Resignacion.

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Entrar al reino de Kha siempre había sido terrible para todos los príncipes, ya que siempre iban ahí para ser castigados por su padre.

-Mi señor Adriel, su padre está esperando por usted-. Dijo un demonio viejo en la entrada.

-Iré en seguida-. Dijo el joven diablo.

Al entrar a los aposentos del Demionio Kha el ambiente se sentía tan pesando como siempre, un escalofrío recorría la espalda del joven, de depende una mujer salió de una de las puertas dentro de la gran habitación.

-¿hijo?, ¿Que haces aquí?-. Dijo Tamar madre del diablo.

-tu esposo me llamó, pensé que lo sabrías-. Dijo un tanto ofuscado.

-¿Yo?, sabes que nada de lo que pasa aquí nos concierne, ya ve debe estar molesto por hacerlo esperar-.

Cuando entró a la habitación donde se encontraba su padre la atmósfera se tornó aún más oscura y el humo de un puro flotaba en el ambiente.

-Como está tu princesa-. Dijo con desdén.

-Esta bien... ¿cuando nos desharemos de ella, es más inútil de que crei-.

El pecho del chico sintió un alivio al saber que su padre ni siquiera sospechaba que la chica que tenía cautiva en el infierno era la sucesora de Charitty.

-Creo que la cambiaré por un par de estas cosas, es lo mejor que los humanos han creado-. Dijo riendo llevándose el puro a la boca.

-Creo que es hora de que enviemos un emisario del infierno a Lyon pidas cualquier ridiculez y regreses a esa chica antes de que de verdad no la quieran de regreso-. comentó Adriel tratando de safarse lo antes posible de ahí.

-si no te conociera Adriel pensaría que me ocultas algo-. Dijo Kha poniéndose de pie.

-Eres el Rey demonio, y no soy tan estupido-. comentó finalmente el chico mientras daba media vuelta y salía de ahí.

Mientras Adriel viajaba al infierno de la Ira, Kha convocaba al consejo para definir que pedirían pedir como intercambio, al finalizar un emisario del infierno salió rumbo a Lyon.

————————✨

Ya en el infierno de la ira un Adriel más tranquilo caminaba entre los caminos del jardín llenos de nieve, definitivamente no le hacía gracia que su hermano se llevara a la chica pero de no haberlo hecho jamás hubiera descubierto la verdadera naturaleza de Annelise.

Acatriel lo esperaba en el gran recibidor de su palacio, la cara de preocupación que tenia alteró los nervios del joven príncipe de la soberbia.

-Que bueno que llegas, tu estupida novia aun no responde, ¿qué demonios haremos?-. Trato de escudarse Acatriel.

-¿¡Que!?, ¿Que hiciste idiota?, ¿donde está ella? -. Dijo Adriel perdiendo la compostura.

-Esta arriba donde la dejaste-.

Al llegar a la habitación donde había cambiado a Annelise, el diablo se percató de que la piel de Annelise comenzaba a palidecer, desapareciendo el rosa de sus mejillas y labios, Adriel se la levantó de la cama y se abrazó a ella, cuando posó sus manos por su espalda pudo sentir que el sello divino brillaba y estaba caliente, era obvio que ella no resistiría mucho tiempo mas.

Mientras tanto Annelise había entrado en punto de sueño tan profundo que se encontró a ella misma caminando por una habitación totalmente oscura.

-¿Estas perdida?-. Pregunto una voz dulce desde la oscuridad.

-¿Eh?, yo... Yo conozco esa voz, ¿Quien eres?-. Pregunto Annelise un poco nerviosa.

De una esquina de aquella oscura habitación camino hacia ella una niña pequeña, ella tardó unos segundo y se reconoció, era ella años atrás, la visión asustó un poco a la princesa.

-Que está pasando aquí?-.

-Tranquila princesa soy tu esencia, o si lo prefieres puedes llamarme tu alma-. Contesto la niña que al acercarse más a ella se transformó en ella misma pero con un aspecto diferente al que tenía en el mundo humano.

 Contesto la niña que al acercarse más a ella se transformó en ella misma pero con un aspecto diferente al que tenía en el mundo humano

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-Annelise, estas muriendo-. Puntualizó la joven. -Necesitas salir de aquí y el único que puede sacarte es Adriel-.

-¿Adriel?-. Pregunto confundida ella.

-Asi es Annelise, muy pocas almas han logrado salir del infierno, y en tu caso aun eres un alma atrapada en un cuerpo vivo, y el guardián de las puertas del infierno jamás permitirá que salgas sin antes ofrecer un sacrificio-. Puntualizó el alma de la princesa.

-¿Que clase de sacrificio?-.

-Annelise, el peso magico que tienes en el alma solo podrá ser igualado por uno de los cuernos de Adriel-.

Al momento de que el alma dijo eso Annelise sintió como su alma regresaba a su cuerpo y en un respiro despertó agitada, Adriel que estaba sentado junto a ella, vio como sus hermosos ojos verdes cambiaban de color hasta volver a ser verdes nuevamente.

Adriel sabía que cada color de ojos que desfilaba por la cara de Annelise significaba que todas las vidas pasadas de su alma regresaban y tomaban posesión de su cuerpo nuevamente

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Adriel sabía que cada color de ojos que desfilaba por la cara de Annelise significaba que todas las vidas pasadas de su alma regresaban y tomaban posesión de su cuerpo nuevamente.

-Estas despierta-. Dijo el diablo que se abrazó a ella recostando su cabeza en su pecho. -No vuelvas a hacer eso-.

-Adriel...-. Fue lo único que ella pudo decir antes de que las lágrimas rodaran por sus mejillas.

Sabia que él jamás aceptaría perder un cuerno por ella, sabia que estaba condenada a morir en el infierno.

Continuará.

"La maldición de la hija del sol" *Terminada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora