Sunshine CTH Terminada

S I E T E*

Estaba sucediendo. Finalmente estaba sucediendo.

Bajé del avión y me dispuse a ir a buscar mis maletas para después ir a tomar un taxi. No sabía con exactitud cuánto costaría, pero me tenía sin importancia. Lo que me preocupaba era que alguna fan me viera, siguiera o descubrieran a Sun conmigo. No sé acabaría el odio en un buen rato. Yo puedo manejarlo, llevo siete años manejando el odio de las "fans", pero no creo que ella sea capaz de soportarlo cuando apenas va iniciando su carrera.

Puse mis audífonos a todo el volumen mientras el taxista iniciaba la ruta hasta el hotel donde habíamos acordado. Le mandé mensaje para saber sí estaba por llegar. Mi cuerpo estaba vibrando de energía, entusiasmo y sobretodo deseo. Llevaba mi sudadera "emphaty" y un gorro negro de lana, empecé a arrepentirme conforme pasaban los minutos y el calor era cada vez más insoportable

-¿Siempre hace tanto calor?-le pregunté al conductor, él me miró por un momento por el espejo. Oh genial, otro que no va a entenderme

-¿Cómo?- me preguntó con su acento marcado, Sun no tenía el acento tan marcado. Era un poco fluido, pero aún así a veces era muy torpe para responderme

-El calor- le dije lo más pausado que pude

-Ohhh- quisiera que no se haya visto mi cara de disgusto- lo siento, apenas sé un poco el inglés.

Asentí con la cabeza y él siguió conduciendo sin contestar mi pregunta. Me quité la sudadera y el gorro dejando al descubierto mi playera de Maine. Pasaron varios minutos hasta que recibí la respuesta de Sun.

"Voy llegando, me asquean las curvas, he vomitado ya muchas veces"

Comencé a reír, ella era tan torpe, pero aún así era la criatura más sensual de todas

"Espero y te laves los dientes. Porque no quisiera tener que besarte con el aliento a vomitada"

Hice una mueca al imaginarlo.

"Tranquilo, ya lo he hecho ;) estoy a punto de bajarme del autobús, te veré en la habitación"

Así quedó. Pasaron unos cuantos minutos antes de que el conductor parara frente al hotel, le pagué y él bajó a ayudarme con las maletas que estaban en la cajuela del taxi.

-Gracias- le dije. Él asintió con media sonrisa antes de irse sin decir ni una palabra. ¿Así iba a ser con todos los Mexicanos? Un chico de más o menos mi edad se acercó a mí y ofreció su ayuda para llevar mis maletas. Sí algo hacía bulto en esas maletas eran pequeños presentes que le traía a Sun, como discos y merch de la banda. He visto que no tiene tantos como le gustaría y quisiera cambiar eso un poco.

-¿A nombre de quién está la reservación?- me preguntó el hombre atrás del mostrador en español. No entendí absolutamente nada, y volvió a repetir la pregunta cuando vio que no entendí

-Calum Hood- respondí. Él tecleó varias cosas en su computadora antes de tenderme un par de brazaletes.-mi...- ¿Cómo debería llamar a Sun? ¿Novia, amiga?- la persona con la que voy a compartir no ha llegado, ¿Lo llevo conmigo o aquí se lo pondrán?

-En ese caso lo mantendremos aquí- me respondió. Asentí antes de recibir las llaves de la habitación. Él dijo algo al chico que traía mis maletas y este asintió - él le mostrará en dónde es su habitación

-Gracias- dije con media sonrisa antes de empezar a seguir al botones. Lo seguí por varios pasillos y reí para mis adentros. Estoy seguro de que ella se perdería aquí.

Cuando llegamos a la puerta de mi habitación abrí la puerta con la llave que me dieron en recepción y entré. El botones entró detrás de mí y dejó las maletas junto a la cama. Le dí un par de dólares y se fue con una expresión que no puedo explicar porque fue realmente divertida.

