Sunshine CTH Terminada

D I E C I S E I S

Todo fue en cámara lenta ante mis ojos.

Sentí cómo mi pecho empezó a comprimirse, sentí como sí la vida empezara a abandonarme, pero no lo hacía del todo, me tenía agonizando. Dejé de escuchar a Mali, seguramente solté el teléfono, pero lo único que podía escuchar era a mi mismo luchando por respirar y juraría que podía escuchar cómo las lágrimas gritaban con salir de mis ojos. Empecé a sentir que todo me dió vueltas, no sabía qué estaba sucediendo, lo único que pasaba por mi mente eran las imágenes de mi familia. Mi familia que ahora estaba rota, separada y que yo no pude estar ahí para impedirlo.

Sentí cómo unas manos me tomaron del rostro, pero yo no podía ver nada, me nublaba los ojos el dolor. Pero ese simple tacto fue suficiente para que empezaran a caer las malditas lágrimas y un grito salió de mi garganta. Terminé por derrumbarme en el suelo, todo me pesaba, el mismo aire que respiraba ahora de sentía tan denso.

Escuchaba mi nombre una y otra vez a través del sonido de mis lágrimas. Sentía sus manos en mi cara, intentaba calmarme, pero yo no podía hacerlo.

No no no no no no

Me rehusaba a aceptar lo que acababa de oír.

Abracé mi cuerpo en un fallido intento por frenar el dolor, pero no podía.

-Calum, por favor háblame- escuchaba, pero no reaccionaba.

Mi teléfono volvió a sonar.

Tenía que ser una mentira, debía ser un error

-Está tendido en el suelo...- hablaba con alguien- no reacciona, no sé qué hacer, no está escuchando lo que estoy diciendo...- hubo silencio. Mis lágrimas no paraban, de hecho creo que estaban aumentando- está bien, te pondré en alta voz

-Calum

Ashton, podía reconocer su voz

-Calum por favor, necesitas reaccionar, concéntrate. Respira, justo como lo hacemos en la meditación

Mi respiración empezó a tranquilizarse, aún tenía mis ojos cerrados, pareciese que estuvieran pegados. Estiré mi mano y pude sentir una mano cálida sostenerme.

-Está funcionando, Ashton- su voz sonaba serena, soltó un respiro pesado antes de dar un leve apretón a mi mano.

-Calum, ¿Puedes hablarme?- no, no podía. Mi voz estaba atascada. Negué con la cabeza mientras me quejaba

-Está negando- pude sentir cómo su cuerpo se acercó al mío y empezó a acariciar mi cabello- por favor, Cal.

-Sun, lo más probable es que se quede dormido justo en el lugar en el que está- dijo Ashton- ya le ha pasado antes y siempre lo hace.

-Está en el suelo, Ash- le dijo- ¿Me estás diciendo que tengo que dejarlo dormir en el suelo?

-No podrías cargarlo aunque quisieras- Sun bajó sus masajes a mi nuca y empecé a regular mi respiración al mismo tiempo en que las lágrimas se iban- su cuerpo ahora está muy tenso, se pondrá más pesado y no podrás si quiera alzar una de sus piernas. Sólo intenta que esté cómodo o mañana despertará cómo sí alguien le hubiera quitado el café por todo un año

-Lo entiendo- respondió- eso es malo. En serio te lo agradezco

-No hay nada qué agradecer, ya hablaré con él después

Ya no hubo voces después de eso. Solo sentía sus caricias y me aferré a eso.

-No quiero dormir en el suelo- susurré contra el azulejo.

Pude escuchar cómo soltó un fuerte respiro antes de que me abrazara.

-Tendrás que ayudarme a levantarte- susurró contra mi oreja

Asentí levemente. Comencé a abrir mis ojos poco a poco, lo primero que ví fue su mano sosteniendo la mía. Era una buena imagen.

Intenté moverme pero fallé, Ashton tenía razón, no iba a poder moverme hasta después de despertar. Sentía ahora mismo mi pecho vacío cómo sí mi alma se hubiera ido de mi cuerpo.

