My Light [Taerosé]✔

09: »Bonito regalo«

Luego de desinfectar y limpiar el tatuaje, Taehyung tomó un poco de vaselina y aplicó un poco en éste.

—¿Cuánto tiempo debo tener eso?—Preguntó Rosé cuando vio al castaño ponerle un "papel" en la muñeca.

—Eso—rió—se llama plástico transparente—Le sonrió—Y como mucho unas dos horas.

—Es muy lindo. Me encanta—Chilló de emoción la pelirroja—Yerim y Joohyun enloqueceran cuando vean que me hice un tatuaje antes que ellas—Tae sonrió—¡Muchas gracias!

—D-de nada—Tartamudeó sonrojado.

—No tan lejos de esta tienda venden comida rápida—Comentó—Traere un poco ¿si?

—N-no... no es necesario.

—Por supuesto que lo es. Te lo debo, además yo tengo hambre y tú también ¿no?—El castañito asintió tímido—¡Genial! Ya vuelvo—Park sonrió y salió de la tienda.

Taehyung suspiró—Es muy bonita para mi corazón—murmuró sonrojado.

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Rosé se encontraba viendo su muñeca con una sonrisa en sus labios. Le encantaba mucho el tatuaje.

Definitivamente Taehyung era increíble haciendo esas cosas.

—Hola Rosie...—La mencionada rodó los ojos al escuchar esa irritante voz atrás suyo. Se dio vuelta enfrentado a la rubia.

—¿Qué quieres Manoban?—Preguntó seca.

—Ay por qué me hablas así Rosie—Comentó con una sonrisa.

—¿Puedes ir a molestar a otro lado?—Corrió con su mano un mechón de su cabello. Manoban miró con disimulo su muñeca y luego sonrió.

—Dios santo. ¿Te hiciste un tatuaje Park?—Rió.

—Que te importa que me hice—Rodó los ojos.

—Te lo hiciste con Kim ¿no?—Sonrió con burla cuando vio a la pelirroja mirar hacia otro lado—No lo puedo creer. Que bajo caiste linda.

—Cierra tu boca Manoban.

—Digo—Ignoró lo que Park le había dicho—No me gustaría verte dentro de unos días con un golpe en tu ojito por culpa de Kim Taehyung. Tal vez no lo sabes, pero él es muy maltratador—Sonrió—No me extrañaría que golpee a una chica dentro de unos días—Rodó los ojos.

—No sabes que demonios estás diciendo Manoban. Nisiquiera lo conoces.

—¿Y acaso tú si?—Se acercó un poco más a la bajita.

—Más que tú si idiota.

Un carraspeo logró que ambas adolescentes se separen y miraran hacia atrás.

—Disculpen señoritas—Una chica llamada Nayeon, por lo que habían visto en el cartelito de su uniforme, habló—Aquí está su pedido.

—Oh, muchas gracias—Le sonrió a la chica mayor.

—No hay de que. Y... también quiero decirles que no se permiten peleas aquí. Si quieren agarrarse de las extensiones lo hacen afuera ¿De acuerdo?—Ambas chicas asintieron tímidas—¡Perfecto! Debo seguir atendiendo porque este bello cuerpo necesita comer. Adiós—Rosé giró y chocó con el hombro de Manoban.