30 de Diciembre.
"No se de donde saqué las fuerzas para escribir esto hoy, pero sentía que necesitada decirte algo. He pasado toda la noche despierto.
Estaba sentado en la cafetería del hospital con mi cuaderno sobre la mesa y mi bolígrafo en mano, pero nada venía a mi mente. Estaba completamente despejado y con una extraña sensación desagradable aquí, en mi corazón.
Iba a escribirte una nota, como todos los días, hasta que llegó Catherine desesperada y derramando lágrimas. Me dijo que fuera urgentemente, que te habías puesto mal y que los doctores te estaban reanimando.
Línea recta en la pantalla. La línea de tu vida.
Esperamos afuera. Estaba sentado en el suelo del hospital procesando todo lo que estaba pasando, no podía creerlo. Entonces el doctor salió y yo me puse de pie rápidamente. Vino a nosotros con una cara larga y la típica frase de "hicimos todo lo que pudimos...". Y entonces lo supe.
Tú te habías ido.
Aún cuando te rogué que no lo hicieras. Te fuiste para siempre. Me dejaste.
Sentí el dolor mas fuerte perforar mi pecho como una bala, una parte de mi me había sido arrancada. Por qué te dejaste ganar? Yo estaba esperandote aquí.
Mas tarde, una repentina y severa ira se apoderó de mi. Estaba molesto. Muy molesto, con tu padre por arruinar tu vida. Con tu tia, por no encontrarte a tiempo cuando tomaste todas esas pastillas. Conmigo mismo por no haber hecho nada para ayudarte, o al menos tratar de averiguar que ocurría. Y contigo, por dejarme.
No quería estar molesto contigo, pero lo estaba. Yo te amaba, aún te amo y me temo que siempre lo haré. Quería repararte, quería salvarte y tú te dejaste ir como si nada. Me abandonaste. No luchaste, te entregaste, te dejaste vencer. Mientras que yo hice todo para mantenerte a mi lado.
Quería encontrar un culpable, pero en realidad no había uno.
Luego, al caer la noche, vino la depresión. Sentía que lo había perdido todo, que sin ti ya no tenía sentido. Por un segundo se me cruzó la descabellada idea de seguirte, pero no serviría de nada. No puedes curar el dolor con más dolor.
Estuve toda la noche acostado viendo al techo. Con ojeras tremendas y los ojos rojos, de haber llorado tanto. Jamás lloré tanto en mi vida. Jamás sentí un dolor tan grande, y me temo que nunca volveré a ser el mismo que era antes.
No hay un yo sin ti.
Mi telefono sonaba sin parar, mis amigos al parecer se habían enterado de lo que sucedió y querían hablar conmigo. No los atendí. Luego de que no dejara de sonar decidí apagarlo. No los veía hace ya tiempo, pero tampoco quería hacerlo. No quería que nadie me dijera nada. No quería salir de mi habitación.
Quiero seguir creyendo que es solo una de esas pesadillas que se sienten reales y que en algun momento despertaré y te veré en la escuela.
Hoy en la mañana fui a tu velorio pero estuve casi todo el tiempo afuera, era demasiado para mi verte ahí en ese cajón, completamente inmovil. Admito que aún espero que te levantes, aunque se que no lo harás.
Tal vez lo mejor sea alejarme un tiempo, hasta que me sienta listo para volver. Ahora cada cosa que veo me recuerda a ti, y cada vez que tu rostro viene a mi mente recuerdo que no te volveré a ver. No quiero sentir eso nunca más.
No se que vendrá después de esto. El próximo mes volveré a Cheshire con mi hermana y no se cuando volveré, pero lo haré. Por ahora solo voy a dejar esta nota aquí donde estoy de rodillas; sobre tu tumba. Junto con un par de violetas que te compré afuera, porque se que te gustan.
Jamás te olvidaré, Stella Moonbeam.
Harry x"