—no para antes que digas algo, escuchame por favor—dijo y lo miré para que siga hablando—te acordás que te dije la otra vez que el beso te lo di por qué pintaba?—asentí media dudosa—bueno no fue tan así—dijo y fruncí el ceño.
—negrito—lo interrumpí por el miedo que tenía—no hace falta que me aclares nada, está todo bien—sonreí
—si hace falta pri, quiero hablar si no lo hago ahora no se si lo pueda hacer en otro momento—asentí, se acomodó mejor en el sillón y largo un fuerte suspiró—te besé por qué tenía ganas, por qué lo quería hacer y si dije que pinto fue por qué no había encontrado otro momento y ese re pintaba para comerte la boca—nos reímos, el alcohol que cargamos estaba haciendo más fácil todo creo.
—está bien Teo igual no lo tome a mal lo que me dijiste—contesté sonriendo
—falta algo—dijo y moví la cabeza para que siga—prometeme que después de todo esto que te voy a decir no van a cambiar las cosas para mal entre nosotros? Si no prefiero no hablar—dijo y fruncí el ceño
—y yo como voy a saber si no tengo idea de lo que vas a decir—levante los hombros.
—bueno si, tenés razón, pero prometelo igual—negué
—no te voy a prometer algo que no sé si lo voy a cumplir, habla de una vez y después vemos—me puse de costado apoyando mi brazo en el respaldo del sillón y mi cabeza en el para estar más cómoda.
—a vos te parece bien esto?—pregunto, no entendía.
—esto que?
—esto de besarnos pri—esa pregunta me hizo sentir que se arrepintió
—preguntatelo vos, las dos veces me besas vos—puse la boca de costado.
—y te gustó que haga eso? O te hice sentir incómoda?—mil vueltas da
—Mateo podés hablar de una vez que me pones nerviosa—suspiré
—era eso, que no te bese por qué pintaba, lo quería hacer y lo hice—levantó los hombros, un balde de agua fría callo sobre mí, si, así se sintió.
—y tanto para eso?—me levanté frustrada
—a donde vas? Te enojaste?—pregunto
—a preparar más fernet, por qué tendría que enojarme?—levante una ceja y me hice la desinteresada.
Agarre la jarra y caminé hasta la cocina sintiendo una frustración, por ahí no es el momento como me dijo Tania, y no lo tengo que forzar, si no lo siente está bien, no lo puedo obligar y tampoco tirarme a la pileta si está vacía.
No lo entiendo primero me jode hasta que me besa y después me tira esa dando mil vueltas, lo conozco y aún así me da que pensar.
Volví al sillón y estaba con el celular que lo bloqueo al verme, me senté, estire mis piernas apoyandolas en la mesa ratona, agarre el control y puse play a la película de nuevo, tome un poco de fernet y se lo di sin mirarlo.
Tomo, dejo la jarra en el piso y se acostó apoyando su cabeza en mi panza, cruzando un brazo por mis piernas, por inercia, costumbre o tranquilidad lleve mi mano a sus rulitos y empecé a acariciarlo despacio.
—picu—hablo
—que pasa?—pregunte
—si te digo que esta es la última noche que me vas a ver, que harías?—fruncí el ceño y frené las caricias de golpe
—como que la última noche? a dónde te vas a ir? Por qué no te voy a ver más?—ya me estaba alterando, soltó una carcajada y giro para quedar boca arriba así poder mirarme.
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•¿QUIÉN DICE?• {•TRUENO•}
Подростковая литератураQuién dice que no se puede combinar inconstancia, inconsciencia y lealtad? Amor y amistad? Que es imposible dar un paseo un día a tu cielo, un día a mi infierno? Ya que el amor es complicado, aún que no tendría que ser así, pero la mayoría de veces...