En un tiempo donde todas las razas conviven en cierto equilibrio y armonía, la única regla será quebrantada cuando un príncipe del infierno se enamore de una princesa maldita, condenada antes de nacer.
*Terminada*
En el momento en que los diablos y la joven princesa estuvieron en tierra ella se despidió Cortésmente de ellos creyendo que su estancia juntos había llegado al final, Annelise seguía siendo en esencia la misma pero algo había cambiado en ella después de que Adriel rompiera su corazón, pues su parte humana había muerto con ella liberando enteramente su divinidad consumiendo por completo sus recuerdos.
-¿Dejarás que se vaya solo así diablo estupido?-. le recriminó Amón a un afligido Adriel
-Annel...-. Trato de decir el pero al momento de la palma de la mano izquierda de Annelise comenzó a salir una especie de luz magenta.
Al momento Scarllet se hizo presente junto con Belzeh y media docena de guardianes celestiales que al ver a Annelise Hicieron una reverencia, puesto que ellos tienden a tener debilidad por la esencia divina, Adriel estaba atónito definitivamente no era la joven dulce que correteaba en su castillo días atrás.
La corte divina en un abrir y cerrar de ojos había desaparecido con la princesa y Belzeh, Scarlett se acercó a los príncipes del infierno y reverenciando su cuerpo se dirigió a el joven diablo.
-Hizo lo correcto mi señor, esa criatura está maldita desde antes de nacer-.
-¿Que pasara ahora con ella?-. Pregunto Adriel aun con la mirada perdida entre los árboles.
-Tendrá que pasar por un proceso de purificación antes de que la corte celestial decida que es momento de llevarla con ellos-.
-Ya veo... Amón ¿nos vamos?-. El joven diablo estaba molesto, no era común que los planes del diablo que cargaba con el pecado de la soberbia fracasarán tan abruptamente.
-Vete tu, tengo asuntos pendientes aun aquí.- deslizó Amón con cierta picardía en su voz.
-Como prefieras-. dijo Adriel que desapareció al momento.
-Va a estar bien, solo es otro diablo estupido enamorado de alguien que no debía-. Sonrió. -Bien, conmigo no tienes que fingir por favor muéstrate como una orgullosa criatura marcada por la avaricia-.
Acto seguido Scarlett desvaneció el Disfraz de humano dejándose ver ante Amón tal cual era.
-Perfecto, mucho mejor Catrinna, dime ¿tienes algo que pueda interesarme?-.
-Por su puesto mi señor.-
Acto seguido la chica apareció un frasco con un líquido dentro de él que se movía a voluntad de un lado a otro como si tratara desesperadamente salir del cristal.
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-Señor Amón, tal como lo supuso Caroline ha roto la burbuja del alma de Alice, ella ha reencarnado.
-Vaya... Si que es rápida-. Suspiro Amón.
-Aqui tiene, señor, un poco de la esencia del alma de la joven Alice, con ayuda de un rastreador infernal le será más fácil localizarla-. Dijo Catrinna con los ojos cerrados.
