Las manos temblorosas del rey Leonel sujetaron la cara de su hija aún llorosa para después darle un pequeño beso en la frente y fundirse con ella en un cálido abrazo.-Mi pequeña Annelise, eres tan valiente cuando crezca quiero ser como tu-. Dijo el hombre impotente haciendo un esfuerzo mayúsculo por contener las lágrimas y regalándole una triste sonrisa a la chica.
La chica se abrazó del torso de su padre al escuchar las palabras de el, y recordó cómo de pequeña ella lo veía sentado en la sala del trono atendiendo menesteres reales y le decía, "cuando crezca quiero ser como tu papá, valiente, leal y Justo".
Su esposa Isabel no cabía en si con la noticia y la impotencia de su esposo para retener a su pequeña hija, por su parte el príncipe esteban aún era muy joven para entender lo que pasaba.
En un intento desesperado la reina Isabel suplicó a Kha ir en lugar de su hija, pero este al conocer que Adriel estaba interesado en la joven chica se negó sin dar más explicación.Poco a poco la arena iba vaciándose de seres que, tras haber vivido aquella incomoda situación trataban de irse en un silencio total.
Unos murmullos solitarios hacían eco en los túneles de salida, la familia real, Charitty y toda la familia de Kha bajaron al centro de la arenaCharitty se acercó a la pequeña y le dio un tierno beso en la frente.
-Princesa, acabo de darte la bendición divina, de esta manera si llegaras a morir en el infierno tu alma no quedará anclada allá abajo-.
Acto seguido de la espalda de ella se desplegaron una grandes alas luminiscentes y en un destello toda su corte y la hechicera desaparecieron, dejando solo a Kha con sus siete hijos y esposas detrás de él.
Adriel observó como la joven se despedía de su familia, a pesar de las circunstancias una sonrisa resplandecía en su cara, Belzeh miraba todo desde el palco.
-Señora Scarlett, debe haber algo que podamos hacer, esto es injusto-.
-Mi pequeña, en este mundo hay cosas que están fuera de nuestro jurisdicción, tiempo al tiempo-.
Y con un chasquido de sus dedos apareció junto a el Rey.
-Mi señor, creo que es momento de irnos-. Dijo. Dando la espalda siempre a los demonios.
-Esta bien-. dijo Leonel tristemente, dio un último beso a su hija y en suspiro ellos desaparecieron dejando a la princesa sola en la arena con los demonios.
-¿Y... bueno?, quien se la llevará, definitivamente esto es demasiado trabajo extra-. Comentó un tanto molesto Duxuel Segundo hijo de Kha y príncipe del infierno de la Gula y la pereza.
-Adriel se hará cargo de ella por el momento, pero será bueno que ella recorra los infiernos después de todo será su nuevo hogar-.
Acatriel, cuarto príncipe y portador del pecado de la ira miró a la chica de pies a cabeza y sonrió.. -Ya veo, así que ese es el plan-. Dijo divertido y acto seguido desapareció abriendo una puerta a su infierno.
Lo siguieron Los demás príncipes, Kha y sus esposas dejando solamente a los dos chicos en la arena.
Adriel invoco la puerta al infierno de la soberbia y observo a la joven que permanecía de pie con la cabeza baja, no había dicho nada desde que su raza había partido.
-Princesa, por favor sígame-.
Annelise levantó la mirada y lo observó detenidamente, en sus ojos se podía ver un dejo de tristeza.
-Puedes dejar los formalismos, se perfectamente lo qué haces, solo aun no logro entender ¿porque?.
El joven diablo comenzaba a sentirse un poco apenado por la situación que había provocado, tal vez, después de todo si era un diablo estupido, la culpa comía cada rincón de su ser y en un intento desesperado inculpó a su padre por lo ocurrido.
-Annelise, te doy mi palabra, todo esto pasará, te protegeré con mi vida de ser necesario-. Dijo mientras caminaba hacia la joven que miraba la puerta del infierno, en un segundo la chica volteó y lo miro directo a los ojos, sin decir palabra ella tomó las mejillas del chico y colocó un tierno beso en una de ellas para después entrar por la puerta que el joven diablo había abierto, Adriel la siguió y detrás de él ella puerta se selló dejándolos en la mitad de un jardín en el el reino de la soberbia algunas alimañas del infierno arreglaban un rosal con grandes flores rojas.
-Bienvenida a mi reino, por ahora será tu hogar-. Dijo el joven tomándola de la mano y guiándola dentro del enorme castillo.
Continuará.
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"La maldición de la hija del sol" *Terminada*
FantasyEn un tiempo donde todas las razas conviven en cierto equilibrio y armonía, la única regla será quebrantada cuando un príncipe del infierno se enamore de una princesa maldita, condenada antes de nacer. *Terminada*