Salvaste tu mismo (traducción)

Capítulo 5

Feliz cuarentena no olviden lavarse las manos seguido y utilizar desinfectante. 😉
Y si salen recuerden utilizar cubrebocas( de tres capas) y guantes.

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Harry casi le disparó varios maleficios a Ron durante el desayuno. Como Harry había pasado tanto tiempo estudiando, había ido a desayunar lo más temprano posible. Esto también lo ayudó a evitar a otras personas que querían pelear con el poderoso mago. Era temprano el sábado y Harry era uno de los pocos que venían a desayunar a las siete y media de la mañana.

De hecho, fue el primero en el comedor.

Bueno, eso no era del todo cierto ...

***

Harry se despertó jadeante y sudoroso. Su corazón estaba acelerado, su cuerpo temblaba como si hubiera corrido una milla. Pero no sentía dolor, ni mucho menos. Las secuelas del placer estaban siendo bombeadas a través de su cuerpo a través del corazón. Harry no podía moverse, aturdido por la intensidad del sueño.

Las manos, suaves pero exigentes, acariciaron su cuerpo para luego pellizcar, dejando a Harry gimiendo por más. En el sueño, los labios se besaron, chuparon y lamieron donde las manos habían reclamado. Palabras que no pudo descifrar en su sueño donde susurró en su oído, a través de su cuerpo como una oración.

Harry gimió cuando despertó, agradecido de haber silenciado y protegido las cortinas de su cama de personas que pudieran escucharlo practicar hechizos más oscuros, lengua de perejil y ahora sueños húmedos. Alcanzando detrás de su almohada, Harry silenciosamente limpió su ropa, luego lanzó un hechizo de tiempo.

Eran las seis de la mañana, temprano, pero un comienzo tardío si estaba en lo de los Dursley. Harry, sabiendo que ya no se quedaría dormido, salió de la cama y se duchó rápidamente. A las seis y cuarto (atendiendo su necesidad, por lo que una ducha más corta era permisible), bajó las escaleras, con el bolso al hombro.

Cuando estaba a punto de sacar su capa de su bolso, escuchó un silbido del tenue fuego. Harry se congeló, el miedo se filtró en él más que cualquier amenaza de un Señor Oscuro.

El atigrado gris lo estaba mirando, desafiándolo a hacer un movimiento.

"Estaba yendo a la biblioteca, lo juro", Harry salió corriendo, levantando las manos en señal de rendición, y luego cruzó rápidamente el dedo sobre su corazón, el gesto muggle común. El gato continuó mirándolo, Harry no tenía idea de qué hacer en esta situación. La atigrada se levantó del cojín en el que dormía, se estiró y saltó con gracia hacia la puerta. El jefe de su casa lo miró, luego tocó la puerta y salió silenciosamente de la sala común.

"¿Qué?" Murmuró Harry, aún congelado con las manos en alto. Bajó las manos cuando escuchó un maullido molesto que venía de afuera de la puerta. Harry corrió hacia la entrada y la cerró detrás de él, al ver a la profesora McGonagall mirar por encima de su hombro gris para mirarlo, y luego caminar hacia la biblioteca. Harry tragó saliva, deletreó sus zapatos en silencio, luego caminó detrás de ella.

Honestamente, Harry no tenía idea de qué pensar de la situación, por lo que no lo hizo. Disfrutó de la caminata hacia la biblioteca, haciendo una pausa por un momento para mirar el cielo dorado que eventualmente mostraría el pico del sol lentamente, luego corrió para alcanzar a su profesor de Transfiguración cuando ella lo maulló. Cuando el estudiante y el profesor se detuvieron en la puerta de la biblioteca, McGonagall la abrió con su pata, abriéndola de alguna manera. Harry pensó que la puerta debía estar cerrada para que los maestros pudieran entrar fuera de las horas.