El príncipe y el sapo

12

Steve fue detenido por la sombra de Withney Frost. Pronto se encontró rodeado por todas las sombras y la mismas hechicera.

—¡apartence o rompere esto en miles de pedacitos! —amenazó.

Withney Frost lanzó un polvo oscuro que rodeo a Steve. Pronto todo cambió, incluso el, volvió a ser humano. Pero ahora llevaba un traje elegante blanco, bien peinado, en un lugar muy fino, un lugar que sólo podía ser sacado de sus sueño.

Miró el bello candelero de cristal, pero una música llamó más su atención. Un hombre castaño tocaba el piano como solo un prodigio podría.

—¿Tony? —el pianista se giro a tomar un trago, no era Tony. La sonrisa en el rostro de Steve se borro.

—¿no crees que esto es mejor que cazar moscas en el pantano por el resto de tu vida? —le preguntó Whitney Frost mientras tomaba tranquilamente una copa de champagne.

—Whitney Frost...

La mujer se levantó, jugó con sus cartas para leer el futuro, con una gran sonrisa se acercó a Steve —tengo que reconocerlo, Steve. Cuando sueñas, sueñas muy alto—sacó una carta donde estaba el viejo recorte que su padre le dio —¡este lugar es hermoso! —lo felicito —¡será la corona de la ciudad creciente! Todo lo que tienes que hacer para volver esto realidad, es darme ese simple talismán  y ya—

—no, esto no es correcto—dijo Steve, alejando el collar aún más de las manos de la bruja.

—¿que pasa, lidura? –La mujer movió su mano y formó una imagen —recuerda todo lo que has sacrificado—

En la imagen aparecieron sus amigos invitándolo para luego estar desepcionados de que nunca los acompañaba.

—piensa en todos esos ingratos que dudaron de ti—  Luego la gente que nunca creyó en el, todos los que se burlaron de su sueño o que pensaron que el no iba a ser capaz de conseguirlo.

—y no olvides a tu amado padre —abrió las cortinas de una ventana. Steve se acercó a ver lo que habia detrás de esta —el era un hombre tan trabajador— Steve vio a su padre llegar en la parte de atrás de una camioneta, exhausto, sovando su cuello y haciendo sonar su espalda, todo antes de siquiera tocar la puerta de su casa —doble turno, aveces triple turno—

Steve miraba a su padre entrar a casa con una gran sonrisa— nunca demostró cuan cansado y adolorido se sentía en realidad  -— podía verlo dentro de la casa. Como su padre se sentaba y cansado, casi muerto del cansancio. Pero lo recibía a él en sus brazos, lo levantaba en alto como su antes no hubiera estado sufriendo por su espalda. —que pena que a pesar de su esfuerzo, sólo se quedara con una vieja y aboyada hoya de Gumbo —mostró otra imagen, donde sus vecinos y amigos comían de la comida que habían preparado esa noche — y un sueño que jamás cruzó ese pórtico —

Steve miró aquel recuerdo y luego el collar —pero tu, tu puedes darle a tu padre todo lo que siempre deseo ¿que esperas, Steve? —Whitney Frost le hablo al oído —estas apunto de llegar—

Steve bajo lentamente el collar, casi dándose lo a la mujer —papá nunca tuvo lo que deseo—murmuró —pero si lo que necesito —levanto el collar y lo alejo de las manos de Whitney Frost, y todo al ver la gran sonrisa de su padre al estar con el y su madre. Steve giro a ver a la bruja —¡tenía amor! —dijo seguro —¡y nunca olvido que es lo que realmente importa! —

—cuidado con eso —pedía la bruja. —es frágil —

—¡y tampoco yo lo haré! —Steve lanzó el collar al suelo. Pero la sombra de Whitney Frost lo tomó y se lo entregó a su dueña

La bruja río con fuerza y volvió a convertir a Steve en un sapo —¡pudiste aceptar mi ofrecimiento! —coloco la punta de su bastón sobre el pecho del sapo —ahora pasaras el resto de tus días como un sapito cubierto de baba—

—¡entérate Whitney Frost! —le dijo Steve muy seguro —¡no es baba es moco! — le arrebato el talismán haciendo uso de la lengua de sapo, sin pensarlo más lo rompió en pedazo golpeando lo con todas sus fuerzas contra el suelo.

—¡No ahora como voy a poder pagar mis deudas! —grito la mujer.

Depront el humo de colores se hizo presente. Una cara gigante apareció. Varios muñecos vudú aparecieron y tocaron tambores con fuerza.

—¡Adelante! —gritaban las caras y vudus.

—¡solo es una pequeña falla, aun tengo siento de planes! —la bruja retrocedía aterrada —¡aun tengo sientos de planes, aun tengo al sapo príncipe encerrado! –gritaba asustada.

La gran boca comenzó a abrirse y a arrastrar desde la sombra de la mujer. La bruja rogaba y casi lloraba, sus uñas raspaban el suelo. Pero al final la boca monstruosa logró llevársela.

Steve escucho las campanadas que anunciaban la media noche.

Pepper golpeaba la puerta de la iglesia. Cuando logró abrir se encontró con Dallas que confesó todos sus crímenes con lágrimas en los ojos.

—¡señorita Potts, estoy aquí abajo! —Tony subió a un escritorio para que la rubia pudiera verlo. —¡soy el verdadero príncipe...! —

Pepper lo golpeó con un libro.

—Anthony —dijo en un hilo de voz.

—¿príncipe dijiste?

Tony asintió y explicó todo a la rubia que lo sacó de la iglesia y lo coloco afuera de esta.

—todo está pasando demaciado rápido —Pepper trataba de prosesarlo todo —haber si entendí— Tony miraba preocupado al reloj avanzar casi cerca de la media noche —si te beso antes de la media noche tu y Steve volverán a ser humanos y luego los dos nos vamos a casar y a vivir felices para siempre, el fin— dijo Pepper emocionada.

—si.. Eso creo—acepto Tony—pero no lo olvides, debes darle a Steve el dinero que necesita para su restaurante, porque Steve es... Mejor que una estrella —aseguró.

—¡todo lo que pidas! Ahora pon esos labios pan con miel —Pepper se acomodo el labial. Tony giro los ojos y extendió sus labios.

—¡espera!