The Death Of Mockingjay (Terminado)

Capítulo II: Katniss

Creo llegar al fin de este abismo el cual parecía infinito. Siento una densidad sobre mi espalda como si tuviera a todos mis seres queridos que han fallecido sobre ella. Tengo un revoltijo en mi cabeza que no hace más que darme punzadas en mi estómago. Llegué. Por fin llegué a la superficie que me esperaba. Todo a mí alrededor era blanco, tanto que enceguecía mi vista, como si estuviera encerrada en hojas de papel. No sé donde estoy ni lo que hago aquí, solo veo personas vestidas también de blanco con una sonrisa en sus caras y yendo en distintas direcciones sin ningún lugar a donde ir. Su felicidad me hizo acordar cuando le entregue a Buttercup a Prim en el distrito 13. Tan dulce y tierna, inocente en sus pensamientos. Ella tenía la ilusión de un regalo, una sorpresa, algo que diga que estábamos a salvo, el fin de esta guerra contra el Capitolio, pero fue todo lo contrario.

A lo lejos diviso una muchacha de espaldas con un vestido blanco que se asemeja a uno de los que no use para mi boda con Peeta. A su lado un hombre alto de espalda ancha y piel morena, aplaude lentamente, mientras observa fabulosamente el vestido de esta. Se me fue el aliento. Siento ahogarme en el fondo del océano donde nadie te puede encontrar. El hombre se da vuelta, y me ve sorprendido. Los dos corrimos uno hacia el otro, como cuando corrí en la arena por mi vida en busca de provisiones, dejando al resto atrás. Sin importar lo que ocurra al rededor. Nos encontramos en un abrazo de un choque, como dos cuerpos tomando carrera hasta estrellarse. Como Finnick y Annie cuando se encontraron en el 13 luego de tanto tiempo. Olvidándolo todo. Completamente felices después de tanto sin vernos. No puedo creer que esté abrazada a Cinna. Ese Cinna que estuvo conmigo en cada instante desde que entre en los Septuagésimo Cuartos, hasta cuando lo mataron a golpes en los Septuagésimo Quintos. Esta tan formal y feliz, y no tardo en lagrimear.

-¡Estas aquí, y todavía no lo creo!.-Rompo el llanto haciéndolo emocionar. Empiezo a dudar si estoy soñando, pero esto se ve excesivamente real.

-Tus estas aquí. Ahora, tanto sin verte, has cambiado. Pero siempre he estado contigo, mirándote desde aquí arriba.- Una lagrima recorre su rostro como un arrollo se desplaza por la superficie.

Luego de varios minutos de reflexión hable.

-Y, ¿donde se supone que estamos?-Pregunto. La verdad, creo que es donde pero no puedo verificarlo.

-Estamos donde los muertos viven. Donde sus espíritus humildes huyen y ven todo desde arriba. Aquí todo es feliz. Nada nos obliga a hacer nada. Somos libres de pensamientos y actos. Aquí nos reunimos unos con otros a pensar cómo resolver los conflictos de abajo.-Me responde con una sonrisa. Tal vez, esa sonrisa no es tan verdadera, ya que se deteriora tristemente, y su rostro toma un tono lúgubre.

-Cinna, ¿Que tienes?- Realmente aquí todos se veían felices. Pero Cinna presentaba una expresión enemiga a la de los demás. Diferente. Todos tan felices y el tan extrañamente tan triste.

-Tú, has caído por ese 'Abismo' como todos nosotros. Al morir, nuestro espíritu cae, y el cuerpo físico sube. En el transcurso pasan minutos. En pocos casos horas. Pero en realidad pasaron unos días.

-¿Puedo ver a mis hijos desde aquí?- Tal vez el estaba preocupado por qué no los podía ver.

-Sí, si puedes. Realmente no querrás hacerlo.-Agacha su mirada.

Comprendo lentamente que algo malo sucedió, o está sucediendo.

-Cinna, dime que paso en esos días.-Mi pulso acelera, detenida y forzadamente. Como el veneno de una serpiente tarda en llegarte al corazón, atravesando todas las partes débiles de tu cuerpo.

-Antes de matar a Coin, tenían que votar entre los vencedores, si inaugurar los Juegos Del Hambre en el que participaran los niños del Capitolio. Ha sido un sí, y a pasado ya la cosecha. Katniss, Lo siento...-Mis oídos no escuchan palabras, aunque veo la boca de este moverse, no logro escuchar lo que Cinna me dice.

Solo pienso en una sola cosa:

Otros juegos. Otras muertes. Solo niños. Mis hijos son niños.

Willow y Rye fueron elegidos.