-No puedo- las lágrimas amenazaron con llegar nuevamente pero ella empezó a callarlas.

-No llores, por favor no más lágrimas que me duele demasiado verte así- tomó mi cara con una de sus manos y empezó a limpiar a las rebeldes que lograron salir- te pondré cómodo, espera un momento.

Mi cuerpo empezó a resentir su ausencia.

-Perdón por hacerte pasar por esto- me sentía rígido, hace meses que esto no me ocurría y era un fastidio cada vez que ocurría

-No digas eso, Cal- nuevamente sentí sus manos levantando mi cabeza y poniéndola arriba de una almohada- no entiendo por qué pasó esto, pero es mejor que descanses ahora.

Empecé a sentir cómo quitó mis zapatos y calcetines. Sentí un poco de aire en mi cuerpo cuando escuché que abrió el ventanal. Pude escuchar el mar a lo lejos y eso ayudó a relajarme.

-Duerme, Calum- dijo antes de besar mi frente- yo estaré aquí para ti.

.

.
Abrí los ojos de golpe ante el sonido de la puerta cerrarse. Respiré profundo e intenté recordar los ejercicios de respiración que solía hacer cada vez que esto sucedía.

Profundo, sostén tres segundos y luego suelta lento mientras empiezas a mover levemente tu cuerpo. Hazlo una y otra vez hasta que puedas levantarte por ti solo.

Lo hice una, dos, tres, cuatros veces hasta que finalmente estuve de pie con un leve dolor de cabeza.

La puerta se abrió dejándome ver a Sun con la misma ropa que ayer al igual que yo. Me miró y corrió hacia dónde estaba.

-¿Estás bien?- pude ver sus ojos cristalizados. Sus manos tomaron mi rostro. Yo solo me quedé ahí, observandola.- Por favor, habla conmigo

Tallé mi cara con mis manos al mismo tiempo que volvía hacer el ejercicio. No me sentía bien, me dolía el alma.

-Mis padres van a separarse- dije aún con mi rostro hundido en mis manos- no puedo creerlo, me rehuso a creerlo, ellos jamás tuvieron problemas graves. Mi familia está rota y yo no pude hacer nada para evitarlo por estar lejos de ellos.

Ella pudo alejarse, ella pudo simplemente darme una palmadita en la espalda o darme unas palabras vacías. Pero no, ella me abrazó. Me abrazó y pude sentir cómo sí estuviera abrazando a mis hermanos, a mi hermana o a mis padres, realmente sentía todo lo que tenía que decir a través de ese abrazo.

Correspondí su abrazo y oculté mi rostro en su cuello.

-No debes culparte de algo que tal vez y no estaba en tus manos- me dijo- es duro, lo sé ¿Lo recuerdas?- Ella jamás me había contado la razón de que sus padres se separaran, hasta ese día- mis padres solían odiarse, sí alguna vez sintieron amor todo se convirtió en odio. Él le pegaba y ella no hacía nada para defenderse por el miedo de que no me hiciera algo a mí. Aguantó años de dolor por nosotros y ahora que es libre lamento tanto que haya pasado tanto por eso y me alegra tanto que ahora esté en su nuevo comienzo

Sus manos empezaron a dar suaves masajes en mi espalda intentando reconfortarme.

-Nada es para siempre, Cal- dijo- ni la belleza, ni el dinero, ni la juventud...- se apartó un poco para poder verme. Me miraba con una sonrisa triste- ni el amor tampoco lo es... Y tenemos que aprender a vivir con eso

No sé por qué lo hice. Tal vez sea por sus ojos, por su voz o por la manera en que me está demostrando su apoyo. Pero la besé, sentí ese beso tan diferente a los que le había dado antes, algo en mi estómago despertó y yo me sentí tan asustado cuando empecé a darme cuenta de lo que estaba pasando.

Me estaba enamorando de Sun. Me estaba enamorando de mi rayo de sol.