CAPÍTULO 6: ES UN COCHE

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POV Maria

Entré en el estudio de Pablo el jueves por la mañana. Quedaban 2 días para la quedada con las chicas y me estaba empezando a poner nerviosa. Él estaba con cascos mientras trabajaba en la máquina de teletransporte. Que desordenado lo tiene todo por favor. Como se nota que llevo millones de años a su lado que no me sorprende nada. 

Para que os hagáis una idea de como son las instalaciones de nuestra casa, es decir, del limbo, tenéis que tener presente que no necesitamos ni paredes ni suelo. Si las tenemos es por gusto y por dar un sentido de organización a nuestra vida. No mola que el paisaje sea únicamente un conjunto de universos colocados en orden numérico y un abismo negro de fondo. Se hace aburrido. Mola más jugar a creer que sabemos algo de interiorismo. 

Total, en el estudio, Pablo ha colocado un suelo falso en el que poder apoyar los objetos que necesitan gravedad. Después parece ser que ha tapado la máquina con una manta húmeda. Ni idea de porqué, pero bueno, el sabrá. Si quiere darme una sorpresa, no lo está haciendo muy bien jaja. Mira, justo se está quitando los cascos, voy a preguntar que tal le va.

-Hey, Pablo ¿Cómo lo llevas? -Le miré apoyadándome en el marco de la puerta- No quería molestarte pero no imaginaba que ibas a estar encerrado tantos días.

-Tampoco ha pasado tanto rato. El tiempo es relativo, dicen por ahí. -Comentó mientras terminaba de soldar unas piezas sentado en el suelo-.

-Y tan relativo. Si mis cálculos no fallan llevas al menos cuatro días de la tierra de Alba encerrado en la habitación. -Le sonreí, siempre había sido muy típico en él perderse en el tiempo-.

-¿Tanto? Pues si que pasa el tiempo volando. -Dejó sus herramientas, sopló las piezas como si de esa manera se fuesen a enfriar al momento y me miró- Yo creo que unos retoques más y estará listo. Imagino que pasado mañana ya lo podrás probar. -Empezó a quitarse los guantes de soldar- ¿Quieres saber que es?

-Lo que te pedí, ¿no? -Me crucé de brazos, extrañada-.

-Hombre, claro. Pero no me especificaste como querías que fuese el teletransportador. Algo tenía que inventar que fuera coherente con el mundo de ambas chicas. 

-...Pues también es verdad. No lo había pensado. Sorpréndeme.

-He hecho...-Alargó la O y empezó a coger la toalla húmeda. De un golpe la quitó del objeto- ¡Un coche de última generación! -Me miró muy contento y orgulloso-.

-Pablo...no sé que decir....¡Que pedazo de idea! -Fui corriendo a darle un beso en la mejilla- Si es que tu mente es otro rollo, tío. Seguro que así nadie sospecha nada. 

-Jeje, bueno sí. Aun queda por calibrar unos cuantos sensores, revestir la chapa y otras cosas...pero sí, estoy muy orgulloso. -Comentó mientras acariciaba la zona donde le había dejado el beso, aish, mi novio-.

-Y...¿Cómo funciona?-Le pregunté mientras me acercaba al interior del coche-.

-Eso es lo mejor. En cuanto a la conducción, será igual que en los dos planetas. Mismas normas de seguridad, mismos botones. No hay nada que tengas que aprender, excepto viajar a través de los universos, claro. 

-Claro, claro. ¿Y como lo haremos para que Alba no note que estará viajando a otro universo?

-Sencillo. Lo bueno de que los universos de ellas sean universos "réplica" es que las ciudades son exactamente iguales. He estado investigando y no hicimos tan mal el intento de duplicar a la gente. Parece ser que solo en algunos casos ha habido algún cambio histórico menor que ha hecho que la gente de la actualidad sea diferente. Así que he pensado que no será difícil simular que estáis conduciendo por las calles de Madrid cuando en verdad estás viajando a otro universo.

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