Capitulo V: Rye

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Miro directo a los ojos de Shanel, me afirma con la cabeza. El tributo que está en medio de nosotros corre con la rapidez que le es posible hasta que lo agarramos por detrás, tirándolo al suelo. Con su espalda en la tierra y mis piernas a sus costados, aprieto fuertemente su garganta mientras sus ojos se tornan rojos por la sangre. Su rostro ruega auxilio. No sé qué estoy haciendo. No sé si me estoy arrepintiendo. Suelto mis pulgares, lo dejo ir... escapa. Permanezco de rodillas en el suelo. Mis oídos no escuchan más que el cañón: "BOOM", "BOOM", "BOOM". Siento un golpe fuerte en mi cabeza, Siento que desmayo y caigo lentamente. Alcanzo a ver con dificultad cómo Shanel ataca al que me golpeó, lo mata con una roca, aplastando su cráneo. "BOOM", se escucha. No veo a nadie a mí alrededor más que a Shanel y poca gente queriendo cruzar al otro lado del río. Se cierran mis ojos.

—Rye, no busques la cornucopia, está muy lejos, solo busca en el bosque que está detrás de ti. En él hay provisiones. Pero ten cuidado, no solo vas a estar tú.

— ¿Mamá? ¡Mamá! No sabes cuánto te necesito. Necesito tus abrazos, te amo. No controlo mis llantos, te extraño.

—Lo sé hijo, yo también te extraño, pero ya nos veremos aquí arriba algún día. No llores por mí, sabes que estoy bien. Te amo Rye. —Mamá lloraba.

—Mamá, vuelve mamá, vuelve...

Abro mis ojos. El cielo está más oscuro, el crepúsculo amenaza las capas de la atmósfera. Estoy apoyado contra un árbol y Shanel frente a mí.

— ¡Al fin despertaste! —Sonríe mostrando sus dientes brillantes.

—Gracias por lo que hiciste. Hubiera muerto —le respondí siguiendo su sonrisa—. ¿Dónde estamos?

—En los juegos del hambre, ¡dah! —nunca se le va el humor que tiene—. Estamos en el bosque que se encontraba detrás de nosotros, pero hay más en el fondo. ¿Ves allí? —apunta con su dedo índice a mi izquierda y logro ver entre los árboles las plataformas.

—Debemos ir más al fondo, estamos desprotegidos y desarmados—. Exclamé.

—Tienes razón. Vamos.

Nos levantamos y nos dirigimos hacia el fondo del bosque mientras la noche cae lentamente. De repente, entre la oscuridad, se escucha un ruido extraño que proviene de los árboles haciendo que los pájaros huyan de estos. Nos tiramos al suelo, miro a Shanel y le hago gestos para que baje la voz. Volteo y logro observar una figura negra moviéndose en uno de los árboles. Shanel me observa, me dice que espere. Me quedo en el suelo, el cañón suena.

Por un momento mi respiración se acelera y siento un dolor en el pecho. Me quedo en la tierra, cuando veo una sombra acercarse. Pienso que estoy perdido, cuando la luz de la luna se infiltra por las ramas de los árboles. Veo su rostro. Es Shanel. Me permito respirar fuerte y sacar mi miedo, me acerco a él.

—Distrito 13. Truck Howston. Era bueno pero no lo suficiente. Solo... le partí el cuello—Responde tranquilamente—. Toma.

Me alcanza una cantimplora que contiene un líquido. Desesperadamente y sediento por la sequía de mi garganta, tomo la cantimplora y bebo la mitad del líquido. Me seco los labios mojados con mi brazo, y suspiro.

—Gracias.

—De nada.

— ¿La tenía Truck? —. Pregunté.

—Sí, tenía un arco, pero no hay flechas. También una mochila con una soga, la cantimplora Y dos cuchillos—. Me alcanza uno y lo guardo.

—Tengo que contarte algo que sucedió cuando me desmayé. Mi madre comenzó a hablarme, diciendo que la cornucopia estaba muy lejos, que busque aquí pero que tenga cuidado. Puede que esté loco—. Le confieso.

—Lo estás amigo, sí que lo estas. Pero busquemos. De algún lugar lo habrá obtenido, y si la cornucopia queda lejos debe haber algo aquí cerca—. Me responde pensativo.

Nos levantamos sigilosamente y nos dirigimos hacia la parte más espesa del bosque. Comienzan a cantar los pájaros y decidimos dormir. Me subo a un árbol de varios metros de altura, quedo en un tronco lo suficiente fuerte como para aguantar mi peso. Shanel se sube a uno que está en frente de mí. Mis ojos se cierran y mi mente se queda en blanco, luego en un degrade se vuelve negra. A lo lejos veo a Will acercándose, cuando noto que su cara tiene un aspecto diferente. Mis ojos se abren de golpe, lleno de susto.

Es Shanel quien me despierta.

—Encontré provisiones, despierta de una vez— El sueño es dominante, no quiero levantarme—. ¿Vamos, quieres morir?

Bajo del árbol y lo sigo lentamente, intentando hacer el menos ruido posible. Nos sentamos de cuclillas, con su cabeza me hace una señal hacia adelante en donde hay un pequeño cofre.

—El problema es ese— Apunta hacia mi derecha, donde hay un grupo de tributos sentados que aún no descubren el cofre—. Al parecer son aliados, y muchos.

— ¡Hay que pensar un plan!— Exclamé.

— ¿No? ¿Enserio? Pensé que solo íbamos a quedarnos aquí a ver como roban nuestras cosas.

Detrás de ellos hay un puente de madera que cruza al otro lado aunque se ve débil. Pienso y pienso... recuerdo lo que me enseñó mamá en el bosque cuando cazábamos. Se lo explico a Shanel y me afirma.

 Tomamos unas cuantas piedras. Tiro una a lo lejos detrás de los tributos y no la escuchan. Shanel pisó una rama haciendo ruido para distraerlos. Al escuchar se levantan y comienzan a exclamar haber oído un ruido en el bosque. Algunos lo afirman y otros lo niegan, pero deciden ir a investigar. Rodeo el bosque en un punto, Shanel permanece en el árbol. Logro llegar al lugar en donde se encontraban. Es imposible que me vean ya que Shanel desde la copa del árbol hace ruidos y ellos continúan alarmándose. Abro el cofre lo más rápido que puedo. Un carcaj, una soga, dos cuchillos Shuriken y un pomo. Con el cofre vacío guardo mis armas. El carcaj lo escondo debajo de las hojas, detrás del cofre. Dejo un Shuriken y continúo hacia el puente que está detrás de ellos. Llego al puente, piso una de las primeras tablas de madera, no resiste y cede ante mi peso rompiéndose en sus costados. Antes de caer, corro rápidamente, sin pensar en lo demás. Todo se mueve a mí alrededor y todavía no llego al otro lado. Escucho un grito:

—Kah, Kah, Kah, Kah.

Es Shanel, avisándome que ya tiene el carcaj y el arco. Para afirmar que todo está en orden doy mi grito:

—Kahja, Kahja, Kahja, Kahja.

Veo entre los árboles del otro lado, no hay nada. Por un momento presiento que lo tienen capturado. Doy nuevamente mi señal pero aun más fuerte:

— ¡Kahja, Kahja, Kahja, Kahja!

Entre el espeso bosque, veo correr una figura como nunca antes vi, desesperado por pasar al otro lado, asustado por su futura muerte y aterrado porque detrás de él hay cinco tributos cazándolo. Corre lo más rápido posible, cuando se escucha una flecha rompiendo el viento. No acierta. Llega al puente, queda en el medio, y de la nada un cuchillo corta la soga que sostiene la plataforma. Su voz se desgarra. Yo, tomado de una rama que sale de las rocas del abismo, me acuesto en el suelo al borde del abismo y estiro mis brazos lo más que puedo. Mis dedos se encuentran con los suyos, con un intento fallido de entrelazarse. Del otro lado del bosque los tributos ríen. Volteo y un cuchillo se ve atravesado por el pecho de Shanel. Está todo perdido.

The Death Of Mockingjay (Terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora