8

934 138 30
                                    

Wade se despedía de sus familiares.

—díganle a Karen que Wade le desea dulces sueños—les dijo a las luciérnagas que se alejaban.

Steve se detuvo y miró a la luciérnaga —¿es tu chica? —le preguntó.

Wade negó —no, no, no. Mi chico —corrigió —ese es Peter—

—¿Peter? —le pregunto Steve.

La luciérnaga asintió y voló distraída —es el ser más bello que a alumbrado la tierra—declaró —cada noche Peter viene y yo hablo con él —contaba enamorado —es algo tímido, no habla mucho, pero siento es mi corazón que los dos vamos a estar juntos —

Miraba enamorado al cielo.

—es tierno—dijo Steve.

Tony tosio —si claro. No hay que acelerar las cosas, hay muchas luciérnagas en el pantano—

Steve lo paso empujando, tomó una rama y empezó a separar el arbusto espinoso para poder pasar. Hulk los fue siguiendo pero se pincho un dedo y cayó moribundo.

Wade giro los ojos ante el teatro que armaba la tan temida bestia del pantano, se acercó para quitarle la obvia espina en su dedo.

Steve y Tony continuaban avanzando. Esquivando espinas. Siendo vistos por tres cazadores.

—oye, al fin comprendí que te sucede—dijo Tony detrás de Steve.

—¿de verdad?

—tu no sabes divertirte, si había que decirlo

Steve se detuvo en una rama flexible, avanzó sosteniendo la punta de la rama —gracias. Yo también descubrí cual es el problema contigo —

—soy  maravilloso— la rama lo golpe con fuerza.

—no,solo eres un bueno para nada —dijo Steve avanzando sin girar a verlo.

Tony comenzó a toser y a decir cosas entre tosidos, cosas contra Steve y su carácter tan serio.—agua fiestas —se escucho claramente

—¡escucha! —Steve se giro —este agua fiestas ha  tenido dos empleos toda mi vida, mientras tu pasabas el día rodeado de lujos y chicas hermosas en tu... ¡Tu torre de marfil! —le grito y avanzó solo.

Tony miro aún lado —de hecho es de mármol pulido. —

Uno de los cazadores atrapó a Tony. Steve vio como dos más venían a él. Salto lejos del peligro, pero entre los dos lograron encerrarlo en una jaula.

Lo llevaron a un bote, se sentaron sobre la jaula, busco por todos lados pero no vio a Tony por ningún lado. Tal vez ya habia escapado.

Miró hacia atrás mientras el bote avanzaba. Tony venía dando saltos detrás.

Los cazadores sólo escucharon un fuerte ruido, confusos buscaron de donde venía. Cuando uno de ellos se retiro su sombrero, los dos restantes vieron al sapo en su cabeza.

Con un gran palo lo golpearon, el sapo salto y esquivo el golpe, continuaron golpeando al cazador y el sapo continuó saltando.
El tercero que estaba sentado sobre la jaula con Steve dentro se puso de pie y tomó su escopeta. Steve aprovecho y salió de ahí.

Ahora juntos saltaron entre los tres cazadores, provocando que se golpeara y disparara entre ellos.

Vieron detrás de ellos el espectáculo de la pelea terminar con los tres cazadores tirados en el bote con grandes golpes provocados por ellos mismos.

—eso no son sapos normales—dijo el líder.—son muy listos —

—y también hablamos—dijo Steve.

Los gritos no se hicieron esperar. Los sapos saltaron y vieron al bote arrancar a toda velocidad con los gritos de los cazadores alejándose cada vez más.

Steve y Tony volvieron al lugar donde estaban Hulk y Wade. Tony reía aún de la ocurrencia de Steve.

Ambos dejaron en claro que Steve no era un agua fiestas. Encontraron a la luciérnaga ayudando a quitarse espinas al pobre monstruo.

—lo siento se que quieren llegar pronto con Loki, pero aquí tengo mucho trabajo —dijo Wade jalando con fuerza una de las espinas.

Hulk rugia del dolor. —pobre—le dijo Steve al monstruo del pantano.

—¿sabes como Hulk se sentiría mejor? —preguntó entre rugidos –camarones en salsa—

Steve miró a los lados y se encontró con una calabaza —¿que tal un gumbo se pantano?

–hecho —dijo Hulk, para luego volver a gritar de dolor.

Tony se sentó y se acomodo –suena delicioso, antes quiero un pequeño coctel y algo que abra el apetito mientras espero —

—no, no, no, alteza— le dio una pequeña roca muy afilada —tu rebanas los champiñones —lo hizo ver el champiñon frente a él.

—¿que?

—rebana los champiñones- dijo subiendo por algunas hojas —anda—animo.

Tony miró el champiñon —esto es ridículo —corto un trozo muy grueso y se sintió exhausto.

Steve ya había limpiado la calabaza, había encendido el fuego, prácticamente ya estaba cocinando el gumbo. Giro a ver a Tony el cual recién terminaba el primer corte —apártate novato —le quito la piedra filuda —mira y aprende— corto en rebanadas y luego en cubitos el champiñon en un solo momento —

Le volvió a pasar la roca —oh... Claro—

Steve se paro detrás de él y lo guió en el corte. Tony se sentía nervios, cortando con inseguridad el champiñon, no noto cuando empezó a hacerlo solo.

—ya lo tienes—le felicito Steve.

Tony corto y corto —yo jamás había hecho una cosa como esta —confesó.

—no me digas— Steve llevo el champiñon a la sopa.

—así es, pero cuando vives en un castillo siempre te atienden —terminó de cortar el champiñon—te alimentan, te transportan, lavan tus dientes —

Steve rio levantando los hombros ¿eso era un problema? Bueno, el no era nadie para juzgar.

—si, admito que era una buena vida envidiable  —hizo aún lado el champiñon ya cortado— hasta que mis padres me deseredaron y entonces caí en la cuenta de que en realidad no se hacer nada—

Steve se acercó y tomó el champiñon cortado —bueno... Al menos serias un buen rebanador de champiñones —

—¿enserio lo crees?

Dejo caer todo en el gumbo —sigue practicando y tal vez considere contratarte.

En el inicio del pantano, las figuras enviadas por Whitney Frost encontraban rastros del camino que habían tomado los dos sapos.

Más profundo aún en el pantano. El grupo se servía el gumbo que Steve había preparado. Contando historias y riendo amenamente.

—¿quieren más? —Steve se acercó a la calabaza para servir más.

Tony se puso de pie y le pasó la mitad de nuez vacía que servía como plato —estuvo delicioso, tienes un don de verdad —

—gracias —Steve no pido evitar que sus orejas se colorearan.

Un chillodo alegre se escucho. La luciérnaga se alejaba al lago. Encantado por algo.

El príncipe y el sapo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora