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El viaje empezó, el monstruo del lago tocaba sin parar la trompeta, fantaseando con ser un humano por fin.

Tony añoraba sus días de rompe corazones, coqueteando mariposas. Steve espanto a las mariposas y le recordó que pronto se casara.

Steve lo obligó a remar, pero luego le tocó hacerlo solo pues el monstruo del lago sólo se limitaba a dejarse llevar sin notar las ramas y troncos.

Habían iniciado su largo viaje. Sin saber que en la mansión Potts dos personas habían entablado un compromiso casi a carreras.

Pero también, algunos problemas en el plan de Withney Frost aumentaban.

Cuando el compromiso estuvo fijado y Dallas se hizo pasar por el príncipe la hechicera le arrebato el collar con la sangre del príncipe. Esta recudia cada vez más rápido hasta quedar en nada.

La chica volvía a su apariencia —¿que hacemos ahora? —

—ya que el sapo escapó por culpa de alguien. Voy a necesitar el apoyo de mis amigos del otro lado—dijo seriamente.

La mañana pasó rápidamente llevándose a la tarde con ella. El atarceder no se veía muy lejos.

Y en el pantano se daba una entretenida conversación.

—¿que serviría el sapo más grande en su restaurante? —preguntó Hulk.

—todo lo que puedas imaginar —dijo imaginando esa fantasía.

—Hulk siempre quiso comer frijoles con arroz —

El estómago de Tony sonó. Una mosca pasó junto a él y la lengua de sapo la siguió —agh, no, ni en un millón de años —dijo asqueado, pero la lengua lo obligó a seguir al insecto.

Steve de burló de él, pero una mosca también pasó junto a él –no, por favor —

Ambos sapos fueron arrastrados por los instintos de su especie. Las lenguas de ambos los llevaron al mismo insecto volador que descansaba sobre un diente de león.

El insecto escapó pero las dos lenguas se ataron, enredando los y pegando sus bocas.

oa—dijo Tony pegado a Steve.

Se alejaron aún con la lengua enredada, intentado alejarse por fuerza. Hulk llegó en ese momento —los sapos cazaron algo—preguntó —oh—dijo al verlos así. —tranquilos sapos. Hulk los ayudara— levantando a las dos ranas los enredo mucho más que antes.

queo e oia er ejo—dijo Steve enredado muy pegado a Tony.

—¡Hulk necesita una rama! —grito y corrió a buscarla.

Los dos sapos peleaban. Cuando un insecto se acercó a ellos.

—¿pero que es esto? —preguntó la luciérnaga. —uy creo que se les pasó la mano. Verán no importa la calentura lo que importa es no lastimarse—

Los dos sapos hablaron al mismo tiempo y la luciérnaga se carcageo —voy a darle una luz a la situación —la luz se hizo cuando la luciérnaga los iluminó —uyyy los dos están en un lío bastante gordo– dijo rodeando los.

Levantó la lengua de alguno de ellos —¿esto de donde salió? —preguntó —descuiden, iré al fondo del asunto —entró por uno de los espacios entre ellos —vamos a conocernos muy a fondo— salió por otro lado tarareando una canción.

Estiró el extremo que sacó y pronto los desenredo.

—momento perfecto para presentarse, soy Wade— escribió su nombre con luz.

—disculpa, te escuchas... —dijo Tony intentando saber de donde era la luciérnaga.

—vengo del norte, de Canada—se presentó. —¿supongo que son nuevos aquí? —

—nuestro hogar está muy, muy lejos de este mundo —dijo Tony.

—¡no te pases de que pantano vienen—dijo emocionado.

Tony negó —nosotros somos personas —

Steve se levantó de donde habia caído—el príncipe azul se dejó convertir en sapo por un médico brujo — Tony levantó los hombros bajo la mirada de la luciérnaga.

—¡Ah! Ya caigo.

—vamos a ver a Loki, quizá nos pueda ayudar —terminó de explicar Steve.

—¿Loki? Van en la dirección equivocada —dijo Wade —¿qué clase de cabeza de chorlito les dijo que era por aquí? —preguntó golpeando su cabeza.

Hulk salió de los arbustos con una rama. La luciérnaga giro los ojos al verlo y murmuró —primera regla del Banjo, nunca le pidan direcciones al monstruo —

Silvo y todo se iluminó con la luz de muchísimas luciérnagas —ahora mis pareitens y yo les guiaremos —

Tony y Steve miraron a las luciérnagas asombrados.

Las luciérnagas formaron una larga fila dorada, todos tocaban una música alegre para poder animar el ambiente.
Guiaron a los sapos y al monstruo por el oscuro camino del largo lago.

En la ciudad. En un rincón escondido entre calles, Whitney Frost se retiraba su marcará y mostraba su desfigurado rostro antes las caras aterradoras del más halla.

—amigos, ya se que estoy hasta el cuello en deudas con ustedes—les sonrió —pero parece que hay un pequeño sapo, que no encuentro —levantó los hombros —y necesito de su generosa ayuda para hacerlo—

Las caras, en especial la cara gigantes frunció el ceño.

—¡Ajajaja! —grito la mujer —ustedes que van a ganar —saco un muñeco vudú del señor Potts —en cuanto logre desaserme de Papi Potts— apuntó a su corazón con su alfiler —y me apodere de este pueblo —con humo les mostró la ciudad y luego la coloco en su mano— tendré a Nueva Orleance en la palma de mi mano—soplo en esta —y ustedes tendrán todas las almas que sus oscuros corazones deseen —el olor de almas humanas llegó a los rostros y sin pensarlo dos veces la gran cara abrió su boca.

Libero diferentes figuras de sombras y rodeo con ellas a Withney Frost.

La mujer celebró y grito alegre. Se coloco su máscara —¡a esto me refería! –miró a todas las figuras de sombra —¡juntos buscaremos a ese sapo! —grito —¡busquen en todos lados, el banjo, el barrio francés! —ordenó —¡Pero traigamenlo con  vida! —aclaró —¡que su corazón lata! —exigía casi enloquecida de la emoción y el poder —por ahora —

Con un golpe de su tacon mando a las creaturas fuera. Las sombras recorrieron la ciudad, todos los callejones, todos los lugares y casas, sus figuras sólo podían verse por la luz de la luna en los suelo.

Por todo el pueblo, llegaron varias al pantano. Desesperadas y emocionadas.

El príncipe y el sapo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora