Capítulo XI

22 1 5
                                    

Vi que Henry llevaba una mochila en su espalda.
Me cogió la mano y...

- Sigueme tengo una sorpresa.- dijo emocionado.

- Me das miedo- le dije con tono irónico acompañado de una sonrisa cómplice.

Me llevó a la playa. Hacía un día precioso, no había ni una nube en el cielo, era una ambiente relajado y romántico.

Sacó toallas de la mochila aunque vi que tenía algo más dentro, pero no le di importancia.

Las cogimos y nos estiramos encima. Tuvimos una momento especial. Hasta que lo interrumpió diciendo.

- Espera que tengo algo que enseñarte.-saco una libreta y su pluma mágica.

Le puse cara de no entender de qué se trataba lo que me quería enseñar. Abrió la libreta y empezó a escribir algo. Raro en él porqué le tenía mucho respeto a esa pluma ya que cualquier error podía destrozar el mundo tal y como lo conocemos.

Finalizó poniendo un punto.
Noté algo dentro de mi extraño no sabría describirlo era como  dos cuchillos se clavaban en la espalda.

Noté como de mi espalda salían unas enormes alas. No podía creer lo que estaba pasando. Me levanté y las abrí. Estas eran más grandes y poderosas.

Henry se levantó y se abrazaron.

- No sé cómo agradecerte esto es...es...- le besó - Te quiero....- dijo _____ mirándole a los ojos.

- Y yo más que nada en este mundo y en cualquier otro.

Estuvieron  hablando y...

- Que las estrenamos...

- Eeemmmm....- sin dejarle acabar _____ le cogió la mano y empezó a volar.

Era como si le Henry le devolviera a la vida. Aterrizó en un tejado. Le recordó a cuando él le confesó su amor.

Eso le recordó que había que vivir el momento. Porque viviendo en Storybrook nunca se sabía quién sería absorbido por un portal o hechizado por una bruja.

Lo que no se conto - Once Upone A TimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora