué las llaves y así empezamos el recorrido a la casa de el castaño.

No pensé que regresarias tan pronto -dijo Sasha con seriedad-

No tenía a qué quedarme...desde que entré ya no lo pude sentir como mi hogar -mire por la ventanilla con aire ausente-

¿Y eso a que se debe? -pregunto burlón-

A qué nadie tan cobarde como yo merece tener un hogar...-una solitaria lágrima bajo por mi mejilla-

Ese no era tu lugar y lo sabes -suspiro-

Desearía seguir pensando que si lo era...-admití en un susurro-

El ya no dijo nada más lo cual agradecí, la verdad es que en este momento mi espíritu está destrozado...me siento como si todo lo bueno que existía en mi se hubiera quedado en esa casa junto a mis hijos y mi esposa; decidí dejar de torturarme por un momento y pensar en lo que le diré a Sasha cuando lleguemos a la casa, primero que nada debo poner mis propias reglas en este juego si quiero ganarlo...cosas como que no voy a acostarme con el jamás en la vida o que por ningún motivo puré acercarse a los Moore me vinieron a la mente como las cosas más importantes de todo esto, seré yo quien tome las riendas de esto por qué de ninguna manera pienso volverme una expectadora de el caos que puede ocasionar Sasha y así tenga que volverme de nuevo una maldita, voy a ganar este juego al que el quiere jugar. No tardamos demasiado en llegar a la casa, en cuanto pusimos un pie en ella apareció frente a nosotros una chica alta, de piel morena y cabello castaño, ella me miró de forma despectiva  y yo hice lo mismo con ella...aunque yo si tengo motivos para hacerlo.

Me alegra que hayas llegado...-le dijo a Sasha acercándose más de lo debido a el-

¿Que haces aquí, Maite? -pregunto mientras la alejaba discretamente-

Vine a verte y a preguntar si querías hacer algo, pero veo que tienes compañía -me miró efímeramente- ¿Quien es por cierto?

Victoria Henderson -dije mientras me acercaba a ella- la prometida de Sasha -la morena abrió mucho los ojos y miro a el castaño con evidente furia-

¿Que mierda acabas de decir? -pregunto brusca-

Lo que oíste, querida -le mostré el anillo que llevo en mi dedo, si bien es el que me dió Adeline esta vez funciona con otro fin- ¿Y tú quien eres? ¡Ah! Ya sé quién eres...¿Ella es la zorra de la que me hablaste? -le pregunte a Sasha quien me miraba divertido-

Exacto, ella es -admitió-

¡Sasha! -gritoneo la morena- ¿¡Cómo puedes decir eso!? ¡Me cambiaste por una puta como está!

No sé en qué momento paso, pero de pronto mis dedos estaban enredados entre sus cabellos castaños y los jale con fuerza hasta que ella me miró.

Escúchame bien, linda -sonreí- aquí la que no me llega ni a los talones eres tú...y por favor vete de mi casa -la solté despectivamente- ¿Podemos hablar arriba, Sasha?

Claro, hermosa -ambos pasamos de largo a la morena furiosa-

Subímos las escaleras y luego caminamos por el pasillo hasta su despacho, entramos y el cerro la puerta con pestillo.

¿De que quieres hablar? -pregunto curioso-

Vamos a aclarar las reglas de el juego...si quieres jugar, entonces te demostraré que te equivocaste al elegirme -sonreí divertida-

Que inicie el juego entonces, preciosa -dijo burlón-