Observé la habitación, era blanca y espaciosa. Tenía una gran televisión y una cama justo como la pedí, grande e impecable. Había unos grandes ventanales que daban a un jardín, también eso lo pedí, no quería que tuviera la ventana visibilidad a las personas de fuera cuando lo que iba hacer con Sun no eran aptos para ninguna clase de público. Entré al baño y vi todo en orden y limpio. Al acercarme a los ventanales pude escuchar el sonido del mar, pude escuchar un poco de bullicio pero no demasiado.

Me senté al filo de la cama y observé las maletas. ¿Qué más da? Comencé a sacar mis cosas y a ponerlas en un pequeño armario que había, intenté dejar el mayor espacio disponible. No sabía cuánto iba a traer Sun, pero suponía que mucha, las chicas siempre viajan pesado. Las cosas que traje para ella las dejé sobre la cama.

Justo terminé de acomodar las maletas vacías en el armario cuando se escuchó que tocaron la puerta. Mi corazón comenzó a chocar contra mi cuerpo, con las manos un poco sudorosas me dirigí hacia esta. Tragué en seco antes de abrir.

Ahí estaba, con sus mejillas rojas y una sonrisa radiante en su cara en cuando me vió. Me fue imposible no regresarle la sonrisa.

-Te había estado esperando- le dije antes de abrir por completo la puerta y ayudarla con una pequeña maleta- ¿Viajas ligero?- me asomé para ver sí se veía el chico de nuevo con más maletas, pero no, solo era esta. Se encogió de hombros

-No me gusta cargar tantas cosas- le salió una pequeña sonrisa tímida.

¿Es normal sentir calorcito en el pecho?

Ella caminó hacia la habitación y se quedó parada viendo las cosas en la cama. Yo cerré la puerta, no sin antes poner un pequeño letrero de "no molestar"

-Y pensé que no podrías ser más romántico- tenía sus manos cubriendo su boca, sus ojos estaban cristalizados. Y le sonreí con gusto. Era una bebé

-Los traje para ti- ella se acercó a la cama y empezó a ver las cosas con una sonrisa preciosa. Yo me dediqué a observarla.

Su cabello negro, los mechones habían desaparecido y tenía su cabello un poco corto. Con ese color de cabello se veía su piel más blanca. Traía un vestido y unas sandalias, podía ver un poco de su ropa interior. Mordí mi labio interior y me acerqué a ella por su espalda.

Tomé su cintura y ella se quedó quieta, acerqué mi boca a su oreja, respiré profundo, dejé que su aroma me llenara y escuché cómo soltó un pequeño jadeo. Con mi mano derecha quité el cabello de su cuello antes de dejar un beso en este. Disfruté de la sensación. No es nada parecido a mis fantasías, esto es mejor porque es real y porque por fin ella puede responder a mis plegarias.

-¿Puedo tomarte ahora?- mi mano bajó hasta su cadera y empecé a empujar su cuerpo hacia el mío. Ella accedió y se recargó en mi cuerpo. Eso fue suficiente respuesta para mí.

Me aparté de ella, sonreí cuando escuché un jadeo de protesta, tomé las cosas de la cama y las puse en el suelo. Me giré de nuevo hacia ella, me miraba, justo como lo había hecho en el concierto.

-Adoro esa playera- me dijo cuando nuevamente estuve a centímetros de su cuerpo. Sus manos viajaron por mi pecho, clavículas y abdomen hasta llegar al final de esta. Ella tiró un poco de esta y supe lo que quería.

Quité la playera de mi cuerpo, ella simplemente empezó a pasar sus dedos por mis tatuajes hasta que finalmente acunó mi rostro con sus manos.

-¿Te diviertes?- le pregunté, se estaba tomando su tiempo.

-Disculpa- me dijo un poco con sus mejillas sonrojadas- pero he estado pensando en este momento por muchísimo tiempo. Me parece algo irreal.- De un rápido movimiento quité su vestido por su cabeza, ella ni se inmutó.

No tenía sujetador. Ahora era mi turno de admirarla, con las yemas de mis dedos acaricié suavemente sus pezones hasta sentir como su cuerpo empezó a vibrar por mi toque y estos se hicieron duros.

-Hagamaslo real, ahora- susurré contra su boca justo antes de que ella se abalanzara contra mis labios.

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