💧Prólogo.💧

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—¡Luzu apartarte de ahí!

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—¡Luzu apartarte de ahí!

—¡Váyanse ahora!—Agarre mi brazo tratando de parar la sangre de mi herida.—¡Deben atender a los demás!

—¡No te dejaremos!—Las manos de mis amigos y compañeros intentaron acercarse a mí.—¡Necesitas ayuda!

—Váyanse por favor...—Lo que menos quería era dañar más al pueblo y a su gente,  por algo que yo había ocasionado.—Estaré bien...

—Cuídate...—Huyeron mis compañeros lo más lejos de la escena que se haría.

El suelo tembló, ante la presencia de un sujeto desconocido, pues era el principal causante  del desastre que sufría el pueblo, flotaba en el cielo teñido del rojo y olor a sangre.

—Oh, Luzu ¿Por qué esa cara tan larga?—Carcajeo haciendo un eco en el lugar, esperando que aquellos presentes lo oyeran de igual manera.—Vamos, no te pongas así, de nada sirve tú esfuerzo como héroe, de nada te va a servir y cuando acabe contigo iré por esos escarabajos.

—¡Esto es entre tu y yo!—Grité escupiendo algo de sangre de mi boca.—Metal...—¡No me vencerás e incluso me levantaré nuevamente, cuantas veces sea necesario..!—⟨Eso si significa entregar mi alma para eso.⟩

—Que tan bajo deben caer ustedes, solo para salvar lo que aman y anhelan tanto.—Apretaba sus puños.—Me dan asco...

El enemigo apunto con su dedo índice al héroe de cabellos castaños, lanzando magia, por obviedad trató de esquivar lo más posible, sin embargo le era complicado por las heridas que llevaba consigo desde otras batallas antes que está.

—¡¿Es lo mejor que tienes?!—Escupió con burla.—¡¿Así planeas salvar?!

Al cubrirse  en los escombros de lo que una vez fue el palacio, notó un arco encantado que le pertenecía y sin dudarlo intento acercarse, aunque aún era atacado, logrando darle en su abdomen derecho.

—¡Ahg!—Caí a la tierra polvosa.—⟨¡Carajo! ¡Levántate Luzu!⟩—Sujeté el arco con mi brazo izquierdo. —¡Estoy calentando tranquilo!

—¡No es tiempo para chistes malos!

—En ese caso ahí te va uno muy malo...

El castaño héroe alzó su arco apuntando al enemigo, sin dejar reaccionarlo a tiempo, fue disparado por una oleada de flechas encantadas, pero el sujeto esquivaba en el aire, para así acercarse lo más posible al contrario, por obviedad también se alejaba a una distancia. Así continúo la pelea dando ligeros sonidos que hacían eco en las montañas rocosas, todos tenían miedo que aquel héroe muriera a base de ése ser. Vegetta estaba herido por aquel golpe directo que había recibido de aquel monstruo.

—¿Qué hacemos...?—Uno de los integrantes de la legión miraba a su alrededor aquel desastre de la batalla.—Si esto sigue así no podremos mantenernos al margen.

"El Pacto" Karmaland IVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora