Desde la ventana de su habitación observaba los miles de soldados que habían venido a salvarlos. Entraban en el castillo como si de un desfile se tratase. Dany se fijó en las miradas de desconfianza delos norteños al ver como abrían las puertas de par en par a los Lannister. Muchos de ellos habrían combatido contra Robb- Pensó la joven.
Ella no era estúpida, sabía que Jaime Lannister no era un hombre querido, menos aún en el Norte. Pero le necesitaban, y confiaba en que Jon, Bran y el resto lo entendieran. Y cuando le conozcan como yo, verán que no es como todos dicen- Se decía una y otra vez. Jaime había salvado su vida cuando les secuestraron, la había devuelto sana y salva a Invernalia y ahora se había enfrentado a su padre para venir a socorrerla de nuevo. ¿Por qué no son capaces de ver que es un hombre honorable?-Pensaba.
En cuanto a ella, quería pensar que Jaime no era más que un aliado,pero en el fondo sabía que no era así. El Matarreyes era un hombre alto y fuerte, con el cabello dorado y ojos verdes, cualquiera lo encontraría atractivo. Pero no era solo deseo. Había algo en él que Dany había echado de menos desde que separaron en Desembarco del Rey y que no había conseguido encontrar en nadie más. ¿Sería su narcisismo?, ¿su ingenio?, ¿Quizá ese sarcasmo incisivo que tanto divertía a Daenerys?... No , no era nada de eso... Lo único cierto es que estaba ansiosa por hablar a solas con él, aunque fuesen cinco minutos.
Dany se acercó de nuevo a la ventana, buscando a Jaime, que estaría a lomos de su corcel de color blanco. Pero no lo encontraba. Sin embargo pudo ver a Tyrion Lannister, que estaba charlando animadamente con Jon en lo alto de la escalera de la biblioteca.
De pronto alguien llamó a su puerta. La joven se giró rápidamente y se permitió unos segundos para responder. ¿Será él?- Se preguntó ansiosa.
- Adelante...- Dijo con un hilillo de voz.
La puerta se abrió lentamente y por ella entró Jaime Lannister. Dany sintió que se le desbocaba el corazón. El caballero llevaba su armadura dorada, con el orgulloso león rampante en el centro. Estaba muy cambiado desde la última vez que lo vio en Desembarco del Rey.Ya no tenía esa barba descuidada ni el pelo grasiento y enmarañado.Ahora entendía ese apodo de el León de Lannister. Con la armadura dorada y el pelo del mismo color, Jaime parecía una bestia magnífica, salvaje y poderosa.
- Alteza- Saludó el Lannister con su sonrisa característica- Me alegro de veros-
- Debo agradeceros que acudieseis en nuestra ayuda- Dijo Dany- Sin vos estaríamos perdidos-
¿Por qué le hablo de ese modo?- Pensó. Seré estúpida... Va a pensar que no me importa...
- Veo que vuestro ingenio táctico no hace más que crecer... En efecto, sin mi ayuda Lord Bolton os habría masacrado- Jaime volvió a sonréir.
Cómo echaba de menos su sarcasmo- Se dijo Daenerys, tratando de ocultar su sonrisa.
- Disculpad... Tomad asiento- La joven se levantó para acercarle una silla- Estaréis cansado después de semanas de viaje-
El Lannister asintió y se sentó frente a ella. Le ofreció una copa de vino, que él aceptó gustoso. Ya no soy una niña... Si le hablo como si lo fuese, se sentirá decepcionado- Pensó.
- Jaime- Daenerys se atrevió al fin a mirarle a los ojos- Os doy las gracias, de verdad-
- Un buen caballero siempre cumple sus promesas- El Lannister bebió un trago- Y más aún si el caballero es un Lannister-
- Vamos... Hablo enserio- Dany le golpeó en el brazo- Sé que no habrá sido una decisión fácil-
- Todo lo contrario... - Jaime dejó de sonreír- No dudé en ningún momento-
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Juego de Tronos.- El despertar del dragón
RomanceEn esta versión de la historia Daenerys no abandona Los Siete Reinos tras la Rebelión de Robert. Ned Stark la encontró en Desembarco del Rey y se la llevó como pupila a Invernalia para evitar que Robert la encontrase.