CAPÍTULO 1: ESTUPENDA

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La Tierra, Universo trescientos cincuenta y dos.

POV Alba

- Y ahora mi parte favorita –me dije hacia mis adentros mientras empecé a limpiar delicadamente las partes del cuadro que tenían más barniz.–

Siempre que me toca hacer esta parte del proceso la disfruto como si fuera la primera vez.

Me parece increíble como algo que tiene la intención de proteger una obra de arte cambia la misma y le da su toque particular. Pero bueno, para eso estoy yo aquí, para devolverlo a su estado original. O al menos dejarlo lo más "nuevo" posible.

La verdad es que nunca podrá dejar de sorprenderme la cantidad de detalles que dejamos de ver a causa del barniz. Los ojos amarillentos vuelven a ser blancos. El brillo que no se percibía en el collar, vuelve a resurgir. ¿Y el color de piel? Ahora es semejante al de Blancanieves. Poder ver con mis propios ojos el color original de una pintura me provoca un cosquilleo que no podría sentir de otra manera. Me fascina.

A veces me pregunto si la gente realmente es capaz de entender lo que un restaurador hace. Que yo misma soy una, pero, el tener la capacidad de imitar a la perfección una técnica de hace cuatro siglos me parece impresionante y uno de los trabajos más meticulosos que conozco. Por eso me gusta tanto. Cada pincelada es como volver a pintar historia y quieras que no, haciendo este trabajo formamos parte de ella.


POV Maria

-Esto de que los humanos tengan que trabajar tantas horas me parece fatal. -Me empecé a acomodar entre dos galaxias- ¿Por qué no pueden tener más días de fiesta?

-A ver Mari que algo tendrán que hacer con sus vidas, digo yo. Imagínate que se pasan todo el día como tú, sin hacer nada. -Me dijo Pablo mientras se hacía un café con un agujero negro-

-Pues bien que se lo pasarían .-Le miré irritada levantándome de las galaxias- Poco hablo de las fiestas que haríamos, ¡Poco hablo!

-Bueno, bueno, tampoco te exasperes. A ver, ¿algún plan para hoy en este universo o te vas a ir a liarla a alguno de los cuatrocientos cincuenta?

Fruncí el ceño y puse una mano en mi pecho.

-¡Pero bueno! Que yo no soy así. Me duele mucho que me digas esto. La idea era quedar con la Reche y tomar algo. Esta personita me está entreteniendo mucho más de lo que esperaba.

-Pues nada, disfruta de la tarde.

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-Las ocho de la tarde y aun no he saboreado mi primera cerveza. Mira que el tiempo me sobra pero llevo esperando más de una hora. Te parecerá bonito.

-Ay Mari de verdad, que ya vamos. Siento haber llegado tarde pero es que este cuadro me tiene enamorada y se me han pasado las horas volando. -Me dijo con media sonrisa un tanto sonrojada-

-Que no pasa nada, -sonreí- pero no se, un mensaje, una señal de humo, una paloma, algo hija.

-Si, si. -me miró de reojo mientras sonreía- Tranquila que para la próxima te mando un fax.

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Sin pensarlo y mientras paseábamos, acabamos yendo al bar donde nos conocimos. No os creáis que fue la típica y aburrida amistad que empezaba con un hola. Con Alba Reche algo así no podía pasar.

Os pongo en situación.

Un día de otoño conseguí convencer a Pablo para que me acompañase a probar una cerveza artesanal llamada Estupenda. Según mis maravillosos contactos, es decir, yo misma, esta cerveza era la primera de su tipo en todos los universos conocidos y por conocer. Como comprenderéis, no podía desperdiciar una oportunidad de este calibre.

Universos InfinitosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora