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POV Shuhua

Sus cálidas manos tomaban mi rostro con ternura. Sentía que me derretía.
Tenerla tan cerca, a tan pocos centímetros de mí hacía que quisiera acortar la mínima distancia que nos separaba, y mi corazón no dejaba de latir.

—Lo que siento por ti jamás lo había sentido por alguien más.
Confesé tratando de que mi voz no temblara.
—Cada vez que estás conmigo olvido todo lo que me entristece y soy realmente feliz. Haces que olvide todos mis problemas y estando a tu lado me siento sola.
Eres la única persona que me hace sentir todo eso y no puedo soportar que estés lejos de mí.

Cuando Miyeon soltó mi mejilla para luego limpiar una lágrima con su pulgar supe que me había dejado llevar por mis emociones y lloré, una vez más frente a ella.

Su calidez y la forma tan delicada en la que me tocaba y miraba me volvía loca. Ya no podía soportarlo más.

Miyeon me sonrió antes de aproximarse aún más a mi rostro y besar suavemente mi frente.
Después me acercó a ella y envolvió mi cuerpo en un abrazo.
Después de unos segundos, cuando pude reaccionar ella comenzó a acariciar mi cabello, apoyé mi cabeza en su hombro y la abracé tímidamente por la cintura.

—No sabes lo feliz que estoy de escuchar todo esto.
Me dijo casi en un susurro, cerca de mi oreja, con una voz tan suave que cerré los ojos para sumergirme más en el momento que me parecía un sueño.
Un sueño en el que no quería despertar jamás.

—Me gustas Shuhua, no sabes cuanto. Te quiero y te adoro, eres maravillosa y especial. Me haces muy feliz.

Pero para mí dicha, nada de esto era un sueño, era la realidad, porque podía sentir el momento, podía observar la brillante luz de la luna, sentir el frío viento de la noche chocar nuestros cuerpos, y escuchar el sonido de los grillos.
Todo era real.

Alejamos nuestros rostros para vernos una vez más, con timidez, sinceridad y cariño, después Miyeon inclinó su cabeza un poco hacia mí y lentamente me besó con suavidad.
Sentí que algo estallaba en mi pecho. Cerré los ojos y me dejé llevar.
Acarició mis labios con los suyos con ternura y al momento de separarnos sentí todo mi rostro arder, no pude evitar apoyar mi cara en su pecho con mucha vergüenza. Y después me besó en el cabello. 

La noche era larga y pude apreciar cada segundo que pasaba. 

Lonely | MiShu (G i-dle)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora