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POV Yuqi

Llegué a mi casa, me fui directo a la cocina a abrir el refrigerador y tomé una botella de agua, no me importó preguntar si era de alguien. El respeto en esta casa se había perdido desde que mi padre metió a su nueva mujer a nuestro hogar hace una semana.

No estaba de buen humor hoy.
Me llevé la botella conmigo, subí las escaleras y me encerré en mi cuarto, era el único lugar en el que podía estar en paz y sobre todo sola.

Pero como dije antes, el respeto en este lugar se había perdido y la hija de aquella mujer no conocía esa palabra desde que empezó a vivir con nosotros.
Tocó la puerta antes de entrar, como siempre.

–Te he dicho que no entres a mi habitación.
Le dije, molesta.

La chica se acercó a mi escritorio y tomó un libro que, con mucho pesar, le había pedido prestado para una tarea. Me lo enseñó y puse los ojos en blanco.

–¿Hasta cuándo vas a fingir que no nos conocemos?
Preguntó de repente, recargada en la puerta.

–No me emociona la idea de que los demás sepan que tengo una hermanastra.
Suficiente tenía con lidiar con la idea de tener una madrastra.

Tomé un sorbo de agua y me coloqué mis audífonos en señal de que no quería hablar más con ella.

Entendió y estuvo a punto de marcharse pero antes de hacerlo, habló.

–Esa era mi botella. Y eso fue un beso indirecto.
Y se fue.

Chillé asqueada, escupí el agua y me limpié la boca con mi camiseta.

Te odio Minnie, no sabes cuánto.

Lonely | MiShu (G i-dle)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora